Alemania: van 42.000 vacunados y se esperan miles de dosis
29 de diciembre de 2020
El gobierno espera recibir 1,3 millones de vacunas antes de fin de año. Berlín estudia extender las limitaciones a la vida pública ante el elevado número de contagios por SARS-CoV-2 que aún se registran.
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El Instituto Robert Koch, entidad encargada de monitorear el avance de la pandemia del coronavirus en Alemania, informó este martes (29.12.2020) que entre el domingo y ayer lunes casi 42.000 dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech han sido inyectadas. El gobierno alemán espera haber distribuido 1,3 millones de preparados entre los estados federados de todo el país antes de fin de año.
Como la mayoría de los estados de la Unión Europea, Alemania empezó su campaña de vacunación el domingo en geriátricos, a los que se desplazaron equipos móviles. Posteriormente se inició la vacunación en los 440 centros habilitados en todo el país. Las proyecciones estipulan que en el primer trimestre se habrán inoculado unas 14 millones de dosis de esta vacuna o de la estadounidense Moderna, cuya aprobación en Europa está pendiente.
El ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn, aseguró que el gobierno federal trabaja codo a codo con las farmacéuticas Pfizer y BioNTech para implementar nuevas plantas de producción, como una que se acondiciona en la ciudad de Marburg. "La meta es que ya en febrero o marzo sea posible empezar a producir allí también. Eso aumentaría las cantidades de vacunas enormemente”, dijo Spahn a la cadena ZDF.
Sin privilegios
Como en un comienzo no habrá vacunas para todos, y recién se espera que a mediados de año se dé la posibilidad a la población más joven de vacunarse, el Gobierno de la canciller Angela Merkel se esmera por evitar que las personas que no han sido aún inoculadas sean rechazadas en hoteles, restaurantes o medios de transporte.
"Muchos esperan solidariamente que otros sean vacunados primero. Y, de vuelta, los aún no vacunados desean que quienes sí recibieron una dosis esperen con paciencia”, dijo Spahn. "Nadie puede exigir derechos especiales hasta que todos tengan la opción de ser inmunizados”, expresó el ministro.
En tanto, distintas autoridades han deslizado la posibilidad de que el confinamiento que se impuso a la vida pública en Alemania sea extendido más allá del 10 de enero, que era la fecha puesta como límite. Esto, debido al aún alto número de casos y de decesos atribuidos al coronavirus. Desde el 16 de diciembre están cerrados todos los comercios no esenciales, salvo algunas excepciones, y desde noviembre están suspendidos el ocio nocturno, la vida cultural y la gastronomía.
DZC (EFE, Reuters)
Wuhan, a un año del comienzo de la pandemia
A comienzos de 2020, la ciudad de la provincia china de Hubei alcanzó fama mundial debido a que se convirtió en el primer foco del coronavirus. Hoy la vida ha vuelto a la normalidad. A una "nueva" normalidad.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Hombro con hombro en mercados repletos
Wuhan estuvo confinada durante cerca de 11 semanas tras convertirse en el primer foco mundial del coronavirus. Hasta mediados de mayo, 50.000 de los 80.000 casos reportados oficialmente en China estaba ubicados en Wuhan. Pero hoy la vida ha retornado casi totalmente a la normalidad en los abarrotados mercados callejeros de la urbe.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Bailando en las calles
Durante el confinamiento, los residentes de Wuhan tenían prohibido incluso salir de sus casas. Ahora, pueden darse el gusto de bailar juntos en el parque. Según datos de la agencia de noticias Reuters, no ha habido casos de transmisión local del virus desde hace varios meses.
Imagen: Aly Song/REUTERS
¿Zona cero del coronavirus?
Verduras y todo tipo de carnes -incluso de animales salvajes- solían venderse en este húmedo mercado, que cerró sus puertas en 1 de enero de 2020 luego de que se detectara una misteriosa enfermedad pulmonar cuyo origen tuvo lugar, según los expertos, en este lugar. Los científicos aún no han podido determinar cuál fue el rol exacto del mercado en la propagación del virus, si es que tuvo alguno.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Celis
Sector culinario en riesgo
Antes de la pandemia, Lai Yun solía comprar los productos para su restaurante japonés en el mercado cubierto. "Dejaba a los niños en el colegio, desayunaba e iba al mercado", dice este hombre, de 38 años. Desde la reapertura de la vida, en junio, tiene que buscar los ingredientes en distintos lugares de la ciudad, pagando hasta 5 veces más. "Nuestra meta para 2021 es sobrevivir", dice.
Imagen: Aly Song/REUTERS
No más productos frescos
Aunque la planta baja del mercado cubierto de Wuhan permanece cerrada, el segundo nivel fue reabierto. Allí, sin embargo, la mayor parte de las tiendas vende anteojos y otros productos ópticos. "Alguna gente tiene un sentimiento extraño, pero el primer nivel es ahora solo un edificio vacío", dice una de las vendedoras, que prefiere no identificarse.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Vendedores en las calles
Desde que el mercado cerró, algunos vendedores han comenzado a comercializar carne y otros productos frescos en las calles. Si bien usan mascarillas y guantes, algunos podrían decir que no se cumplen los más mínimos estándares de higiene. Debido a la pandemia, el mercado cubierto fue duramente criticado por sus problemas sanitarios.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Un payaso sin mascarilla
La mayoría de los vecinos de Wuhan sigue usando mascarillas en público, porque el coronavirus aún no ha sido derrotado y siguen apareciendo nuevos casos en distintos lugares de China. "Mucha gente está empezando a acumular mascarillas, desinfectantes y otros equipos protectores", revela a DW Yen, una profesora de inglés de 29 años. (dz/lgc)