El canciller alemán, Gerhard Schroeder, recibirá el próximo viernes al primer ministro luxemburgués y presidente de turno del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker, para

abordar la iniciativa de Berlín para la Reforma del Pacto de Estabilidad. La reunión de Schroeder y Juncker es 'de especial importancia' para Berlín, destacó el portavoz del Gobierno, Bela Anda, ante las próximas citas del Ecofin y la cumbre de líderes europeos del 22 y 23 de marzo.

Schroeder defenderá ante el primer ministro luxemburgués la propuesta de su Gobierno para la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento Europeo y en contra de que se apliquen mecanismos automáticos de sanción. Berlín propone que se considere un 'catálogo de criterios', al margen del hasta ahora prioritario límite del déficit, entre los que contempla la introducción de 'reformas destinadas a corto y largo plazo a impulsar el crecimiento económico', en palabras de Anda.

Entre esas medidas se encontraría la Agenda 2010 del Gobierno de Schroeder, que incluye 'una profunda reforma fiscal y laboral', así como las contribuciones 'específicas' de cada país a la UE y las cargas especiales que cada miembro debe soportar. Anda aludió al artículo de opinión publicado hoy en 'Financial Times Deutschland', en el que el canciller cita como ejemplo las reformas impulsadas por su Gobierno, el peso especial que soporta Alemania para la activación económica del este del país y sus aportaciones a la UE.

El canciller pide ahí que se consideren también estos criterios y que no se abra un proceso de sanción a aquellos países que, como Alemania, se encuentran en esa situación y han impulsado las medidas necesarias para el saneamiento presupuestario. Alemania incumplió en 2004 por tercer año consecutivo el Pacto de Estabilidad al superar su déficit público el 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y, aunque el proceso sancionador contra este país -y contra Francia, que está en similar situación- está suspendido, Berlín parece querer apartar definitivamente la amenaza.

Schroeder apela a que, en la próxima cumbre europea se sienten las bases para una reforma que contemple entre sus criterios las políticas destinadas a favorecer el crecimiento económico y el empleo, como fundamento de la 'estabilidad de nuestra moneda común'. La posición de Schroeder ha sido criticada por el primer ministro bávaro y ex-candidato conservador a la Cancillería, Edmund Stoiber, quien advierte que tal reforma supondrá 'abolir de facto el Pacto de Estabilidad'.