Amenazas de muerte, depósitos de armas y pintadas con esvásticas: ¿existen redes de extrema derecha en la Policía alemana? Expertos denuncian falta de voluntad para esclarecer los casos.
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En 2020, la exitosa autora de sátira política Idil Baydar, que critica el racismo cotidiano en Alemania, recibió una amenaza de muerte firmada por un supuesto "SS-Obersturmbannführer", que se podría traducir como jefe superior de la unidad de asalto de las Escuadras de Protección nacionalsocialistas, una organización al servicio de Adolf Hitler responsable de la organización del genocidio judío, de terror y muerte.
Su caso no solo es alarmante, sino políticamente explosivo, puesto que la pista del autor del delito conduce directamente a la Policía germana. La carta con la amenaza de muerte contra Idil Baydar contiene informaciones personales, a las que se tuvo acceso desde una computadora de la Policía del estado federado de Hesse.
Computadora de la Policía
Baydar no es el primer caso de este tipo: ya desde 2018, varios políticos de izquierda han recibido correos con amenazas similares. También en estos casos, las víctimas fueron espiadas a través de computadoras de la Policía de Hesse. Actualmente, la Fiscalía investiga el caso. El martes pasado (14.07.2020) un presidente de la Policía renunció a su cargo. También el ministro del Interior de Hesse, Peter Beuth, está bajo presión. El político no descarta la existencia de una red de derecha en la Policía, y anunció el nombramiento de un investigador especial.
Los casos desataron un debate en Alemania: ¿Hay racismo estructural en la Policía? ¿Existen redes de extrema derecha que han infiltrado el Estado? Para el vicepresidente del sindicato policial, Jörg Radek, la respuesta es clara: "No hay racismo estructural en la Policía alemana". En entrevista con DW, sostiene que se trata de casos aislados de racismo o de extrema derecha. Si bien el sindicato goza de un amplio respaldo a nivel político, a raíz de las protestas masivas en Estados Unidos por la violencia racial por parte de policías, también en Alemania aumenta la presión sobre las agencias de seguridad.
¿Casos aislados?
La lista de casos inquietantes es larga. En el norte de Alemania, un agente de la Policía Criminal creó un grupo de chat de extrema derecha. Los miembros tienen listas de llamados "enemigos" en las que figuran los nombres de miles de políticos, periodistas y activistas. En sus registros, la Policía encontró armas, granadas aturdidoras y 50.000 municiones. Según informaciones del policía detenido, al grupo pertenecen muchos más policías y soldados.
Asimismo, en las academias policiales de Berlín y Brandeburgo se multiplican las pintadas con esvásticas y lemas islamófobos. Además, en varios casos espectaculares de criminalística en las últimas décadas, la Policía ha destacado por sus investigaciones parciales, en las que muchas veces las víctimas migrantes eran consideradas sospechosas, en lugar de recibir ayuda.
El caso más conocido es la serie de asesinatos de la organización terrorista Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU, por sus siglas en alemán). Entre los años 2000 y 2007, el grupo terrorista de extrema derecha asesinó a nueve inmigrantes y una policía. Durante mucho tiempo, las autoridades de seguridad sospecharon de las familias de las víctimas. Apenas el suicidio de dos miembros de la NSU, en 2011, puso fin a los crímenes.
Desde hace años, grupos de derechos civiles en Alemania critican que la discriminación diaria de gente negra y mestiza no se tome en serio. Tahir Della, de la iniciativa Personas Negras en Alemania, sostiene que se ignora el racismo anclado en las instituciones.
El nueve de julio pasado, Seehofer presentó el informe de los servicios secretos alemanes para 2019. De acuerdo con el documento, hay un fuerte aumento de tendencias antisemitas, de extrema derecha y racistas en el país. El ministro calificó el extremismo de derecha como la mayor amenaza para la seguridad en Alemania.
(vt/ers)
El hilo del odio: los que incitan y los que matan
Los crímenes de odio han crecido en Estados Unidos. Desde la campaña de Donald Trump a la Casa Blanca, el racismo, la xenofobia, la homofobia y el antisemitismo en los discursos está dejando más muertos en las calles.
Imagen: AFP/KTSM 9 News Channel
Patrick Crusius: "Hay una invasión hispana"
Las autoridades parten de que la masacre de El Paso fue un "crimen de odio". El atacante dejó un manifiesto en el que insulta a migrantes "invasores". Patrick Crusius, hombre blanco de 21 años de edad, de Allen, un suburbio de Dallas, se entregó a la policía tras el tiroteo en una tienda de Walmart que dejó además 26 heridos.
Imagen: AFP/KTSM 9 News Channel
Beto O'Rourke: "Trump está cambiando el carácter de la sociedad estadounidense"
"Trump es un racista que azuza el racismo en este país. Y no solo ofende nuestras sensibilidades, sino que fundamentalmente cambia el carácter de este país y lo lleva a la violencia", dijo O'Rourke, quien hasta hace poco fue representante en el Congreso por El Paso, ubicada en la frontera con México.
Imagen: Getty Images/C. Somodevilla
El Paso: una ciudad más pacífica que otras más grandes en EE. UU.
El Paso, sobre el río Grande (o río Bravo), separa a EE. UU. y México. Tiene 680.000 habitantes, 83% de ascendencia hispana, y un promedio de 18 homicidios anuales, una tasa de crímenes violentos mucho menor que otras ciudades estadounidenses de similar tamaño. Hace frontera con Ciudad Juárez, de 1,5 millones de habitantes, que cruzan de ida y vuelta para trabajar, estudiar o hacer compras.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Tama
Supremacistas de derecha contra todos los demás
En 2018, los crímenes de odio aumentaron un 9% en 30 ciudades de Estados Unidos, según el Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo (CSHE) de la Universidad de California, en Santa Bárbara. Este es el quinto repunte consecutivo y el más fuerte desde 2015. Las personas más atacadas son negros, judíos y LGBTQI. Los autores de los ataques son, por lo general, “supremacistas” de derecha.
Imagen: Getty Images/C. Somodevilla
Trump y su “estrategia racista”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, niega que haya una "estrategia" racista detrás de las diatribas que, a menudo, lanza contra figuras negras. Un congresista lo acusó de propagar "odio". El reverendo negro Al Sharpton, el último objetivo de sus ataques, dijo que Trump juega "la carta de la división racial y tiene un veneno particular hacia los negros y las personas de color".
Imagen: Reuters/A. P. Bernstein
Muro contra inmigrantes, insultos contra México, menos ayuda para Puerto Rico
Tres ciudadanos mexicanos murieron en la masacre de El Paso, una ciudad mayoritariamente habitada por inmigrantes hispanos. Trump, en busca de apoyo para la construcción de un muro entre EE. UU. y México, ha dicho que “los mexicanos son violadores”. Ahora, más de 400 millones de dólares destinados a proyectos en Puerto Rico se desviarán a la construcción del muro.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Loeb
Contra mujeres, negras, inmigrantes y del partido opositor
Trump arremetió recientemente contra cuatro congresistas demócratas no blancas, entre otros. Sus comentarios le valieron señalamientos de buscar profundizar deliberadamente las divisiones raciales para complacer a su base de votantes blancos de clase trabajadora con miras a su reelección en 2020. "Soy la persona menos racista del mundo", declaró Trump a periodistas en la Casa Blanca.
EE.UU.: discurso del odio + difusión de armas + gatillo fácil = muertos y heridos
Estados Unidos ha sufrido ya 251 tiroteos masivos en los siete primeros meses de 2019, según datos de la ONG Gun Violence Archive, que los califica así cuando hay al menos cuatro víctimas. Hasta ahora, el país norteamericano ocupa el primer lugar; seguido por México con 3; y Brasil, Canadá y los Países Bajos con 1 tiroteo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Minchillo
En Alemania también crecen el odio y los ataques
Cinco personas al día fueron víctimas de violencia de derecha, racista y antisemita en Alemania del Este y Berlín en 2018. En 2017, la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) registró 985 "delitos de odio" en toda Alemania. El 83% de estos casos son atribuidos a la extrema derecha. Los analistas creen que las cifras son mayores.