A unos 3000 metros bajo el poderoso Mont Blanc, uno de los puntos más altos de Europa, se encontraron los trabajadores franceses e italianos. Los últimos metros de roca con que se concluiría la conexión dinamitados en 1962. Aún habría que esperar otros seis años para concluir la obra.

El 16 de julio de 1965, el presidente francés, Charles De Gaulle (izq.) y su homólogo italiano, Giuseppe Saragat, inauguraron el túnel en Courmayeur. Ambos países comparten la responsabilidad de operar el túnel: una empresa francesa y una italiana se dividen la tarea a partes iguales.

El túnel se ubica exactamente bajo la montaña de L’Aiguille du Midi, “la Aguja del Mediodía”, de unos 3.800 metros de altura. Antes de que existiese el túnel, los viajeros tenían que recorren serpentinas interminables que se elevaban a miles de kilómetros de altura. Hoy, la diferencia de altura entre la entrada francesa y la italiana del túnel no pasa de los 197 metros.

El Montblanc se alza entre la ciudad francesa de Chamonix-Mont-Blanc y la italiana Courmayeur. El túnel une a ambas localidades. El viaje dura solo 15 minutos.

En el Túnel de Mont Blanc, de unos 11,6 kilómetros de largo, hay un peligro: la circulación en sentido contrario. Por eso, los vehículos están obligados y guardar una distancia de 150 metros entre sí.Además, la velocidad máxima es de 70 km/h. La frontera entre ambos países se piede bajo el Mont Blanc, cerca de la entrada italiana al túnel.

Hace 16 años, un camión belga se incendió dentro del túnel. 39 personas murieron. La causa del siniestro no se ha podido precisar hasta hoy. Es probable que una colilla encendida desatara la tragedia. Luego, la carga inflamable que llevaba el vehículo –harina y margarina- echó leña al fuego.

Claro está que el sistema de ventilación no fue capaz de expulsar suficientemente rápido los gases tóxicos producidos. El sistema de alarma también falló: El incendio se desató en un segmento del túnel parte del territorio francés controlado por la operadora italiana. Cuando los bomberos franceses recibieron la alarma, había pasado un tiempo valioso.

Tras el accidente, se desató un debate internacional sobre seguridad en los túneles. El de Mont Blanc quedó cerrado por tres años. Fue totalmente modernizado. Se mejoró el sistema de protección antincendio. Y, en 2002, volvió a abrir al público.

Esta maravilla tiene su precio: desde el lado francés, cuesta 43,50 euros atravesarlo. Desde el italiano, es ligeramente más caro: 44,20 euros. Desde el incendio, se ha regulado la entrada al túnel: las barreras para abonar el peaje funcionan de modo que los autos guarden la distancia reglamentada.

El túnel de Mont Blanc sigue siendo hoy indispensable para muchos viajeros. Casi 5.000 autos diarios lo atravesaron el pasado año. Especialmente para el transporte de mercancías, el túnel tiene una relevancia vital. Los camiones son conducidos por él en grupo de a cinco, con auto acompañante. Todo, también consecuencia de la pasada tragedia.