Un A400M de la Bundeswehr partió la madrugada de este lunes (16.08.2021) para la evacuación de ciudadanos alemanes y personal local afgano desde la base aérea de Wunstorf en la región de Hannover. Era el primer avión de transporte que envía la fuerza aérea alemana para evacuar personal en Kabul. Horas después, la fuerza aérea confirmó la partida de un segundo avión de similares características.
De la capital afgana salió ya la noche pasada un primer grupo de cuarenta ciudadanos alemanes empleados de la embajada, a bordo de un aparato estadounidense, que fueron trasladados a Doha, en el emirato de Catar, según información de dpa. Cuatro miembros de la representación suiza en Afganistán también estaban a bordo del avión.
Los paracaidistas de la Bundeswehr deben llegar en el avión de transporte militar la capital afgana hoy mismo para llevar a los ciudadanos alemanes y ayudantes locales a un lugar seguro de los militantes islamistas talibanes. Según información de los círculos de seguridad, llegará a la capital afgana un denominado equipo de apoyo a crisis formado por expertos de varios ministerios.
En la capital de Uzbekistán, Tashkent, un segundo equipo organizará un centro para rescatar a la gente huida de los islamistas. Se trata de la mayor operación de evacuación de la Bundeswehr hasta la fecha. Y no exenta de peligro, como dejó claro la ministra de Defensa alemana Annegret Kramp-Karrenbauer el domingo por la noche en Berlín.
El propósito de Alemania es evacuar de Afganistán a "cuantas personas sea posible", tanto personal de la embajada y sus familiares como colaboradores locales, afirmó Kramp-Karrenbauer anoche. La evacuación estará asegurada por la División de Fuerzas Rápidas, una unidad especial de la Bundeswehr que está entrenada para evacuaciones. "Estamos preparados para todos los escenarios", enfatizó la ministra.
En vista del rápido avance de los talibanes, el personal de la embajada ya ha sido trasladado al aeropuerto, que está siendo asegurado por las fuerzas estadounidenses, mientras cientos de afganos se agolpan allí para intentar que les evacúen también. Las tropas estadounidenses tuvieron incluso que disparar al aire para dispersar a la multitud.
Ayer domingo, la canciller Angela Merkel informó a los líderes de los grupos parlamentarios del Bundestag (cámara baja), en una video conferencia, sobre la situación en Afganistán y el operativo. En Alemania, toda operación del ejército de estas características debe someterse al mandato del Bundestag, pero ante la apremiante situación se ha procedido de esta forma. Angela Merkel va a pedir el mandato de los diputados para desplegar "hasta varios centenares de soldados", según dijo la canciller ante los responsables de su grupo parlamentario.
lgc (dpa/efe) Última actualización con la partida de un segundo avión y la petición de Merkel.
Los talibanes toman Afganistán, la gente huye del terror
Tras la retirada de las tropas de la OTAN, los talibanes fueron reconquistando cada vez más territorios en Afganistán. En especial los afganos que trabajaban para esas tropas temen por su vida y tratan de huir del país.
Imagen: Abdullah Sahil/AP/picture alliance
Entrada en Kabul
Un miembro de las fuerzas talibanes inspecciona un área situada fuera del aeropuerto internacional de Kabul, la capital afgana, tomada el 15 de agosto.
Imagen: REUTERS
Toma de Kandahar
Los combatientes talibanes festejan la conquista de Kandahar, la segunda mayor de Afganistán, sobre un vehículo de la Policía. Junto con diversas instituciones afganas, los talibanes también tomaron el control de la oficina de gobierno y de la sede local de la Policía.
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Pakistán abre la frontera
Muchos afganos se dieron a la huida ante la llegada de los talibanes a varias ciudades. Pakistán abrió su paso fronterizo para los afganos varados en esa zona. A finales de julio, el Gobierno pakistaní había anunciado que no estaba dispuesto a recibir a más refugiados. Pero eso ha cambiado ahora.
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Otra vez guerra civil en Afganistán
Era de prever, y los peores temores se hicieron realidad. Luego de la retirada de las tropas internacionales, la guerra civil entre los talibanes y las fuerzas afganas volvió a estallar en varios lugares de Afganistán. En todo el país se registraron combates, también con armas pesadas, como se ve en esta foto, en la capital de Kunduz, del mismo nombre.
Imagen: Abdullah Sahil/AP/picture alliance
Herat y Helmand, bajo control talibán
Además de Kandahar, también las provincias de Herat y Helmand, de importancia estratégica, cayeron bajo el dominio de los talibanes. El miedo aumentaba en la población a medida que los talibanes iban ganando terreno.
Imagen: AFP
Avance brutal de los talibanes
Las tropas de los talibanes fueron ganando terreno rápidamente y sin pausa, y las víctimas de sus ataques son, sobre todo, civiles. Como aquí, en Lashkar Gah, una ciudad al sur de Kabul. Un bombardeo aéreo destruyó el 8 de agosto un hospital y una escuela. La población civil es expulsada, o usada como escudo humano. Decenas resultan heridos y muchos mueren.
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El que puede, huye
La situación se agrava especialmente para los afganos que trabajaron con la OTAN, que temen ataques por venganza de los talibanes y tratan de llevar a lugar seguro a sus familias. Muchos empacaron lo más necesario y huyeron, a menudo, a través del frente de los enfrentamientos, como aquí, en las afueras de Herat.
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La conquista de Kunduz
Los talibanes vencieron también en los combates en Kunduz, y ocuparon el despacho del gobernador y el cuartel de la Policía. Asimismo, destruyeron gran parte de la infraestructura de la ciudad, como se ve aquí, en una calle de negocios.
Imagen: Abdullah Sahil/AP/picture alliance
Símbolo del fracaso
En la ciudad de Kunduz, recapturada, ahora flamea la bandera talibán, todo un símbolo del fracaso de las tropas aliadas occidentales en Afganistán. La retirada de las tropas de la OTAN le abrió literalmente las puertas a los talibanes para la toma del poder. Ahora, cientos de miles de afganos se encuentran huyendo del terror.
Imagen: Abdullah Sahil/AP/picture alliance
Un futuro incierto para los afganos
Farzia, de 28 años, perdió a su esposo en los combates contra los talibanes en la ciudad de Baghlan, al este de Kunduz, y ahora vive provisoriamente con sus dos hijos pequeños, de cinco y dos años, en un campo de refugiados en el parque Share-e-Naw, en Kabul, la capital afgana. Para muchos afganos como ellos, el futuro es incierto.
