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Alemania: Merkel se enfrenta a las críticas en Chemnitz

Kate Brady
17 de noviembre de 2018

Tres meses después de que disturbios antinmigrantes sacudieran a Chemnitz, Merkel defendió su política de refugiados. Debatiendo con los ciudadanos, primero tuvo que explicar por qué le tomó tanto visitar la ciudad.

Deutschland Chemnitz Angela Merkel & LeserInnen der Zeitung Freie Presse
Imagen: Reuters/K. Nietfeld

"¿Por qué estás aquí?" La canciller alemana, Angela Merkel, no tuvo mucho tiempo para instalarse este viernes (16.11.2018) durante un evento de dos horas organizado por un periódico local en Chemnitz. Mientras que algunos de los 120 asistentes saludaron a Merkel con un aplauso, otros se sentaron con los brazos cruzados mientras la canciller ingresaba a la renovada sala de una fábrica.

Incluso antes de su llegada, la visita de la canciller había sido criticada por llegar "demasiado tarde". Hace tres meses, la violencia de extrema derecha, las manifestaciones y las contraprotestas pusieron a Chemnitz en los titulares de todo el mundo. "Ahora se trata de ver lo que se puede hacer a nivel federal, de modo que la ciudad no siempre sea retratada con malos ojos", aseguró Merkel.

Defendiendo su decisión de no visitar la ciudad en la antigua Alemania del Este directamente después de los violentos eventos de agosto, Merkel dijo que quería evitar una mayor polarización con su presencia.

Ira en las calles

El apuñalamiento fatal de un ciudadano cubano-alemán de 35 años, presuntamente por dos solicitantes de asilo, provocó manifestaciones que rápidamente se convirtieron en disturbios. Entre los manifestantes se encontraban conocidos miembros de extrema derecha. Imágenes de videos mostraban a manifestantes apuntando a personas que consideraban de apariencia extranjera. Desde agosto, un restaurante judío, persa y turco han sido atacados y el grupo terrorista de extrema derecha "Revolution Chemnitz" también ha sido descubierto.

La canciller hizo un llamamiento a los residentes para que no permitieran a los extremistas establecer su agenda. "Hay personas que están preocupadas de que quizás haya demasiados refugiados aquí", dijo Merkel. "Pero también hay quienes tienen prejuicios abiertos contra personas que simplemente se ven diferentes. Hay que trazar una línea entre estas dos cosas", agregó.

Miles de ciudadanos rechazaron la violencia y participaron activamente en iniciativas contrarias. "Esta es una buena señal", dijo Merkel. "Son estas personas las que necesitan hacer oír su voz, porque son la mayoría".

El legado de Alemania del Este

Sobre la base de su experiencia al crecer en la antigua República Democrática Alemana (RDA), Merkel pidió a los alemanes orientales tener más confianza. "Ustedes tienen todas las razones para estar orgullosos de lo que hicieron", dijo Merkel, refiriéndose a la Revolución Pacífica de 1989 que llevó a la reunificación de Alemania un año después.

Desde entonces, sin embargo, un círculo vicioso de factores históricos, políticos, económicos y culturales ha dejado a muchos ex alemanes orientales sintiéndose abandonados. "Decidí por mí misma que no había que ir a la Stasi (órgano de inteligencia de la RDA) para tener una carrera, por muy mal que esté el sistema", dijo Merkel. "Y tampoco es necesario perseguir a la gente porque tienes una queja política", añadió.

"Fui uno de los perdedores de la reunificación", dijo a DW una participante en el evento. "Demasiado de la discusión de esta noche giró en torno a la migración. Y es que el dolor y la sensación de estar rezagados está desde antes del 2015", dijo. "Sin embargo, esto todavía no es razón para marchar junto a estos manifestantes de extrema derecha", agregó.

Manifestantes asisten a una protesta contra la visita de la canciller alemana, Angela Merkel, en la ciudad de Alemania de Chemnitz.Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Meyer

Protestas afuera

Fuera del lugar, unos 500 manifestantes anti-Merkel, organizados por el grupo de derecha "Pro Chemnitz", se habían reunido para protestar. Rodeado por una presencia policial reforzada, su clamor "Merkel muss weg!" (¡Merkel fuera!), que pasaría sin ser escuchado por la canciller, se fundió con el aire cortante invernal.

Este grito ha seguido a la canciller sin descanso, especialmente desde su decisión de 2015 de aceptar a un millón de solicitantes de asilo. Su anuncio a principios de noviembre de que no volverá a postularse para el cargo en la elección de 2021 claramente no es lo suficientemente pronto para sus críticos más acérrimos.

Mientras tanto, durante la discusión, un miembro de la audiencia, que recibió el micrófono para una pregunta, utilizó su momento en el foco de atención para llamar a otros a unirse a los manifestantes que estaban afuera. La canciller simplemente esperó tranquilamente, enderezando su libreta y bolígrafo en el podio donde ahora estaba sola.

"Lo lograremos"

El tema sobre migración continuó dominando el debate, incluso con Merkel admitiendo que se habían cometido errores con respecto a la política de refugiados de Alemania. Pero el error no fue ayudar a los solicitantes de asilo a corto plazo, afirmó la canciller. En cambio, se había hecho muy poco para ayudar a resolver las razones por las cuales las personas huían de sus países de origen.

Nuevamente, Merkel también fue cuestionada sobre el sentido de su famoso comentario "Wir schaffen das" (Lo lograremos), el cual pronunció en el punto más alto de la crisis migratoria de 2015. "¿Qué clase de canciller hubiera sido si no hubiera dicho eso?", Merkel preguntó retóricamente. "Das Schaffen (el trabajo)", insistió, "aún no ha terminado".

(few/ms)

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