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Sociedad

Alemania: nuevo estudio reabre el debate sobre el racismo

5 de mayo de 2022

“Hay racismo en Alemania”, respondió el 90 por ciento de los participantes en una reciente encuesta. Pero las opiniones difieren sobre cómo se percibe el racismo y qué se entiende por él.

Muchas personas en Alemania están dispuestas a luchar contra el racismo y la discriminación.
Muchas personas en Alemania están dispuestas a luchar contra el racismo y la discriminación.Imagen: Christoph Schmidt/dpa/picture alliance

Más de una quinta parte (22 por ciento) de las personas en Alemania ha sido víctima de racismo en algún momento de su vida, según el primer estudio Monitor Nacional de la Discriminación y el Racismo (NaDiRa), realizado por el Centro Alemán de Investigación sobre Integración y Migración (DeZIM). La investigación revela, además, lo que "racismo” significa en términos concretos para los afectados y lo que la sociedad piensa sobre el tema.

"Vivimos en una sociedad racista"

Antes de entrar en los detalles del estudio en la presentación en Berlín, la directora del Instituto, Naika Foroutan, se refirió al estado actual de la investigación sobre el racismo: "El conocimiento empírico sobre el tema en Alemania está comparativamente poco desarrollado y no hay una sola cátedra para la investigación del racismo”.

El estudio representativo, para el que se entrevistó a 5.000 personas, es por lo tanto también un territorio nuevo para Foroutan y su equipo, con resultados bastante inesperados: "Nos sorprendió mucho que el 90 por ciento de la población dijera: hay racismo en Alemania", explicó la investigadora. Pero les sorprendió aún más otra afirmación: "Vivimos en una sociedad racista". Esto apunta, según Foroutan, a una percepción de racismo institucional y estructural.

La ministra de Familia, Lisa Paus (centro), presenta el estudio sobre el racismo dirigido por Naika Foroutan (izq.) y Frank Kalter.Imagen: Frederic Kern/Geisler-Fotopress/picture alliance

Discriminación por el color de piel, burka y nombre

El estudio se enfocó en seis grupos: judíos, musulmanes, sinti y romaníes, afrodescendientes, asiáticos y europeos del este. Según el estudio, las experiencias discriminatorias se dan, sobre todo, en personas "que pueden ser reconocidas por su color de piel y de pelo, pero también por características culturales: porque llevan un pañuelo en la cabeza o tienen un nombre que suena extranjero".

Al mismo tiempo, existen fenómenos que el equipo del estudio describe como "escalas", por ejemplo cuando se trata de la discriminación en el mercado laboral o inmobiliario: "Cuando afecta a los judíos o a los negros, la gente tiende más rápido a llamarlo racismo a que cuando afecta a los los musulmanes o a los sinti y romaníes", aseguró Foroutan. Y la situación sería similar entre los propios afectados: "Ellos no son menos racistas", agrega.

El racismo no es una cuestión de educación y origen

Otras conclusiones generales del estudio es que las formas de pensar y actuar discriminatorias se dan en todos los niveles educativos, no tienen nada que ver con el origen y las víctimas de racismo también pueden tener actitudes racistas. Esto es muy a menudo una cuestión de jerarquías, afirma la directora del estudio. Además, ve similitudes con los resultados de la investigación sobre el género: "El racismo y el sexismo juegan en teoría en el mismo nivel”.

En la presentación del informe, la ministra de Familia de Alemania, Lisa Paus, recordó los atentados terroristas contra la sinagoga de Halle (Sajonia-Anhalt) en 2019 y un bar en Hanau (Hesse) en 2020, que dejaron muchas víctimas mortales. "¿Por qué persiste el racismo de forma tan obstinada? ¿Cómo se puede reconocer el racismo de forma fiable?", preguntó Paus.

La mayoría está dispuesta a hacer algo contra el racismo

Nadie tuvo una respuesta simple y rápida para la ministra, quien luego anunció que con la proyectada Ley de Promoción de la Democracia, "las estructuras para el compromiso de la sociedad civil contra el extremismo y el racismo serán más permanentes". Para ello, Paus puede contar con el gran apoyo de la sociedad alemana. Según el estudio, el 70 por ciento está dispuesto a actuar contra el racismo de diversas maneras. Al mismo tiempo, un tercio de los encuestados suele percibir a las víctimas del racismo como "demasiado sensibles" y casi la mitad considera que tienen un "temor innecesario".

El estudio Monitor Nacional de la Discriminación y el Racismo servirá de base para nuevas investigaciones. Tiene previsto hacer un seguimiento permanente de la discriminación y el racismo en Alemania. Los políticos, los académicos y la sociedad civil esperan que esto proporcione una visión significativa de las causas, el alcance y las consecuencias del racismo. Porque, como la ministra Paus resume: "El racismo está en todas partes, está entre nosotros".

(ct/er)

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