En el Ministerio alemán de Relaciones Exteriores en Berlín se celebró a principios de esta semana el "Berlin Energy Transition Dialogue" con el objetivo de debatir sobre protección climática y política energética internacional. Heiko Maas, ministro de Exteriores, habló sobre las manifestaciones que se realizan todos los viernes en todo el mundo para proteger el clima. "Desde hace semanas, los jóvenes de todos los lugares del mundo nos hacen quedar mal, pidiéndonos que hagamos más por el cambio climático. No nos exigen reconocer las realidades, sino que cambiemos algo. Que nosotros cambiemos. Se trata de nuestra existencia”, dijo.

El ministro de Economía, Peter Altmaier (CDU), añadió que "solo puede funcionar si dejamos a nuestros hijos y nietos un planeta que protege el clima, que funciona con energías renovables y cuida los recursos naturales”.

Palabras mágicas: revolución energética

Durante muchos años, los políticos alemanes mostraron con orgullo los éxitos de su propia política de protección medioambiental en eventos como este. Las palabras mágicas se llamaban entonces revolución energética: expansión de la energía solar y eólica, y abandono de la energía nuclear.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en París en 2015, Alemania contribuyó de manera decisiva al acuerdo global sobre el clima para evitar que la temperatura global ascendiera, en promedio, a más de dos grados.

Pero eso sucedió hace tiempo. Ahora Alemania fracasa en su objetivo de reducir el 40 por ciento de los gases de efecto invernadero entre 1990 y 2020. De momento, se ha logrado alrededor del 31 por ciento. Gran parte del éxito se logró hace algunos años. En el gobierno alemán se ha desencadenado una fuerte disputa por la cuestión del cómo y cuándo se logrará mejorar esta situación en el futuro.

Un gremio nuevo

Ese es precisamente el motivo por el que se ha creado ahora un nuevo gremio: el Gabinete del Clima. La ministra de Medio Ambiente, Svenja Schulze (SPD), es la encargada, desde este miércoles (10.4.2019), de coordinar las sesiones. Otros miembros importantes son el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, el ministro de Economía, Peter Altmaier, el ministro del Interior, Horst Seehofer, el ministro de Transportes, Andreas Scheuer, y la ministra de Agricultura, Julia Klöckner.

El jefe de la Cancillería alemana, Helge Braun, espera, sobre todo, que el Gobierno proponga, en el marco del Gabinete del Clima, elevar su próximo objetivo de reducción de gases de efecto invernadero en un 55 por ciento hasta 2030.

El plan de la ministra de Medio Ambiente

En realidad, ya existe un plan que presentó la ministra de Medio Ambiente en marzo de este año. En todos los sectores, en edificios, en la agricultura y en el transporte se debe reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Si no funciona y Alemania vuelve a incumplir sus objetivos, el país tendría que comprar los derechos de contaminación climática a otros países de la UE por muchos millones de euros. "Estoy firmemente convencida de que debemos hacerlo por sectores", explicó. Según la ministra, las multas se saldarían con el presupuesto federal.

Fracaso del gobierno alemán

En el partido de Los Verdes no tienen nada en contra del Gabinete del Clima, pero prefieren esperar y ver si se toman decisiones concretas. El jefe de su bancada, Anton Hofreiter, dijo a DW: "En el pasado, el gobierno alemán fracasó con respecto a la protección climática y también lo hará con los objetivos de protección del clima para 2020. Y, de la forma en que se está trabajando en algunas áreas, se corre el peligro de que tampoco se cumplan los objetivos de protección climática para 2030. Sobre todo en el sector del tráfico tenemos un ministro que actúa de manera desastrosa, sin tener en cuenta las tareas reales".

Hofreiter criticó concretamente a Andreas Scheuer (CSU),quien desde hace muchos años no ha conseguido reducir la emisión de gases de efecto invernadero en el tráfico de automóviles y camiones. El nuevo Gabinete del Clima tiene mucho trabajo por delante.

(rmr/er)

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