Las aguas del Mar Mediterráneo se están transformando en una fosa común para los inmigrantes que naufragan antes de tocar tierra europea. Sin embargo, el tema sólo se abordó en la cumbre de Bruselas gracias a que el primer ministro de Italia, Enrico Letta, aboga por un cambio urgente de las leyes de asilo de la UE. La emisora Deutschlandfunk entrevistó a Markus Löning, el encargado de derechos humanos del Gobierno alemán acerca de este candente tema.

DLF: El Gobierno alemán actual opina que no hay necesidad de actuar apresuradamente y que el marco legal que rige para el asilo en la UE puede quedar como está. ¿Cómo lo ve usted?

Markus Löning: Creo que es importante que, en vista de la catástrofe, -y también de la oleada de refugiados, sobre todo en las fronteras del sur- se logre una mayor apertura en Europa en cuanto a las posibilidades legales de inmigración. Necesitamos más oportunidades para la gente que quiere trabajar aquí y ganar dinero, un dinero que volverá a sus países.

Pero eso no puede aplicarse también a los refugiados que provienen del norte de África y de Siria.

Por supuesto que no. Hay que diferenciar entre los diversos grupos de refugiados. Yo mismo he visitado campamentos de refugiados y hablé con ellos. Por lo general, se trata de personas que quieren trabajar, que llegan de África Occidental, Sudán o Somalia. Muchos de ellos quieren ganar dinero para poder mantener a sus familias, porque no pueden hacerlo allí donde viven.

En el fondo, la cuestión central es si se puede modificar el tratado “Dublín II”. Eso significa que los refugiados que no llegan legalmente a un país europeo deben quedarse en el país en el que primero pusieron pie. Para los inmigrantes que llegan cruzando el Mediterráneo, esos países son siempre los del sur de Europa. ¿Le parece correcto que sea así?

Eso se reguló de esa forma debido a la gran oleada de inmigrantes de la ex Yugoslavia, luego de la guerra. Creo que lo importante es que, en principio, todos tenemos que participar de manera objetiva y proporcional en la acogida de refugiados y asilados. En segundo lugar, también tenemos que dejar de transmitir a países como Grecia, Italia y España la sensación de que cargan solos con todo el peso. Esto es un problema europeo que se debe resolver en conjunto. No se trata de la costa italiana, sino de las costas europeas, y juntos debemos encontrar una solución. Tampoco se puede manejar el asunto por medio de estadísticas sobre cuántos refugiados recibe cada país. Pienso que se puede hacer más, se puede distribuir la tarea de mejor forma en lugar de seguir con confrontaciones, y hay que reunirse y analizar qué puede hacer cada uno y qué no.

¿Qué significa exactamente comprobar de manera objetiva cómo se podría distribuir mejor la cuota de refugiados?

En Alemania, por ejemplo, utilizamos la clave Königsteiner, según la cual los distintos Estados acordaron la acogida de refugiados de acuerdo con el tamaño del Estado federado, pero también, por supuesto, con su capacidad económica. Creo que, en definitiva, necesitamos también un criterio de esas características en la Unión Europea. Se debe analizar a cuántos refugiados puede acoger cada país. Hay que establecer esos criterios y verificar si las cuotas son las adecuadas.

Es decir, una distribución correspondiente a la densidad de la población. Eso significaría que Alemania debería recibir a una cantidad mayor de refugiados que la de 22.000 que hubo en 2012.

Es importante que la cuota de refugiados no se adecue solo a la densidad de la población, sino también a la capacidad de un país, es decir, a su rendimiento económico. Si la tasa de desempleo es baja, ¿se puede acoger a personas que llegan buscando trabajo? Creo que se necesita otro criterio de distribución que el que tenemos ahora. No debemos dar a los países del sur de Europa la impresión de que los dejamos solos en esta tarea.

¿Cree que Alemania, al ser la locomotora económica europea, debería acoger a más refugiados?

Alemania acoge relativamente a muchos refugiados. No se trata solo de que Alemania reciba a más inmigrantes, se trata de que también países como Inglaterra o Francia los reciban, ya que también son grandes países que, seguramente, pueden hacer más de lo que hacen hasta el momento. Sin embargo, Alemania podría acoger también a más refugiados de los que recibe actualmente.