Ursula von der Leyen, de 51 años, médica, madre de siete hijos y amiga personal de la canciller alemana, Angela Merkel, es también una de las mujeres activas en la política alemana que gozan de mayor popularidad entre la población. La titular de la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales, que acostumbra correr después de largas horas de trabajo, es un peso pesado en el gabinete de Merkel, donde maneja el mayor presupuesto del Gobierno Federal, de 140.000 millones de euros.

Las posibilidades de la ministra cristianodemócrata (CDU) de convertirse en la primera presidenta mujer, han mejorado después de que los otros dos líderes de la coalición en el gobierno, el Partido Liberal Demócrata (FDP) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), renunciaran a presentar candidatos propios para la elección convocada para el 30 de junio próximo.

Madre de la nación

"Sería una buena madre de la nación", afirmó un antiguo colaborador suyo. Si la ministra se convirtiera en presidenta, Alemania tendría a dos mujeres dirigiendo las riendas del país, un hito histórico que tendría implicaciones que van más allá de una imagen simbólica. La ágil ministra, que en el anterior gobierno de Merkel ocupó el ministerio de Familia, se ganó fama de activa promotora de la causa de las mujeres a quienes se ha empeñado en integrar en la vida económica, incluyendo a las madres solteras. Para ello buscó ampliar la oferta de los jardines de niños, triplicando la oferta hasta el 2013, mejororó la ayuda económica a las familias con hijos y extendió a los varones y a los abuelos la licencia para ausentarse del trabajo y hacerse cargo del cuidado de los hijos.

Sus críticos provenientes de círculos conservadores cristianodemócratas consideran a la ministra demasiado progresista y reformadora y le achacan un perfil socialdemócrata. Sin embargo entre la población es popular y se ha convertido en la candidata favorita para suceder al presidente saliente, Horst Köhler, según las encuestas. "La décima tiene que ser mujer", afirma el diario sensacionalista Bild, aludiendo a que se elige al décimo presidente o presidenta de Alemania desde la postguerra.

Postulación estratégica

Para Merkel la nominación de su correligionaria y amiga podría darle un impulso en un momento en el que pierde popularidad a raíz de la crisis económica y el paquete de austeridad que su gobierno se ve obligado a implementar para reducir el endeudamiento público. Adicionalmente, como señalan algunos analistas, moviendo a la popular ministra al máximo cargo de representación popular, Merkel se quitaría una posible rival del camino, de cara a las próximas elecciones generales.

Von der Leyen es una mujer de familia y deportista apasionada. Cuida a su padre enfermo, Ernst Albrecht, antiguo primer ministro del Estado de Baja Sajonia. En ese sentido la familia de varias generaciones que comparte un mismo techo es ejemplar en una sociedad en donde los lazos entre padres, hijos y nietos tienden a disolverse debido a la gran movilidad que exige el mercado de trabajo.

Elección de la Asamblea Federal

Merkel deberá sopesar cuál de los candidatos reunirá el mayor apoyo para ser electo por la Asamblea Federal, un órgano mixto formado por los diputados de la Cámara Baja del Parlamento, el Bundestag, y por igual número de representantes de los 16 estados federados que conforman la república. El voto de los electores es secreto y los tres partidos que forman el gobierno de Merkel tienen una cómoda mayoría por lo que la o el candidato de Merkel tiene buenas posibilidades de convertirse en el próximo inquilino del Palacio de Bellevue, en Berlín.

Además de von der Leyen figuran otros posibles candidatos con distintas posibilidades, como el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y el presidente del Parlamento alemán, Norbert Lammert. También se barajan los nombres del ex ministro del Exterior Joschka Fischer (Verde), la ex presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica alemana, Margot Kässmann, y el escritor Martin Walser.

Autora: Eva Usi

Editora: Emilia Rojas