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Obstáculos en la transición de Alemania al auto eléctrico

Natalie Muller | Neil King
18 de junio de 2021

Alemania, en su intento por cumplir sus objetivos climáticos, quiere llegar a 10 millones de coches eléctricos para finales de esta década. Pero no son pocas las objeciones que ponen los conductores a tan ambicioso plan.

BdT  Morgensonne wirft lange Schatten
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul

La centenaria industria automovilística alemana está embarcada en una transformación histórica para tratar de reducir su huella de carbono.

Como parte de su plan para alcanzar la neutralidad climática en 2045 (cinco años antes de lo previsto en Europa), el gobierno quiere eliminar gradualmente los vehículos a motor de combustión y reemplazarlos con alternativas más limpias, como los autos eléctricos. Su objetivo es tener de 7 a 10 millones de estos vehículos a batería circulando para el año 2030. Eso supone multiplicar por veinte la actual cantidad de autos eléctricos en el país, que representan solo el 1,2% de los 48,2 millones de autos matriculados en Alemania.

Para el centro de estudios medioambientales Agora Verkehrswende, con sede en Berlín, Alemania debería ser aún más ambiciosa y aspirar a 14 millones de coches eléctricos en las carreteras para 2030. "Este es un gran aumento que también requiere un gran aumento en las estaciones de carga", explica a DW Kerstin Meyer, jefa del equipo de transporte de este grupo de expertos.

¿Cuáles son los principales obstáculos que aducen los conductores?

Precisamente la falta de puntos de carga es una de las razones por las que los alemanes se muestran reacios a cambiar su automóvil por uno eléctrico. Una encuesta de YouGov encontró que el 50% citaba la autonomía sin repostar como el principal factor de disuasión, seguido de estaciones de carga insuficientes (38%) y un beneficio ambiental cuestionable (35%).

Más del 54% de los encuestados, además, consideraban disuasorio el alto precio de los coches eléctricos. Incluso si se solucionaran todos estos problemas, todavía un tercio de los encuestados no se compraría un auto eléctrico.

El número de autos eléctricos registrados en Alemania se triplicó en 2020 hasta los 194.200.Imagen: Hendrik Schmidt/dpa/picture alliance

¿Cuánto cuestan los coches eléctricos?

Los coches eléctricos suelen ser más caros (actualmente no bajan de 30.000 euros), en gran parte por el precio de la batería, que añade entre 5.000 y 10.000 euros al precio final. Pero cada vez son más baratas. Entre 2010 y 2016 el precio de las baterías ha bajado un 80%, según la consultora estadounidense McKinsey & Company. Y se espera que el auge de los autos eléctricos las haga cada vez más asequibles.

El gobierno alemán es consciente de la brecha de precios actual, por lo que ofrece 9.000 euros en primas de compra a los autos eléctricos y grava con entre siete y ocho céntimos de euro adicionales por litro de gasolina o diésel tras la introducción de un impuesto al CO₂ en enero de 2021.

Aunque estos incentivos ayudan, Meyer opina que el verdadero punto de inflexión podría llegar cuando más automóviles eléctricos de segunda mano, muchos de ellos comprados inicialmente como vehículos de empresa, salgan al mercado a precios más asequibles. "Eso, probablemente, cambiará las reglas del juego", opina.

Miedo a quedarse varado sin batería

El gobierno alemán también pretende la construcción de una red nacional de estaciones de carga rápida junto a las autopistas que permita a los conductores recargar sus baterías en 30 minutos. La autonomía de estos vehículos varía de un modelo a otro, pero la mayoría está entre los 200 y los 500 kilómetros, y puede verse reducida en condiciones de uso real, por ejemplo en invierno, cuando las bajas temperaturas pueden provocar una pérdida de rango de hasta un 30%.

En 2021, Alemania introdujo un impuesto al CO₂ de 25 euros por tonelada de emisión que se irá elevando hasta 55 euros en 2025.Imagen: Fotolia/Jürgen Fälchle

"La ansiedad por la autonomía es obviamente una de las preocupaciones clave que tienen los clientes", dijo a DW Ralf Pfitzner, jefe de sostenibilidad del mayor fabricante de automóviles de Alemania, Volkswagen. "Pero si sigue sus patrones o hábitos de uso normales, rara vez necesitará recorrer el máximo que permite la batería", tranquiliza.

Meyer, de Agora Verkehrswende, duda además de que el alcance siga siendo una preocupación en uno o dos años, debido a las rápidas mejoras en la tecnología de las baterías.

Ampliación de las infraestructuras de carga

Actualmente hay alrededor de 42.000 estaciones de carga públicas para autos eléctricos en Alemania, pero harían falta muchas más para dar servicio a esos diez millones de vehículos. "Realmente necesitamos darnos prisa", afirma Meyer. "Si realmente se está pensando en un parque móvil con 14 millones de vehículos eléctricos en 2030, se necesitan 10 o 20 veces más puntos de carga que los que tenemos ahora".

Una de las razones, explica, es que los permisos tardan y a menudo involucran a diferentes autoridades locales.

Actualmente Alemania no cuenta con suficientes estaciones de carga como para tranquilizar a los escépticos que temen quedarse sin batería a mitad de camino.Imagen: Chargery

¿Los coches eléctricos realmente producen menos CO2?

Otra preocupación es que la producción de baterías para automóviles eléctricos es un proceso increíblemente intensivo en energía. Fabricar un coche eléctrico produce más emisiones de CO2 que producir un coche convencional. Pero en Europa, estas mayores emisiones de fabricación se compensan, en promedio, tras dos años de uso de un automóvil eléctrico. Durante toda su vida útil, estos generan alrededor de tres veces menos emisiones que los coches diésel o de gasolina.

"Incluso en Alemania, donde tenemos un mix eléctrico relativamente intensivo en carbón, [los coches eléctricos] son ​​también mejores que los coches con motor de combustión en la mayoría de los casos", afirma Meyer.

¿Y los coches de hidrógeno?

La industria automotriz alemana ha enfatizado que, aunque los autos eléctricos son una prioridad, no deberían verse como la única forma de reducir las emisiones. El principal lobby automovilístico del país, la Asociación de la Industria Automotriz (VDA), sostiene que los combustibles sintéticos podrían potencialmente usarse para hacer que los automóviles con motor de combustión sean climáticamente neutros en el futuro.

"No alcanzaremos los objetivos climáticos si no nos ocupamos también de la flota existente y también de cómo sustituir los combustibles fósiles", augura la presidenta de VDA, Hildegard Müller. "Y es por eso que necesitamos una estrategia comprometida para los combustibles sintéticos y el hidrógeno para el sector del transporte en su conjunto", añade.

El gobierno planea eliminar gradualmente los motores de combustión de combustibles fósiles para 2035, pero ha enfatizado que el hidrógeno podría impulsar estos autos en el futuro.

Muchas carreteras suponen muchos vehículos y multitud de potenciales emisiones.Imagen: Rolf Vennenbernd/dpa/picture alliance

Los críticos dicen que producir hidrógeno verde consume mucha energía y es costoso, y que tendría más sentido usarlo para descarbonizar industrias que son difíciles de electrificar, como el transporte de carga y la aviación. Volkswagen, por su parte, ha descartado el uso de combustibles sintéticos, centrándose en cambio en los coches eléctricos que funcionan con baterías.

Para Kerstin Meyer, de Agora Verkehrswende, está claro: "Es muy probable que el futuro de los automóviles sea de baterías eléctricas".

¿Por qué es esto tan importante en Alemania?

La industria del automóvil alemana, con marcas como Volkswagen, Daimler, BMW o Mercedes, es mundialmente famosa. El sector supone 500.000 millones de euros al año y proporciona empleo a alrededor de 1,8 millones de personas. La transición a la movilidad eléctrica tendrá consecuencias para estas empresas, sus empleados y los proveedores con los que trabajan.

Aunque los autos eléctricos representen actualmente una pequeña proporción de los vehículos en la carretera, el mercado está creciendo rápidamente. Y probablemente se dispare a medida que bajen los costos de la batería y mejoren las infraestructuras de carga.

El sector puede enfrentar una presión adicional después de que el más alto tribunal de Alemania ordenara en mayo al gobierno mejorar su política climática. El cambio también podría acelerarse si Los Verdes, que quieren eliminar gradualmente los automóviles convencionales para 2030 y aumentar los precios de la gasolina, obtienen buenos resultados en las elecciones generales de Alemania en septiembre.

(lgc/er)

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