La "Autobahn" (autopista) tiene por lo general al menos dos carriles en cada dirección y solo puede ser utilizada por vehículos motorizados que alcancen, como mínimo, la velocidad de 60 kilómetros por hora. No hay cruces al mismo nivel en estas carreteras y las salidas suelen ser hacia la derecha (hay algunas excepciones). El pavimentos tiene usualmente el doble de espesor que en otros países.

La primera "Autobahn" pública se comenzó a construir en 1929. Se trata de la A555, que une a Colonia y Bonn, en el oeste Alemania. Su inauguración tuvo lugar en 1932, un año antes del nombramiento de Adolf Hitler como canciller alemán.

Alemania es el único país de Europa que en principio no impone un límite de velocidad en las autopistas. Existe, eso sí, una velocidad máxima recomendada de 130 kilómetros por hora. Además, una serie de tramos tienen restricciones de velocidad por razones de seguridad. En ocasiones, las restricciones dependen de las condiciones meteorológicas u otras causas transitorias.

La red de Autobahnen alemanas tiene una extensión de 13 mil kilómetros (dato de 2015). Juntando todas en línea recta, se podría unir a Hamburgo con Santiago de Chile. La autopista más larga del país es la A7, con 962 kilómetros.

Las autopistas alemanas se identifican con la letra A seguida de un número. Las que van de norte a sur, generalmente tienen números impares, y las de este a oeste, pares.

Algunos trechos de las Autobahnen fueron especialmente preparados para ser usados por aviones militares. Eso ocurrió ya durante la II Guerra Mundial, cuando muchos aeropuertos estaban destruidos. Durante la Guerra Fría, más tramos fueron habilitados para eventuales operaciones de la OTAN.

Según el Automóvil Club Alemán (ADAC), el año 2015 batió récord, con 568 mil embotellamientos de tráfico, que sumaron más de un millón de kilómetros de extensión. Eso alcanzaría para dar 28 vueltas al planeta. Pese a los informes sobre el tráfico que difunde cada media hora la radio, los conductores pasaron un total de 341 mil horas atascados en autopistas alemanas.

En octubre de 1990 tuvo lugar uno de los mayores accidentes resgistrados en una autopista alemana. Un choque masivo, producto de la neblina, involucró a 170 vehículos en la A9, cerca de Münchberg. Diez personas murieron y 123 quedaron heridas. El mayor accidente masivo de la historia se produjo cerca de Hannover en 2009, y en él se vieron envueltos 259 automóviles. No hubo víctimas fatales.

Desde 2005, Alemania tiene un sistema de peaje obligatorio para camiones pesados. Toll Collect, un grupo de empresas liderado por la Deutsche Telekom, Daimler Financial Services y la francesa Cofiroute es responsable del sistema de cobranza, que utiliza transpondedores a bordo de los vehículos y también sensores instalados en las rutas de todo el país.

En diversas áreas de servicios, con restaurantes y gasolineras, a lo largo de las autopistas, se puede encontrar capillas y lugares para el descanso y la reflexión.