Alemania prohíbe la “Salvia de los Aztecas”
15 de febrero de 2008La Salvia Divinorum, que procede originalmente de Oaxaca, acaba de ser catalogada como droga en Alemania. Éste no es el primer país europeo en tomar medidas contra el vegetal, utilizado desde tiempos ancestrales en ceremonias religiosas y curativas por los indígenas maztecas y que en Alemania es llamado erróneamente “Salvia de los Aztecas”. Finlandia, Dinamarca y Suecia ya lo han hecho, y en España se prohibió su venta con fines medicinales en 2004, aunque sigue estando permitida como planta ornamental. Sin embargo, la decisión del gobierno germano ha levantado cierta polémica y rechazo, articulado por el Grupo de Trabajo sobre el tema de las Drogas, de la organización regional de Los Verdes en Berlín.
Protesta en Berlín
Una docena de personas se congregó este mediodía en Berlín ante el Bundesrat (la cámara de los estados federados), para protestar contra la ilegalización de la Salvia Divinorum. Entre ellos se contaba el farmacéutico Tibor Harrach, del antes mencionado grupo ecologista, quien explicó a DW-WORLD el propósito de la protesta. “Queremos dejar en claro al gobierno que no le será posible seguir tomando medidas de este tipo a espaldas de la opinión pública”, señaló, subrayando que se debe exigir transparencia en la materia.
Los verdes consideran que resulta contraproducente someter la Salvia Divinorum a la Ley de Narcóticos. Por un lado, se pone en la categoría de delincuentes a aquellas personas que la consumen. Por otro, se deja de divulgar información sobre el uso correcto de la sustancia, lo cual es a su juicio mucho más eficaz como medida preventiva.
Silke Kolwitz, una portavoz verde en materias de política de drogas, recuerda lo ocurrido hace algunos años cuando se prohibió el Khat, un vegetal de origen africano. Según relata a DW-WORLD, la consecuencia fue criminalizar a muchos africanos residentes en Alemania, que tradicionalmente consumían dichas hojas de efectos estimulantes.
Dimensiones desconocidas
En el caso de la Salvia Divinorum, no se cuenta con datos acerca de la cantidad de consumidores que existen en Alemania. Mientras en algunas páginas de internet se sostiene que esta planta se perfila como una nueva droga de moda en Estados Unidos y Europa, por su bajo precio y la facilidad con la que se la puede conseguir en muchos sitios, otros afirman que su consumo es sólo marginal.
La ausencia de antecedentes que permitan cuantificar las dimensiones del consumo es uno de los argumentos que esgrimen los verdes para criticar la prohibición de la Salvia Divinorum en Alemania ya que, para que una substancia sea incluida en la Ley de Narcóticos, el abuso que se hace de ella debe tener dimensiones considerables. Así lo indica Tibor Harrach, agregando que no se cumplen tampoco otros requisitos fundamentales, como haber comprobado que la sustancia produce adicción y tiene efectos nocivos para la salud.
Típico alucinógeno
Tal argumento es refutado por la comisionada del gobierno alemán para el tema de las drogas, Sabine Bätzing. “Dado que se trata de un alucinógeno, cabe suponer que también puede acarrear los riesgos síquicos típicamente inherentes a los alucinógenos”, indica la política socialdemócrata en una página de internet en la que los ciudadanos pueden plantear preguntas y obtener las respuestas de los parlamentarios. Según Sabine Bätzig, “por razones comprensibles no se han llevado a cabo estudios clínico-farmacológicos con la droga en seres humanos, de manera que se puede partir de la base de que existe un riesgo alto pero no cuantificable”.
El gobierno, en suma, arguye que la medida apunta a la prevención de riesgos para la salud de la población, en vista del peligro que supone la Salvia Divinorum, con una creciente presencia en internet y una igualmente creciente comunidad de adeptos.
Silke Kolwitz, en cambio, considera que el exceso de advertencias y de prohibiciones no sirve como resguardo. En concreto, opina que la prohibición de la “Salvia de los Aztecas” sólo es un gesto para dar la impresión de que se está haciendo algo en contra de las drogas. “No se puede prohibirlo todo”, afirma, explicando que hay muchas otras plantas que también tienen efectos estupefacientes y crecen en forma silvestre. Y cita al respecto el slogan que reza: “Ninguna planta es ilegal, como tampoco ninguna persona es ilegal”.