Protestas contra proyecto de videovigilancia en Berlín
24 de agosto de 2017El ministro alemán del Interior invitó a la prensa a la presentación de un sistema de videovigilancia en la estación "Südkreuz", una de las estaciones ferroviarias más grandes de Berlín. Miles de personas entran y salen cada día. Se suben o bajan de los trenes locales y regionales que paran allí cada minuto. Pero el ministro no se interesa por los trenes, sino por las personas. Thomas de Maizière, responsable de la seguridad interna, quiere saber qué tan efectivo es el proyecto piloto "reconocimiento facial automatizado".
Críticos como Paul Gerstenkorn, de la asociación "Digitalcourage", exigen que se ponga fin inmediatamente al proyecto piloto que fue lanzado a principios de agosto por un periodo de seis meses. Con la técnica que se prueba ahora, se podrían crear perfiles de movimiento mucho más extensos de lo que admiten los organizadores, dicen los críticos.
¿Videovigilancia sin límites?
Supuestamente, el transpondedor, que los 300 voluntarios llevan consigo, sólo registra la temperatura ambiental, el estado de la batería y la intensidad de la señal. Así se lo explicó un implicado en el proyecto al ministro en la sala de control de la estación "Südkreuz". Pero, en opinión de la Comisaria federal de Protección de Datos, Andrea Voßhoff, las capacidades del transpondedor van demasiado lejos porque la tecnología no es sólo pasiva, sino activa.
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A diferencia de un chip pasivo, el transpondedor emite información de forma permanente que puede ser captada mediante un software que se encuentra libremente disponible en internet. Voßhoff critica que la Policía federal no haya informado suficientemente a los voluntarios al respecto. A su juicio, no se trata de una "peccata minuta" y por lo tanto exige la suspensión temporal del proyecto.
Manifestantes con máscaras y pelucas
Thomas de Maizière defiende el proyecto con vehemencia. Según él, con esta tecnología no se buscará a ladrones de tiendas, sino a terroristas. Después de cuatro semanas de pruebas, el ministro habla de una asombrosa cuota de precisión. Con ello se refiere a los voluntarios reconocidos por el software, cuyas imágenes están almacenadas en los ordenadores de la Policía federal. Las imágenes de los demás transeúntes grabadas por las cámaras de vigilancia son "borradas inmediatamente", dice la Policía.
El uso del reconocimiento facial automatizado en las estaciones de ferrocarril y otras áreas públicas se decidirá después de la fase de pruebas de seis meses. "Si tenemos éxito, sería una increíble ganancia de seguridad para la población", cree De Maizière.
Sin embargo, las primeras impresiones positivas todavía podrían cambiar. ¿Qué pasa si alguien se pone gafas de sol, un sombrero o una capucha?
La respuesta la dieron los manifestantes que también se encontraban en la estación subiendo y bajando constantemente las escaleras mecánicas. Ante los ojos del ministro, los manifestantes llevaban máscaras, pelucas o simplemente ocultaban su rostro con un periódico. Hay muchas maneras de esquivar el reconocimiento facial.
Autor: Marcel Fürstenau (GG/VT)