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¿Quiénes son los nuevos inmigrantes?

Naomi Conrad / Mirra Banchón13 de abril de 2013

Son más jóvenes y están mejor preparados que el promedio de los alemanes: los nuevos inmigrantes representan una ventaja para Alemania y... ¿una pérdida para su país de origen?

Imagen: picture-alliance/dpa

Los recién llegados a Alemania son jóvenes, están bien preparados y, por lo general, encuentran una plaza de trabajo. Dos tercios de ellos provienen de Europa. “Éste es el dividendo de la libre movilidad que le toca a Alemania”, afirmó Christina Langenfeld, presidenta del Consejo de Fundaciones Alemanas para la Integración y la Migración (SVR, por sus siglas en alemán), al presentar el informe anual sobre migración interna en los países de la Unión Europea. La base del análisis son las leyes comunitarias que hacen posible que los ciudadanos de la UE puedan escoger libremente su lugar de estudio y trabajo entre los 27 países miembros de la UE.

Con todo sigue habiendo grandes obstáculos para la migración. Uno de ellos es el idioma; otro, la falta de leyes que faciliten la movilidad de los migrantes. Así por ejemplo, sólo cinco Estados federados alemanes han aprobado marcos legales que facilitan el reconocimiento de títulos extranjeros; al respecto, el caso de los maestros es ilustrativo: en Alemania, los futuros pedagogos tienen que prepararse en dos asignaturas, mientras que en todo el resto de los países de la UE, basta con examinarse en una.

Alemania saca provecho

Por otro lado, las universidades germanas, dicen los autores del estudio, deberían promover entre los estudiantes extranjeros la posibilidad de quedarse una vez diplomados, pues Alemania padece de falta de personal cualificado, por ejemplo en el campo de la asistencia geriátrica, la ingeniería y el sector informático. Esto es un imán para los jóvenes europeos que en los países en crisis no encuentran una plaza o han perdido su trabajo y que ven en el crecimiento económico alemán una oportunidad. “Estamos frente a un mercado laboral verdaderamente europeo”, subraya Langenfeld.

Según el estudio, el 20% de las personas que inmigraron en el primer semestre de 2012 llevaba un título universitario en el bolsillo y tenía diez años menos que la edad promedio alemana (más o menos 42 años).

Esto, que para Alemania es una gran ventaja, no lo es para los países de origen. La fuga masiva de personal altamente cualificado puede conllevar graves problemas. “Si por ejemplo Bulgaria y Rumania pierden a su élite cualificada, no habrá personal para dirigir empresas o hacer política”, ejemplifica Ludger Pries, vicepresidente de SVR. Por ello, en su opinión, Europa debería esforzarse por reducir las diferencias sociales y económicas entre sus Estados miembros.

Por su parte, Langenfeld subraya las ventajas de este fenómeno para los países “exportadores” de migrantes: los jóvenes españoles o portugueses que abandonan su país de origen desarrollan nuevas capacidades y sus gobiernos no tienen que asumir los costos sociales de su desempleo o de su reciclaje profesional.

Refugiados económicos, mitos y realidades

Que Alemania reciba mayoritariamente a extranjeros que entran a depender de los subsidios es, según este estudio, más bien un mito. Los temores de que el país se enfrente a una inmigración que pese en sus presupuestos sociales –algo que suele llamarse “turismo social”– es “más una percepción que una realidad”, afirma Langenfeld. Así, más del 70 por ciento de los ciudadanos búlgaros y rumanos –los más pobres de Europa– que llegaron a Alemania después de la incorporación de sus países a la UE en 2007 se encuentran en este momento en plena actividad laboral.

Esto podría cambiar cuando a comienzos de 2014 se retiren las condiciones vigentes para Rumania y Bulgaria: si bien como ciudadanos de la UE pueden viajar libremente a Alemania, hasta ahora sólo pueden trabajar allí como independientes, exceptuando a los académicos. Dado que el mercado laboral se abre totalmente en pocos meses, se presume un incremento de inmigrantes de origen gitano, a quienes se los discrimina, también laboralmente, en sus países.

Necesidad de acción

Esto último sucede también en ciudades alemanas como Duisburgo y Dortmund: los gitanos, que acceden a relaciones laborales ilegales, son explotados. Y representan un problema creciente para los ayuntamientos y las autoridades regionales, que enfrentadas a los “refugiados económicos” exigen tanto de Berlín como de Bruselas la creación de un fondo de asistencia y la mejora de las condiciones de vida de esta minoría europea en sus países de origen.

Así, frente a un fenómeno migratorio tanto profesional como social en aumento, el presidente alemán, Joachim Gauck, hizo un llamado a debatir el tema de manera racional, sin histeria y sin miedos. Éstos “limitan los espacios, enceguecen y paralizan”, afirmó Gauck al recibir de SVR, en Berlín, el reciente estudio que presenta tanto claros como oscuros de la migración hacia Alemania.

Autora: Naomi Conrad / Mirra Banchón
Editor: Diego Zúñiga

El inmigrante promedio tiene diez años menos que el promedio alemán.Imagen: Darren Baker/Fotolia
Dos tercios de los nuevos inmigrantes en Alemania son jóvenes profesionales.Imagen: picture-alliance/dpa
¡Se busca ingenieros!Imagen: DOC RABE Media / Fotolia
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