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Alemania busca apurar deportación de argelinos y marroquíes

Mathias Bölinger / Naomi Conrad (rml/vt) 18 de enero de 2016

De cara a las solicitudes de asilo, el partido de la canciller alemana quiere tratar a Argelia y Marruecos como países seguros. ¿Una exigencia realista?

El Gobierno alemán aspira a acelerar las deportaciones hacia Argelia y Marruecos.
El Gobierno alemán aspira a acelerar las deportaciones hacia Argelia y Marruecos.Imagen: picture alliance/dpa/D. Maurer

El Gobierno alemán quiere facilitar las deportaciones a Argelia y Marruecos. El Ministerio de Interior quiere que la oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF) trate prioritariamente las solicitudes de asilo de argelinos y marroquíes, para devolver lo antes posible a quienes no obtengan el estatus de refugiado, aclaró un vocero en Berlín. Los estados de Baviera y Baden-Württemberg ya empezaron a trasladar a estos solicitantes a centros de retención. Allí deberán esperar a que se decidan sus casos.

El Gobierno reacciona así a la exigencia, sobre todo de políticos conservadores, de declarar a estos países como “seguros”. Entretanto, la cúpula del gobernante partido democristiano, el CDU de la canciller Angela Merkel, se ha sumado a estas voces y espera que su socio socialdemócrata de coalición se le una, dice su secretario general, Peter Tauber. “Discutiremos con nuestros socios europeos si es posible tal clasificación”, ha dicho el vocero gubernamental, Steffen Seibert.

Si estos países son declarados seguros, las solicitudes de asilo de sus ciudadanos se procesarían aceleradamente, sin entrevistas para cada caso particular. Aunque el derecho a solicitar asilo se conserve, las deportaciones podrían justificarse más fácilmente. Luego de que varios estados balcánicos corrieran esta suerte el pasado otoño, las solicitudes de asilo de sus ciudadanos se han reducido considerablemente.

Manifestación contra la creciente violencia en Gardaya, Argelia, julio de 2015.Imagen: picture-alliance/dpa

La extensión de la lista de Estados seguros es, como sea, asunto del Parlamento y tendría que ser aprobada por ambas cámaras. En el Bundesrat, órgano de representación de los Estados federados, las fracciones gobernantes no cuentan con mayoría propia. Tendrían que contar con apoyo de Los Verdes, cuyo líder, Cem Özdemir, rechaza la idea, que no soluciona “el verdadero problema, o sea, la negativa de los países de procedencia a acoger a sus ciudadanos”.

Cada vez más solicitudes

La cifra de solicitantes de asilo de ambos países ha subido en los últimos meses. 1215 se recibieron en total en junio de 2015. En diciembre eran 5192. Pero estos países no se hallan entre los diez primeros de procedencia de los solicitantes. Que estén ahora en el punto de mira no tiene mucho que ver con cifras absolutas, sino con los sucesos de la noche de fin de año en Colonia y otras ciudades alemanas. Entre los sospechosos de haber robado o atacado sexualmente a mujeres habría, según la policía, ciudadanos de estos países.

Tanto Argelia como Marruecos han suscritos acuerdos de readmisión con Alemania pero, tan pronto como los solicitantes de asilo carecen de documentos válidos, sus embajadas suelen negarse a expedir nuevos documentos. El Gobierno alemán negocia con las embajadas; esta vez, el tema avanza “de modo más constructivo que en el pasado”, asegura un vocero del ministerio de Interior.

La intención es que los solicitantes a quienes se les haya denegado el asilo obtengan salvoconductos de la Unión Europea (UE). Hasta ahora, Marruecos y Argelia no reconocen estos documentos. Exigen pruebas de que los implicados son, en efecto, sus nacionales. La exigencia del líder socialdemócrata y actual vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, de recortar la cooperación para el desarrollo con estos países ha sido rechazada por el Ministerio de Cooperación Económica: “Nuestro objetivo es contribuir al desarrollo de estos países, no desestabilizarlos”, respondió un vocero de esa cartera

Manigestación en Casablanca, Marruecos, 2011.Imagen: picture-alliance/dpa

Tensa situación de seguridad

Controversial resulta, además, la propia clasificación de ambos países como “seguros”. Especialmente de Argelia, donde “las protestas públicas se disuelven generalmente de forma violenta; y a medios, asociaciones y activistas críticos con el Gobierno se les impide actuar”, según el reporte de Amnistía Internacional (AI) del pasado año.

Además, en diversas regiones operan grupos islamistas, entre ellos uno que se ha adherido a Estado Islámico (EI). En septiembre de 2014, ese grupo secuestró y asesinó a un guía de montaña francés. El propio Ministerio alemán de Exteriores recomienda “aumentar la precaución” en viajes a Argelia.

El propio Ministerio alemán de Exteriores recomienda “aumentar la precaución” en viajes a Argelia.Imagen: Ferouk Batiche/AFP/Getty Images

La situación política y económica de Marruecos se considera más estable. Los medios, más libres. No obstante, las protestas pacíficas suelen terminar también de forma violenta; y los manifestantes y críticos del Gobierno, condenados en “procesos injustos”, reporta el informe de 2015 de Human Rights Watch (HRW).

En un reporte de mayo pasado, AI documentó métodos de tortura de las fuerzas de seguridad marroquíes, entre otros, violencia sexual y ahogamientos simulados, para conseguir confesiones y presionar a activistas, estudiantes y miembros de grupos islamistas o de izquierda.

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