Luego de la cancelación de mítines de políticos turcos en Alemania y las comparaciones de esta situación con la política de Adolf Hitler, por parte de Ankara, Gabriel dejó claro a Cavusoglu que existen límites que "no se deben sobrepasar y dentro de ellos se encuentra también la comparación con la Alemania nazi", indicó el jefe de la diplomacia alemana tras el encuentro en un hotel de Berlín.

Gabriel habló con Cavusoglu sobre todos los temas polémicos entre Berlín y Ankara, como el referéndum sobre la reforma de la Constitución en Turquía, la detención del periodista turco-alemán Deniz Yücel y los actos electorales de políticos turcos en Alemania, indicó.

Pese a las tensiones, el líder socialdemócrata alemán afirmó que el diálogo fue bueno, sincero y amistoso, pero también "duro y controvertido". Como sea, no mencionó resultados concretos. Sobre todo se trata de que Yücel tenga acceso consular desde la prisión turca en la que se encuentra, explicó Gabriel.

No trasladar la política turca a Alemania

"Estuvimos de acuerdo en que ninguna de las dos partes tiene interés en dañar las relaciones permanentemente", declaró. Se trata de regresar "paso a paso" hacia una relación normal y también de nuevo amistosa, añadió.

Asimismo, el político germano dijo que pidió a los turcos que no trasladen a Alemania los debates en torno al referéndum del próximo 16 de abril en Turquía, en el que se consultará a la población sobre la reforma de la Constitución para establecer un sistema presidencialista con más poderes para el actual jefe de Estado.

"No debemos permitir que se importen a Alemania las discusiones políticas de Turquía", afirmó. Miembros del Gobierno turco ya han participado en mítines en Alemania. Sin embargo, otros fueron cancelados por cuestiones de seguridad, lo que desencadenó duras críticas desde Turquía.

El Gobierno alemán rechaza prohibir por principio estas apariciones electorales. En el referéndum tienen derecho a voto cerca de 1,41 millones de turcos que residen en Alemania.

Críticas de la ONU a Turquía

Entretanto, esta misma jornada, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, criticó su informe anual la represión por parte del Gobierno turco, después del intento de golpe de Estado y denunció que las medidas tomadas por Ankara "parecen" dirigidas a acabar con la oposición crítica y no con el terrorismo.

El alto comisionado criticó la detención, suspensión y persecución masiva de decenas de miles de personas entre ellos jueces, periodistas y representantes elegidos democráticamente ordenada por el presidente Recep Tayyip Erdogan tras el intento de golpe de Estado del pasado julio.

Aunque el diplomático jordano concedió que las autoridades turcas deben operar "en un contexto difícil en muchos sentidos", por la gran cantidad de ataques terroristas que se han producido en su territorio, cuestionó que la respuesta gubernamental respetara las garantías del debido proceso.

De cara al referéndum del 16 de abril sobre la reforma constitucional impulsada por el presidente turco, que busca ampliar el poder del jefe del Estado, el alto comisionado calificó de "crucial para la credibilidad" de la votación que en la campaña previa "se garantice un debate abierto y libre de intimidación".

Zeid denunció también que la situación de los derechos humanos en el sureste de Turquía, habitada por la comunidad kurda, "se mantiene profundamente problemática" y que su Oficina "tiene indicaciones creíbles" de un centenar de muertes provocadas presuntamente por "medidas de seguridad desproporcionadas en respuesta a ataques violentos".

RML (dpa, efe)