Hace ya más de siete años que salió a la luz el escándalo de los implantes mamarios de PIP. Desde entonces, las víctimas luchan por una compensación económica. Sin embargo, al menos en Alemania, las afectadas han visto sus esperanzas hechas añicos. "La empresa certificadora no ha vulnerado obligación alguna en el control del fabricante francés PIP”, fue el veredicto.
En 2010 se descubrió que PIP había usado para sus implantes silicona industrial no adecuada para su uso humano. Solo en Alemania, más de 5.000 mujeres se vieron afectadas por el escándalo. Estas mujeres recibieron la recomendación de quitarse estos implantes por su seguridad.
¿En dónde quedó la responsabilidad de TÜV Rheinland?
La empresa TÜV fue la encargada de certificar la seguridad de PIP, pero no notó nada en los numerosos controles efectuados. Antes de que los expertos se presentaran a los controles, se cambiaba la silicona industrial barata por un gel de gran calidad permitido. Según las demandantes, el fraude debería haberse descubierto mucho antes si TÜV hubiera llevado a cabo controles en profundidad.
Sin embargo, el BGH no ve indicio alguno de negligencia por parte de la empresa alemana. En el proceso, una jubilada de 67 años de Ludwigshafen pedía al menos 40.000 euros de indemnización. En 2008, se dejó extirpar el pecho porque en su familia había varios casos de cáncer y después le pusieron los implantes de PIP.
Unas 7.000 latinoamericanas deben ser indemnizadas, pero…
Su denuncia fue la primera que llegó al BGH. Con la sentencia de hoy se crea también una línea a seguir para el resto de procesos. El caso fue analizado primero por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que sentenció en febrero que TÜV no estaba obligada a realizar controles sorpresa sin motivo.
En Francia se produjo en enero de este año una condena contra TÜV que la obliga a indemnizar a más de 20.000 mujeres, de ellas unas 7.000 latinoamericanas. TÜV anunció que apelará.
Cientos de miles de mujeres se colocaron las prótesis fabricadas con la silicona industrial de la firma PIP, empresa que desapareció como consecuencia del escándalo destapado en marzo de 2010. Por eso, aunque ha habido condenas en firme, las afectadas siguen sin saber hoy si cobrarán una indemnización.
El uso de la silicona barata tuvo efectos graves para la salud de las mujeres, como rotura de las prótesis o deformaciones. También la inflamación del tejido circundante e incluso la sospecha de que el gel utilizado puede ser cancerígeno. A causa de ello, decenas de miles de afectadas se sometieron a dolorosas operaciones para extirpar los implantes.
JOV (dpa, epd, Reuters)
En el mundo hay 195 países independientes, y la gran mayoría de ellos es liderado por un hombre. Las mujeres al frente de gobiernos son pocas, pero allí donde mandan lo hacen con firmeza.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. TrezziniCanciller desde 2005, esta química de 62 años se convirtió en la primera mujer en asumir ese cargo en Alemania. Actualmente hace campaña para asegurar un cuarto período al frente de la potencia europea. Hija de un pastor de la Alemania Democrática, fue elegida "persona del año 2015" por la revista Time. A la luz del auge ultraderechista, varios medios la han calificado como líder del mundo libre.
Imagen: picture-alliance/dpa/O.Hoslet Theresa May es la segunda mujer en llevar las riendas del Reino Unido, tras Margaret Thatcher. May tomó el cargo en julio de 2016, después de las votaciones que aprobaron el "brexit". Sin embargo, no se sabe por cuánto tiempo más estará al frente del gobierno: en junio de 2017 las elecciones anticipadas podrían también poner fin anticipado a su mandato.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. TyagiTsai Ing-Wen es la primera mujer en asumir como presidenta de la República de China, más conocida como Taiwán. Su llegada al poder, en mayo de 2016, llevó a Beijing a congelar sus relaciones con la pequeña isla, cuyas reivindicaciones independentistas no son aceptadas por China. Tsai ha dejado en claro que no cederá ante la presión sobre el tema de la soberanía.
Imagen: Reuters/T. SiuLa presidenta de Liberia, de 78 años y en el cargo desde 2006, es la primera mujer africana en gobernar un país de ese continente. En 2011, Sirleaf y otras dos mujeres de Liberia y Yemen recibieron el Premio Nobel de la Paz "por su lucha no violenta por la seguridad y los derechos de las mujeres".
Imagen: Reuters/N. KharmisDalia Grybauskaite es la primera mujer en gobernar Lituania. A menudo se habla de ella como la "Dama de Hierro" o la "Magnolia de Acero" por su cinturón negro en karate y su forma poco diplomática de hablar. Antes de gobernar el Estado báltico, esta mujer de 61 años ocupó varios cargos de gobierno. Fue elegida en 2009 y reelegida en 2014.
Imagen: Reuters/E. VidalNoruega también es gobernada por una mujer. Erna Solberg llegó al puesto en 2013. Con 56 años, es la segunda mujer en asumir como primera ministra del acaudalado país del norte de Europa, después de Gro Harlem Brundtland. Sus duras políticas de asilo la hicieron ganarse el mote de "Iron Erna". Es también la líder del Partido Conservador.
Imagen: picture-alliance/dpa/V. Wivestad GroettEs la tercera mujer al mando del gobierno polaco, puesto que ostenta desde noviembre de 2015. Beata Szydlo puso como puntales de su mandato mejorar la seguridad de los ciudadanos y colaborar con la Unión Europea. Eso dijo en su primer discurso ante el Parlamento. Devota católica, la política antes fue alcaldesa y parlamentaria.
Imagen: picture-alliance/W. DabkowskiLa revista Forbes situó a la actual primera ministra de Bangladesh como una de las 100 mujeres más poderosas del mundo. "Sheikh Hasina Wajed lidera el octavo país más poblado del planeta -162 millones de habitantes- y está en el poder desde 2009", escribió la publicación sobre esta mujer de 69 años y que ha estado vinculada a la política por décadas.
Imagen: picture-alliance/dpa/BildfunkPolítica de 49 años, Grabar-Kitarovic ha ocupado numerosos cargos de gobierno, e incluso fungió como embajadora de su país, Croacia, en EE. UU. antes de ser elegida, en 2015, como la primera presidenta de su país. El cargo de Grabar-Kitarovic como secretaria general adjunta para la diplomacia de la OTAN hace de ella la mujer que más alto ha llegado en el equipo administrativo de la Alianza.
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