Berlín recorta ayudas a Brasil por deforestación de Amazonía
10 de agosto de 2019
La selva amazónica está perdiendo terreno sin cesar a raíz de la expansión agrícola que apoya el presidente Jair Bolsonaro.
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El Gobierno alemán ha anunciado la suspensión de parte de sus subvenciones a proyectos de protección de la selva amazónica, a raíz de la intensificación de la deforestación en Brasil desde la llegada al poder Jair Bolsonaro.
"La política del gobierno brasileño en Amazonía plantea dudas en cuanto a la continuación de una reducción sostenida de la tasa de deforestación", declaró al diario alemán Tagesspiegel la ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze, según publica el periódico este sábado (10.08.2019).
La primera etapa consiste en bloquear una subvención de 35 millones de euros (39,60 millones de dólares) para proyectos de conservación de la selva y la biodiversidad en Brasil hasta que las cifras vuelvan a ser alentadoras, agrega el diario.
De 2008 a 2019, el gobierno alemán liberó una partida total por 95 millones de euros (107,46 millones de dólares) para diferentes proyectos de protección medioambiental en Brasil.
De todos modos, Alemania continuará contribuyendo al Fondo Amazonia, creado en 2008 y cuyo donante más generoso, Noruega, amenaza con retirarse. El país escandinavo anunció un año atrás que sus pagos a Brasil pasarían a la mitad y que podría incluso desaparecer en el futuro.
La llegada el poder en enero del presidente Bolsonaro, declarado escéptico del cambio climático, provocó grandes temores sobre el futuro de la selva amazónica. En Brasil, donde se encuentra más del 60% de la selva amazónica, el "pulmón del planeta" pierde sin cesar terreno ante la expansión agrícola que apoya Bolsonaro.
El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) informó el martes que la deforestación en la Amazonía brasileña totalizó 2.254 km2 en julio, un 278% más que en el mismo mes de 2018 (596,6 km2).
La semana anterior, Bolsonaro obtuvo finalmente la cabeza del director del INPE, al que acusaba de mentir o dañar la imagen de Brasil por publicar datos preocupantes sobre la deforestación de la selva amazónica.
eal (afp, tagesspiegel.de, tagesschau.de)
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Cambio climático: maravillas que hay que visitar antes que desaparezcan
Desde la Gran Barrera de Coral hasta los majestuosos glaciares, crece el número de turistas que visita lugares que se teme desaparecerán con el cambio climático.
Imagen: picture-alliance/McPhoto/SBA
Tesoro con fecha de caducidad
Dos millones de personas visitan anualmente la Gran Barrera de Coral. Una encuesta realizada en 2016 descubrió que el 69% de ellos quería ver este patrimonio mundial de la Unesco "antes que fuera demasiado tarde". Y no debe sorprendernos. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático dijo que si no se limita el calentamiento global, el 99 por ciento de los corales desaparecerá.
Imagen: picture-alliance/dpa/N. Probst
Por ver a los osos
¿Pero no resulta desastroso volar en avión para visitar estos lugares? Un estudio de 2010 descubrió que los safaris para ver osos polares en Churchill, Canadá, dejan una huella de carbono de 20 megatones. La mayoría de los turistas llega en avión, y si bien el 88% asume que los humanos somos responsables del cambio climático, solo el 69% está de acuerdo en que viajar en avión daña el planeta.
Imagen: picture-alliance/McPhoto/SBA
Arte apocalíptico
Junto con el oso polar, los icebergs esculpidos por el aumento de la temperatura son imágenes icónicas del cambio climático. Deslizarse entre los gigantes que se derriten en un crucero es una experiencia inolvidable por la que los turistas están dispuestos a pagar fuertes sumas. A principios de los 90, solo 5.000 personas visitaban la Antártida cada año. En 2018 fueron 46.000.
Imagen: S. Weniger/M. Marek
Temporada alta
No hay que visitar los polos para ver cómo se derriten los hielos. La nevada cima del Kilimanjaro es una de las postales más impresionantes que se ven en la sabana ecuatorial, donde los negocios relacionados con el turismo generan anualmente 44 millones de euros. Muchos visitantes suben al glaciar Furtwängler, que en el último siglo ha perdido el 85 por ciento de su hielo.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Schnoz
Rey sin corona
El Parque Nacional de los Glaciares tenía más de 100 de esos glaciares en 1910. Ahora hay poco más de dos docenas. Tan dramático es este retroceso que el parque se ha convertido en un centro para la investigación climatológica. Unas 3 millones de personas visitan anualmente la "corona del continente" para observar los últimos restos de una gloria que estuvo cubierta de hielo.
Imagen: Imago Images/Aurora/J. Miller
Paraíso perdido
Las Maldivas son un paraíso turístico. 1.200 islas de coral con playas de arenas blancas que se encuentran apenas a 2,5 metros sobre el nivel de las aguas. En 2017, el presidente decidió construir nuevos aeropuertos y resorts para recibir siete veces más turistas y usar los ingresos en la construcción de nuevas islas y reubicar comunidades. Luego fue expulsado del cargo y acusado de corrupción.
Imagen: Colourbox
Pantanos de agua salada
No solo las islas quedarán sumergidas ante el crecimiento del nivel de los océanos. Humedales como los Everglades de Florida también están desapareciendo. En el último siglo, cerca de la mitad fue drenada para ser utilizada como terreno agrícola. Ahora, el agua salada se está filtrando, haciendo que éste sea el único patrimonio mundial de Estados Unidos que se halla en peligro.
Imagen: Imago/Robertharding/F. Fell
Perturbando la paz
Charles Darwin notó que la fauna única de las Galápagos respondía a generaciones de vida aislada. Hoy, las islas son invadidas y asediadas por los turistas y el cambio climático, que está ocurriendo demasiado rápido, impidiendo que las especies se adapten a estas transformaciones. El calentamiento global ha dejado a criaturas únicas, como la iguana marina, al borde de la desaparición por hambre.