Alemania recuerda 25 años de incidentes de violencia racista
22 de agosto de 2017
En Lichtenhagen (Rostock), miles de neonazis atacaron entre el 22 y el 24 de agosto de 1992 con cócteles molotov, botellas y piedras un albergue de refugiados.
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25 años después: Rostock-Lichtenhagen
01:17
Alemania recuerda este martes (22.08.2017) los 25 años de sus peores incidentes de violencia racista desde la II Guerra Mundial, las protestas de Rostock, y hace introspección para ver qué ha cambiado desde entonces, tras los crímenes xenófobos de la NSU y la crisis de los refugiados.
La ciudad de Lichtenhagen (Rostock, este alemán), el distrito en el que entre el 22 y el 24 de agosto de 1992 miles de neonazis atacaron de forma repetida con cócteles molotov, botellas y piedras un albergue de refugiados, ha sido "trending topic" todo el día en Alemania y muchos periódicos y políticos -aprovechando la campaña para las generales del 24 de septiembre- han querido tomar postura ante aquellos sucesos.
Personalidades como Steffen Seibert, portavoz del Ejecutivo alemán, escribió en su cuenta de Twitter "NO al odio, la violencia y la xenofobia", mientras que el ministro de Justicia, Heiko Maas, aseguraba en Facebook que "las imágenes" de Lichtenhagen fueron "un vergonzoso hito de la violencia ultraderechista en Alemania".
"Pogromo racista"
Por su parte, La Izquierda, a su vez, denominaba "pogromo racista", con las indudables connotaciones que esa palabra tiene en Alemania, a aquellos disturbios -en los que casi milagrosamente no murió nadie-, mientras los liberales del FDP y los socialdemócratas del SPD abogaban por una sociedad abierta donde no tenga cabida la xenofobia.
Los historiadores han aprovechado para valorar el cambio que ha experimentado en este cuarto de siglo la sociedad alemana, que sin haber desterrado el racismo y la violencia de extrema derecha, sí que ha logrado expresar con mucha mayor claridad y contundencia el rechazo mayoritario a la xenofobia.
Todo esto, a pesar de que la lacra continúa presente en Alemania, como lo demuestran los nueve asesinatos de inmigrantes que cometió la célula terrorista "Clandestinidad Nacionalsocialista" (NSU) entre 2000 y 2006 o los máximos de ataques violentos contra albergues de refugiados registrados en los últimos años (177 en 2015 y 169 en 2016).
CT (EFE, AFP)
Cuando ardió el cielo en Colonia
Los británicos llamaron "Operación Milenio" al bombardeo aéreo del 30 de mayo de 1942 sobre Colonia. Para la ciudad fue la "Noche de los mil bombarderos". En menos de dos horas la milenaria Colonia quedó irreconocible.
Imagen: Getty Images/Hulton Archive
Ruinas en torno a la catedral
Incluso en medio del bombardeo total se salvó la catedral. Algunos dicen que fue porque la respetaron. De hecho, sus dos torres sirvieron a los pilotos como punto de referencia en la clara noche de mayo de 1942. Seguramente, lo que la salvó fue su construcción gótica. Los grandes ventanales y los arbotantes derivaron hacia el exterior la onda expansiva de las bombas, suponen los expertos.
Imagen: Getty Images/Keystone/Hulton Archive
La ciudad antigua
Ni se pudo ni se quiso reconstruir toda la ciudad, a partir de 1945, en su estilo original. Tal era la escasez de viviendas, después de que cayeran, víctima de las bombas, 3.330 casas y 41.000 pisos, que se optó por construir rápido y barato. Pero no en la orilla del casco antiguo. Los turistas que visitan cada día esa parte de la ciudad pueden hacerse una idea de cómo era la antigua Colonia.
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Cuando la guerra entró en casa
El 31 de mayo de 1942, a partir de exactamente de las 00:47, murieron 469 personas en torno a la catedral de Colonia. Las estadísticas han registrado con precisión: hasta las 03:10 am cayeron 20 minas aéreas, 864 bombas, 110.000 varillas incendiarias y 1044 bombas de fósforo. Más de 45.000 personas perdieron sus hogares.
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El final de la antigua Colonia
La noche del 30 de mayo dejó cicatrices que todavía perduran en la faz de la antigua colonia romana, una de las mayores ciudades comerciales y universitarias de la Edad Media. A pesar de eso, la catedral y la orilla del Rin transforman a Colonia en una ciudad que atrae a millones de turistas cada año.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
El "bombardero Harris"
Arthur Harris, apodado "bombardero Harris", fue el "padre" de los bombardeos contra ciudades alemanas. Su táctica para doblegar a la población mediante ataques contra civiles es todavía cuestionada en Gran Bretaña. Sólo tiempo después se le erigió un monumento, más bien sin darle mucha publicidad. Como militar activo, se le negó un escaño en la Cámara de los Lores.
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Pilotos de la noche de los mil bombardeos
Winston Churchill solía llamar cada mañana al puesto de mando de los bombarderos para preguntar por el éxito de los ataques aéreos nocturnos sobre Alemania. La frialdad con la que el general de la Fuerza Aérea Arthur Harris iba a trabajar era, para el mismo Churchill, demasiado. "Estoy harto de los ataques a Colonia", le dijo una vez. "Los coloneses también", le espetó Harris.
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"Carga para Colonia"
Un bombardero Lancaster recibe su carga mortal para un ataque aéreo nocturno sobre Alemania. Los historiadores no se han puesto de acuerdo en si la "guerra total" desde el aire fue, en última instancia, decisiva en la contienda. También para la Royal Air Force fue una sangría. Uno de cada dos tripulantes nunca volvió a casa.
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Peligrosos resabios de guerra
Todavía hay artificieros en actividad. Una y otra vez, los operarios de excavadoras encuentran "llamativos hallazgos" que sobresalen incluso en la superficie del terreno. Frecuentemente deben evacuarse grandes áreas de Colonia. Nadie sabe cuántas bombas sin detonar quedan todavía por descubrir. Arthur Harris lo resumió así: "¿Querían la guerra total? Pues les hemos dado lo que estaban pidiendo".