El canciller alemán Friedrich Merz invitó al presidente interino sirio Ahmed al Sharaa a Alemania para conversar con él sobre la deportación de delincuentes sirios desde el país europeo a su nación de origen.

"La guerra civil en Siria terminó. Ya no hay motivos para solicitar asilo en Alemania y por eso podemos comenzar con las repatriaciones", declaró el jefe del gobierno durante una visita a Husum, en el estado federado de Schleswig-Holstein.

Asimismo, Merz prometió que Alemania participará en la estabilización de Siria, y manifestó que confía en que una gran parte de los refugiados sirios regresen voluntariamente para contribuir a la reconstrucción de su patria.

"Sin estas personas, la reconstrucción no es posible", afirmó. "Y aquellos que se nieguen a regresar a Siria podrán por supuesto ser deportados en un futuro cercano", agregó.

Declaraciones de ministro de Exteriores causan revuelo

Merz hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en respuesta a unos comentarios del ministro de Relaciones Exteriores, Johann Wadephul, quien en una visita a Siria expresó dudas de que un gran número de refugiados sirios quieran regresar voluntariamente en el corto plazo.

Esto debido a las condiciones que pudo observar en el país, devastado por años de guerra civil. "Aquí difícilmente puede alguien vivir con dignidad", dijo en Harasta, un suburbio de Damasco gravemente afectado.

Según datos del Ministerio Federal del Interior, 951.406 personas procedentes de Siria residían en Alemania en agosto. De estas, 920 estaban obligadas a abandonar el país y no contaban con estatus de tolerancia.

El exdictador sirio Bashar al Asad fue derrocado hace casi un año por la milicia islamista HTS, dirigida por Sharaa, quien fue nombrado presidente interino y desde entonces ha orientado al país hacia una apertura y acercamiento a Occidente.

Según las autoridades sirias, el mandatario planea visitar Washington la próxima semana, "la primera visita de un presidente sirio a la Casa Blanca en más de 80 años".

rr dpa/efe