El número de expulsiones de solicitantes de asilo político en Alemania ha trepado de forma marcada en los primeros meses del año, según arroja una encuesta de la agencia dpa. En Baviera, en el extremo sureste del país, fueron devueltos a sus países desde enero a finales de mayo un total de 1.216 extranjeros, una cifra superior a los 1.007 expulsados en todo el año 2014.

Las expulsiones afectan fundamentalmente a solicitantes del oeste de la región balcánica, es decir a oriundos de los antiguos Estados yugoslavos y de Albania. Según datos de la Oficina Federal de Migración y Refugiados, el número de solicitudes de asilo de Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia, Kosovo y Albania se disparó de 16.096 en los primeros cuatro meses de 2014 a 58.338 en el mismo período de este año.

La población en estos países sufre con frecuencia graves problemas económicos y las consecuencias de una gestión política inestable. Sin embargo, estos argumentos no son válidos para obtener refugio en Alemania. Bosnia-Herzegovina, Serbia y Macedonia fueron declarados países seguros por el Parlamento alemán, lo que facilita la denegación del pedido de asilo. (dpa)