Alemania reducirá presencia diplomática en Afganistán
13 de agosto de 2021
Finlandia, Noruega y Dinamarca se aprestan a evacuar también su personal en Kabul. Canadá, en tanto, prepara el despliegue de sus fuerzas especiales en caso de un ataque talibán contra la capital.
Publicidad
El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, anunció este viernes (13.08.2021) que el país europeo reducirá "a mínimos absolutos” el personal de su embajada en Afganistán, ante el avance de los talibanes en diversas ciudades del país asiático. El político agregó que la medida se hará efectiva en los próximos días y la evacuación se realizará a través de vuelos chárter.
Ya el jueves el gobierno alemán había pedido a sus ciudadanos que "hagan uso urgentemente” de las alternativas aéreas existentes para salir a la brevedad de Afganistán. Una medida similar adoptaron otros países de Europa, como Noruega, que anunció el cierre temporal de su legación diplomática en Kabul y la evacuación de todo su personal.
"Esto se aplica igualmente a los afganos empleados localmente y con familiares cercanos en Noruega que deseen hacerlo”, precisó Ine Eriksen Søreide, ministra de Relaciones Exteriores noruega. Dinamarca, por su parte, anunció también el cierre temporal de su embajada debido a que "la situación es muy grave”, de acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores, Jeppe Kofod.
Fuerzas especiales canadienses
Copenhague declaró, en voz de Kofod, que todos los daneses que estén en Afganistán "deben abandonar el país de forma inmediata”. Entre el personal que será evacuado figuran 45 contratados locales y sus familias, tal y como había anunciado hace dos días el Gobierno socialdemócrata danés, después de cerrar un acuerdo con otras ocho fuerzas parlamentarias.
Finlandia procederá del mismo modo, en su caso sacando del país a 130 afganos que "han trabajado al servicio de Finlandia, la Unión Europea y la OTAN, junto con sus familias”, debido al "rápido deterioro de la situación en Afganistán”. Por su parte, Canadá tiene listas a sus fuerzas especiales para ayudar a evacuar al personal diplomático en Kabul si los talibanes amenazan con tomar la capital.
De acuerdo con la radiotelevisión pública canadiense, CBC, el plan consiste en desplegar varias unidades, incluido el grupo Joint Task Force 2 (JTF2), especializado en la lucha antiterrorista y el rescate de personas. Un grupo de afganos que ha trabajado para Canadá se refugió en la embajada en Kabul, con la esperanza de ser rescatados junto con los ciudadanos canadienses.
DZC (EFE, AFP)
Los talibanes toman Afganistán, la gente huye del terror
Tras la retirada de las tropas de la OTAN, los talibanes fueron reconquistando cada vez más territorios en Afganistán. En especial los afganos que trabajaban para esas tropas temen por su vida y tratan de huir del país.
Imagen: Abdullah Sahil/AP/picture alliance
Entrada en Kabul
Un miembro de las fuerzas talibanes inspecciona un área situada fuera del aeropuerto internacional de Kabul, la capital afgana, tomada el 15 de agosto.
Imagen: REUTERS
Toma de Kandahar
Los combatientes talibanes festejan la conquista de Kandahar, la segunda mayor de Afganistán, sobre un vehículo de la Policía. Junto con diversas instituciones afganas, los talibanes también tomaron el control de la oficina de gobierno y de la sede local de la Policía.
Imagen: AFP via Getty Images
Pakistán abre la frontera
Muchos afganos se dieron a la huida ante la llegada de los talibanes a varias ciudades. Pakistán abrió su paso fronterizo para los afganos varados en esa zona. A finales de julio, el Gobierno pakistaní había anunciado que no estaba dispuesto a recibir a más refugiados. Pero eso ha cambiado ahora.
Imagen: Jafar Khan/dpa/picture alliance
Otra vez guerra civil en Afganistán
Era de prever, y los peores temores se hicieron realidad. Luego de la retirada de las tropas internacionales, la guerra civil entre los talibanes y las fuerzas afganas volvió a estallar en varios lugares de Afganistán. En todo el país se registraron combates, también con armas pesadas, como se ve en esta foto, en la capital de Kunduz, del mismo nombre.
Imagen: Abdullah Sahil/AP/picture alliance
Herat y Helmand, bajo control talibán
Además de Kandahar, también las provincias de Herat y Helmand, de importancia estratégica, cayeron bajo el dominio de los talibanes. El miedo aumentaba en la población a medida que los talibanes iban ganando terreno.
Imagen: AFP
Avance brutal de los talibanes
Las tropas de los talibanes fueron ganando terreno rápidamente y sin pausa, y las víctimas de sus ataques son, sobre todo, civiles. Como aquí, en Lashkar Gah, una ciudad al sur de Kabul. Un bombardeo aéreo destruyó el 8 de agosto un hospital y una escuela. La población civil es expulsada, o usada como escudo humano. Decenas resultan heridos y muchos mueren.
Imagen: Abdul khaliq/AP/picture alliance
El que puede, huye
La situación se agrava especialmente para los afganos que trabajaron con la OTAN, que temen ataques por venganza de los talibanes y tratan de llevar a lugar seguro a sus familias. Muchos empacaron lo más necesario y huyeron, a menudo, a través del frente de los enfrentamientos, como aquí, en las afueras de Herat.
Imagen: Hamed Sarfarazi/AP/picture alliance
La conquista de Kunduz
Los talibanes vencieron también en los combates en Kunduz, y ocuparon el despacho del gobernador y el cuartel de la Policía. Asimismo, destruyeron gran parte de la infraestructura de la ciudad, como se ve aquí, en una calle de negocios.
Imagen: Abdullah Sahil/AP/picture alliance
Símbolo del fracaso
En la ciudad de Kunduz, recapturada, ahora flamea la bandera talibán, todo un símbolo del fracaso de las tropas aliadas occidentales en Afganistán. La retirada de las tropas de la OTAN le abrió literalmente las puertas a los talibanes para la toma del poder. Ahora, cientos de miles de afganos se encuentran huyendo del terror.
Imagen: Abdullah Sahil/AP/picture alliance
Un futuro incierto para los afganos
Farzia, de 28 años, perdió a su esposo en los combates contra los talibanes en la ciudad de Baghlan, al este de Kunduz, y ahora vive provisoriamente con sus dos hijos pequeños, de cinco y dos años, en un campo de refugiados en el parque Share-e-Naw, en Kabul, la capital afgana. Para muchos afganos como ellos, el futuro es incierto.