Alemania repatria por primera vez a una mujer miembro del EI
24 de noviembre de 2019
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Las autoridades alemanas repatriaron por primera vez a una mujer vinculada a Estado Islámico (EI), procedente de un campo de prisioneros del norte de Siria. Fuentes policiales informaron este domingo (24.11.2019) que la mujer, de 30 años, y sus hijos llegaron la noche del sábado al aeropuerto de Fráncfort. Se trata de la primera repatriación a Alemania de una persona mayor de edad y relacionada con la organización yihadista.
Según la edición digital del semanario Der Spiegel, la mujer, identificada como Laura H. y originaria del estado federado de Hesse -donde se encuentra Fráncfort- fue puesta en libertad tras llegar al país. El grupo familiar se encontraba en un campo de prisioneros controlado por las fuerzas de seguridad kurdas en el norte de Siria. Su repatriación fue posible tras semanas de gestiones con el Ministerio de Exteriores y una ONG estadounidense.
Tras ser liberados, fueron trasladados primero a Erbil, en el norte de Irak, y de ahí siguieron a Fráncfort en un vuelo regular de la aerolínea alemana Lufthansa. La mujer llegó presuntamente a Siria en 2016 para unirse a las filas del EI, aunque según su propia declaración se distanció luego del yihadismo. A su llegada a Fráncfort se le retiró el pasaporte y no podrá salir del Alemania.
Uno de sus tres hijos, cuyas edades no se han especificado, nació en Siria. Otro de los menores es ciudadano estadounidense, la nacionalidad del padre. Según Der Spiegel, Laura H. viajó a Siria en 2016 junto con el padre -originario de Somalia-, quien murió en combate en Siria. Antes de salir del país se les conocía ya cercanía o vínculos con la minoría radical salafista en Alemania.
Se sospecha que recogía donativos para el radicalismo islámico a través de un portal en internet dedicado a la venta de prendas de vestir, incluidos burkas y velos islámicos. El pasado agosto, las autoridades alemanas iniciaron las operaciones de regreso de menores. Se estima que desde entonces llegaron al país unos 80, en su mayoría huérfanos de ciudadanos alemanes que habían militado en las filas del EI.
Inicialmente el departamento de Exteriores había argumentado que no se daban las condiciones de seguridad necesarias para estas operaciones. El caso quedó a manos de la Justicia que, a instancias de un grupo de familiares residentes en Alemania, dictó sentencia a favor de los demandantes. (EFE)
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.