México dio a conocer en 2009 un Programa Especial de Cambio Climático (PECC) con el que el país se propone reducir en un 30% sus emisiones de efecto invernadero en el 2020, lo que se traduce en 250 millones de toneladas de emisiones de CO2 menos. Juan Mata Sandoval, Director General de Políticas de Cambio Climático de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y uno de los arquitectos de dicho programa, explicó en conversación con Deutsche Welle que el plan contiene un conjunto de 150 metas distintas de mitigación –aquellas que buscan reducir las emisiones en colaboración con la industria. Dicho programa ha sido cumplido hasta ahora en un 50%.

“Estamos a la mitad y nuestro reto es cumplir con el programa a finales de 2012”. El experto destacó que las mediciones realizadas por la Semarnat sobre los alcances realizados serán sometidos a un peritaje independiente de una entidad verificadora reconocida internacionalmente. Aunque hasta el momento el país ha realizado este esfuerzo con recursos propios busca ayuda internacional para proseguir con las medidas después de 2012. "Necesitamos financiamiento internacional complementario hacia el 2020 y 2050 y el acceso a tecnología".

Alianza Germano-Mexicana

Una Alianza Alemana - Mexicana para el Cambio Climático sellada en Berlín busca apoyar al país latinoamericano en dichos objetivos. Para ello se prevé involucrar a los gobiernos federal, estatales y el sector privado en México. Bajo la experticia de la GIZ el Ministerio alemán del Medio Ambiente (BMU) prevé destinar 3 millones de euros para la implementación de las metas de largo plazo contempladas en el PECC.

“Alemania está dispuesta a ayudar, ésta es precisamente parte de la cooperación bilateral para que podamos avanzar después del 2012 en acciones de mitigación adicionales y buscar el financiamiento que el gobierno alemán nos está ofreciendo para poder desarrollar acciones apropiadas de mitigación nacional”, destacó Mata Sandoval.

Unos 60 representantes de los gobiernos federales, estatales y de ciudades y sector privado de ambos países tomaron parte en el primer Foro Germano Mexicano de Diálogo sobre el Cambio Climático en Berlín, que deliberó durante dos días sobre los distintos aspectos en la lucha contra el calentamiento global. 

El fuerte crecimiento económico que ha registrado México durante las últimas décadas ha provocado una serie de problemas medioambientales. Distintos tipos de emisiones contaminan el suelo, el agua y el aire, y todavía un 30 % de residuos sólidos y un 80% de deshechos contaminantes no se separan y van a dar a los vertederos de basura.

Desafíos para las ciudades

Ese es el problema al que se enfrentan sobre todo las ciudades. Guadalajara, la segunda metrópoli, después de Ciudad de México, presentó en Berlín los logros alcanzados y los desafíos a los que se enfrenta. En colaboración con la empresa francesa Plastic Omnium, que ha trabajado ya con otros gobiernos locales, fue puesto en marcha un programa de educación ambiental con el que se ha reducido la generación de basura entre la población.

“Gracias a la instalación de unas papeleras inteligentes que cuentan con un software que avisa cuando se ha llenado en un 70% se ha reducido en 18% la generación de residuos en la vía pública”, afirma Brenda Ramírez, Secretaria Técnica de la Dirección General del Medio Ambiente y Ecología de dicha ciudad. Pero también la población ha mejorado sus hábitos. Como resultado de la sensibilización de la población, ésta genera menos basura. “De 1.7 kilos de basura por habitante por día, se ha reducido a 1.2 kilos”, dice Ramírez. Esto, considerando que la urbe cuenta con una población de 4.5 millones, es un ahorro considerable. Aún así se estima que la generación de basura asciende a 1.734 toneladas diarias.

Con fondos del Gobierno federal, la llamada "Perla Tapatía", situada en el oeste del país, ha promovido la separación de la basura para generar composta orgánica. “Con ello hemos dado mantenimiento a las áreas verdes y se ha promovido la agricultura urbana. También se está reforestando la ciudad con un programa que busca involucrar a la población y a los negocios locales en su mantenimiento”.

La representante jaliciense destaca que la política medioambiental en la ciudad tiene tiene una prioridad que va más allá de los partidos de quienes la gobiernen. “El gran reto es la separación y aprovechamiento de la basura y el relleno sanitario, utilizar el gas metano que se produce en los vertederos de basura. Otro reto es la reducción de emisiones, tenemos que reducir las emisiones de ozono provenientes del parque vehicular”, indica. Al igual que la Ciudad de México Guadalajara está construyendo una red de cilovías para promover la movilidad no motorizada y reducir emisiones.

"Necesitamos mecanismos más ágiles"

Por su parte, José Luis Funes, representante de la Asociación de Secretarías de Medio Ambiente de los Estados mexicanos, destacó la necesidad de que las políticas de cambio climático que son impulsadas a nivel federal lleguen con rapidez y puedan implementarse a nivel local por parte de los gobiernos estatales. “Necesitamos una coordinación más estrecha con el Gobierno federal en la implementación de políticas nacionales. Nos sentimos lejos de la toma de decisiones y también es difícil bajar los recursos a nivel local por complejas cuestiones de procedimiento. Necesitamos mecanismos más ágiles”, puntualiza.

Quien fuera representante de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo, destaca la asistencia de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ ). “La ayuda es a nivel normativo y en materia de planeación donde nos está apoyando con herramientas. Llevamos 5 años trabajando con la organización, antes GTZ, en Quintana Roo en materia de residuos sólidos y ha sido un caso muy éxitoso. Ya tenemos una ley y un reglamento estatal de residuos, así como un plan especial de manejo de éstos en casos de desastre, como la llegada de un fuerte huracán”, dice. “Hemos tenido muy buenos resultados en la cooperación con la agencia alemana y por eso estamos convencidos de seguir trabajando con ellos ahora en el cambio climático”.

Autora: Eva Usi

Editora: Emilia Rojas