La ministra de Medio Ambiente alemana pide que se ponga fin al consumo desechable. Ahora ha dado algunos pasos adelante. Entre otras cosas como la prohibición de las bolsas de plástico. Alemania no es un modelo a seguir.
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Parece haberse puesto de moda entre los ministros en Alemania traer material ilustrativo a sus ruedas de prensa. Mientras el ministro de transporte Scheuer carga con sus documentos para demostrar transparencia en la discusión sobre el peaje del automóvil, la ministra federal de Medio Ambiente, Svenja Schulze (SPD), trajo a la conferencia de prensa... un montón de desechos plásticos.
De eso se trata: de basura. Demasiadas cosas están hechas de plástico, que reaparece en los océanos y, por lo tanto, en los estómagos de muchos peces. Ahora la ministra quiere cambiar eso. El primer paso: las bolsas de plástico deben prohibirse lo antes posible. Desde 2016, dos tercios de las bolsas de plástico han podido ser sustituidas gracias a acuerdos voluntarios con minoristas. No obstante, eso no es suficiente. Durante mucho tiempo, la misma Schulze se había opuesto a dicha prohibición y señaló que las medidas voluntarias funcionarían bastante bien. Ahora llama una prohibición.
Alemania a la cola
En otros lugares del mundo es justo y legal. 61 países han prohibido la producción e importación de bolsas de plástico. Bangladesh comenzó en 2002. Casi diez millones de bolsas de plástico se tiraban cada día. La basura plástica aterrizó en todas partes, obstruyendo desagües y vías fluviales, contaminando agua potable y provocando inundaciones.
Un problema que también condujo a la prohibición del uso de plástico desechable en más regiones de la India. En Nueva Delhi, una ley fue adoptada en 2009 para bolsas de plástico finas, que se extendió en 2012. Desde 2017, no se puede usar plástico desechable.
En África, Ruanda fue el primer país en prohibir las bolsas de plástico en 2008. Los infractores se enfrentan multas e incluso penas de cárcel. Tras Ruanda, le siguieron otros países como Kenia, Marruecos, Mauritania y Sudáfrica. Mientras tanto, Tanzania, el quinto país más grande del continente por población, también emitió una prohibición. Los productores de bolsas de plástico se enfrentan con una multa de hasta mil millones de chelines tanzanos (unos 390.000 euros) o dos años de prisión.
Más que solo un símbolo
En Alemania, la Ministra de Medio Ambiente debe escuchar críticas. Desde las filas de su socio de coalición, la Unión Conservadora, algunos defienden que los incentivos son mejores que las prohibiciones. Otros apoyan que la prohibición de las bolsas de plástico no vaya más allá de la mera función simbólica; después de todo, las bolsas de plástico solo representarían el uno por ciento del total de desechos plásticos. Schulze no quiere que esto siga así: "Es un pequeño paso, pero incluso esos símbolos son importantes, también estoy hablando con los minoristas, quiero menos plástico en el supermercado".
Por lo tanto, se debe comenzar con un conjunto de medidas más completo. La Unión Europea ya ha decidido intensificar su acción contra los productos plásticos desechables. El pasado mes de mayo, los Estados miembros adoptaron una directiva de plásticos desechables que prohíbe ciertos productos de plástico desechables a partir de 2021. Estos incluyen productos para los cuales existen alternativas de otros materiales, como por ejemplo popotes, platos y cubiertos de plástico. Dentro de dos años, la directiva de la UE debe trasladarse a la legislación nacional.
Los fabricantes deben ser responsables
Las prohibiciones no deberían quedar solo como un instrumento. "Vemos que tenemos cada vez más plástico en nuestros parques, en las ciudades, en contenedores de basura públicos, lo cual es un gran problema", dice Schulze.
La Asociación de Empresas Municipales supone que los envases desechables representan aproximadamente dos tercios de los desechos que terminan en papeleras, parques o barrancos y que son recogidos por los barrenderos. Los municipios tienen que pagar por la limpieza, no los fabricantes de productos de plástico. Eso debería cambiar ahora. La ministra de Medio Ambiente anunció que las compañías que producen envases de comida rápida, vasos desechables para bebidas, bolsas de plástico y filtros de cigarrillos deberían participar en el futuro en los costos de limpieza y eliminación en áreas públicas.
El objetivo: un replanteamiento en la mente de las personas. Debe quedar absolutamente claro para todos que sencillamente no se puede continuar con los desechos plásticos.
(jag/jov)
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Nada se bota, todo se aprovecha: ideas innovadoras en América Latina
Con motivo del Día Mundial del Reciclaje, que se celebra cada 17 de mayo, DW repasa algunas de las soluciones más innovadoras en América Latina para aprovechar residuos y evitar generar más plástico.
Imagen: Gerhard Bär
Rumbo a la ansiada sostenibilidad
Cada año se producen en el mundo 300.000 toneladas de cerámica plástica, de las cuales 25.000 son residuos. A partir de este material, el colombiano Mauricio Esguerra, cofundador de la empresa Magment, creó un hormigón magnetizable que caracteriza por crear campos magnéticos y recargar vehículos eléctricos tanto estáticos como en movimiento. Una innovación reconocida en Alemania el pasado 2018.
Imagen: Magment
México le saca partido al aguacate
Las pajitas de plástico son unos de los principales productos que contaminan los océanos. Aunque existen alternativas con pajitas reutilizables hechas de metal, bambú o vidrio, en México, Scott Munguía creó Biofase, una empresa dedicada a la fabricación de utensilios hechos de plástico biodegradable a partir de restos industriales de hueso de aguacate como materia prima que se degradan en 8 meses.
Imagen: Biofase
Chile le dice 'chao' a las bolsas de plástico
Dos emprendedores chilenos sorprendieron al mundo con SoluBag, bolsas de plástico que se disuelven en un vaso de agua de manera instantánea. Esta innovación utiliza caliza en lugar de petróleo, una materia que una vez disuelta la bolsa, sólo deja carbono y no es dañina. Para confirmar la inocuidad del producto los inventores se suelen beberse su contenido en las presentaciones que llevan a cabo.
Imagen: Reuters/I. Alvarado
Una mirada joven al futuro en Ecuador
En Ecuador, Daniel Espinoza Díaz, estudiante de ingeniería civil, propuso usar el tallo que sostiene el fruto del banano para la fabricación de hormigón y usarlo en construcción. El tallo, llamado raquis, contiene fibras naturales que una vez extraidas y secadas son resistentes. Igualmente, evita fisuras y reparaciones costosas. La idea fue reconocida en los Premios Latinoamérica Verde de 2017.
Imagen: picture-alliance/F. May
Resolviendo problemas medioambientales y sociales en Argentina
Ganadores del "Desafío Google.org 2017”, los argentinos Fabián Saieg, Leandro Lima y Leandro Míguez crearon la ONG "EcoInclusión”, que aúna reutilización, reducción, inclusión y reciclaje a partir de la fabricación de ladrillos ecológicos de bajo costo. Se necesitan unas 20 botellas de plástico para cada ladrillo, que posteriormente se pueden utilizar para la construcción.
Imagen: Ecoinclusion
Viajes a cambio de botellas en Colombia
En Colombia, el reciclaje rima con viaje. La empresa Ecobox, que trabaja en asociación con Ecored, que recoge el plástico para reciclarlo, desarolla máquinas que canjean botellas de plástico, vidrio o latas por viajes de metro que se cargan en una Tarjeta Cívica. (En la foto, una máquina en la estación de metro de Universidad de Medellín). Una original medida que aúna reciclaje y transporte.
Imagen: Ecobox
Reciclaje en favor de los más necesitados
La Sachetera convierte los envases plásticos de leche y yogur en bolsas de dormir para personas que se encuentran durmiendo en la calle y productos impermeables para chicos de escuelas rurales. Iniciada por la modista Goga Dodero en 2013 en Béccar (Argentina), la iniciativa dispone de una decena de filiales en el país y se replicó en otros países de la región como Uruguay, Ecuador y Colombia.
Imagen: La Sachetera
Involucrando a los más jóvenes en Guatemala
Además de botellas de vidrio y de plástico usadas, los neumáticos viejos son otro de los materiales que la ONG Long Way Home reutiliza para construir casas. En San Juan Comalpa (Guatemala), se construyó un complejo educativo que también alberga una escuela técnica vocacional. De este modo, hasta los más pequeños aprenden a reutilizar la basura y a construir casas autosuficientes energéticamente.
Imagen: picture-alliance/maxppp/B. Bechard
Cepillarse los dientes sin remordimientos en Argentina
Aunque es recomendable cambiar de cepillo de dientes cada tres meses, esto genera muchos residuos plásticos. Afortunadamente, existen alternativas como los cepillos de madera o de bambú que empiezan a venderse en muchos lugares. También en Argentina, donde la compañía Meraki lanzó al mercado el primer cepillo de dientes biodegradable. El bambú con el que se fabrican los mangos puede ser degradado.
Imagen: Meraki
Cuando la basura se vuelve arte en México
Desde hace más de 20 años, el diseñador alemán Gerhard Bär crea objetos de arte y de uso diario a partir de basura. Con envases de botellas, bolsas de plástico y otros desechos que acabarían en la basura, el artista crea coloridos objetos de utilidad como mesas, sillas, lámparas, floreros, fruteros... Con su proyecto Social Plastics, ha llevado su experiencia a la comunidad de Miravalle, México.