Los Verdes alemanes quieren anular un acuerdo con Brasil “para el uso pacífico de la energía nuclear”, pero el Parlamento alemán votó a favor de prolongarlo, a pesar de la poca transparencia en cuanto a seguridad.
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El Gobierno alemán sigue apoyando el acuerdo nuclear germano-brasileño. El Bundestag rechazó el jueves (14.11.2019) una solicitud de los Verdes para cancelarlo. "La cooperación ha funcionado bien en muchas áreas durante muchos años”, dijo al respecto a DW la subsecretaria del ministerio alemán de Medio Ambiente, Rita Schwarzelühr-Sutter, del Partido Socialdemócrata (SPD). "Por el momento no se cancelará el acuerdo”. Este data de 1975 y prevé una cooperación para "el uso pacífico de la energía nuclear”, es decir, para la construcción de centrales nucleares. Fue firmado durante la dictadura en Brasil, por la junta militar brasileña y el entonces canciller alemán Helmut Schmidt (SPD).
Entretanto, miembros de los Verdes, como la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Bundestag, Sylvia Kotting-Uhl, creen que ya no hay motivos sensatos para que el acuerdo, que depende de una votación para su prolongación o su cancelación, siga en vigencia.
Ingenieros que creen en la energía atómica
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"Ya solicitamos la cancelación del tratado hace cinco años, y el Gobierno respondió que, a través de él, tenía la posibilidad de influir en los estándares de seguridad de las centrales atómicas de Brasil. Pero ahora se ve que eso no es cierto. Los estándares de seguridad en Brasil carecen totalmente de transparencia. El Gobierno de Alemania ni siquiera sabe cómo se ven”, dijo Sylvia Kotting-Uhl en entrevista a Deutsche Welle.
Bolsonaro "aspira a poseer armas nucleares"
Además, desde comienzos de 2019, en Brasil hay un hombre en el poder, el presidente Jair Bolsonaro, "que aspira, a largo plazo, a contar con armas nucleares", añadió Kotting-Uhl. Bolsonaro "quiere completar el ciclo de combustible, es decir, que el peligro de que también se acceda a material para armamento es muy grande”.
Los Verdes aducen en su petición que Alemania es un país que ya no confía en la energía atómica, y que por eso debería dar una señal clara ante Brasil. "El abandono de la energía atómica hasta 2022 por parte de Alemania debería marcar el camino para todas las actividades europeas e internacionales del Gobierno alemán. Entonces, este país podría ser un modelo para el abandono de la energía nuclear a nivel mundial”, subraya Sylvia Kotting-Uhl.
Brasil produce gran parte de su energía a través de centrales hidroeléctricas. Las dos centrales nucleares producen solo una pequeña parte de la energía y, tal vez en algún momento, se sume un tercer reactor. Para ese tercer reactor, Angra 3, ya han llegado varios componentes, provenientes de Alemania, a la ciudad sureña de Angra dos Reis. La localidad corre peligro de deslizamiento de tierras, y por eso no se comenzó con la construcción de la central atómica. Las partes provistas por Alemania, entretanto, son obsoletas, y corresponderían a la de una central atómica alemana hace tiempo desconectada.
Berlín no quiere más disputas
Después de que Alemania retirara los fondos para el Amazonas, en el verano boreal de 2019, lo cual provocó grandes animosidades con Brasil, el Gobierno alemán aparentemente quiere evitar ahora todo tipo de nueva disputa. Ya en diciembre de 2018, hace casi un año, Berlín argumentó, respondiendo a los Verdes, que "ni desde el punto de vista de política exterior, ni desde el punto de vista de política energética, existe la posibilidad de rescindir un acuerdo ni de negociar uno nuevo. El acuerdo nuclear (…) permite al Gobierno alemán, entre otras cosas, tener influencia en la mejora de la seguridad de las centrales atómicas en Brasil”.
Es decir, que el contrato continuará durante otros cinco años, a pesar de Bolsonaro, cuyo Gobierno planea ahora completar la construcción de la central nuclear Angra 3 en 2026. Los costos, originalmente de 2.100 millones de euros, ascienden ahora a 5.600 millones de euros.
(cp/ms)
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Estos nueve países tienen la bomba atómica
A 50 años de la firma del Tratado de No Proliferación, firmado en 1968 y respaldado en la actualidad por 193 países, aún hay más de 15 mil bombas nucleares en el mundo.
Imagen: Getty Images/AFP/E. Jones
Rusia, el del arsenal más grande
El arsenal nuclear más grande del planeta está en manos de Rusia, que no se conforma con sus 8.500 cabezas nucleares, sino que desde hace algún tiempo trabaja para modernizar tanto sus armas como sus sistemas de lanzamiento. Se estima que un cuarto de ellas están listas para ser utilizadas. La primera prueba atómica la realizaron los soviéticos en 1949.
Imagen: picture-alliance/dpa/epa7S. Ilnitsky
EE.UU., país pionero
El primer país que probó la bomba fue Estados Unidos, que además es el único que la ha usado en un conflicto bélico: En 1945 lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki, en Japón, dos artefactos que causaron una destrucción nunca antes vista y apuraron la rendición del imperio. Estimaciones serias afirman que EE.UU. posee unas 7.700 cabezas nucleares. En la foto, un ensayo en el atolón de Bikini, en 1946.
Imagen: Imago/United Archives International
Francia, siempre lista
La mayoría de las 300 bombas atómicas que posee el arsenal nuclear de Francia están en submarinos, mientras que una cifra menor está a disposición para ser lanzada desde aviones. El ejército galo es el único que tiene la totalidad de su arsenal listo para ser utilizado. En la imagen, un test llevado a cabo por los franceses en el atolón de Mururoa, en la Polinesia.
Imagen: AP
Reino Unido, confiado en su fuerza submarina
El tercer miembro de la OTAN que posee bombas atómicas es Reino Unido. Con un arsenal estimado en 215 ojivas, es el tercero que se sumó al club de los países poseedores de la bomba gracias al ensayo realizado en 1952. La mayoría de su capacidad nuclear está desplegada en submarinos y se estima que de todo su arsenal, 120 ojivas están listas para ser utilizadas. En la foto, un test de 1957.
Imagen: Getty Images/picture-alliance / United Archives
China es la cuarta potencia
Con un poder nuclear estimado en 250 ojivas, China fue la cuarta potencia mundial en sumarse al club y la tercera en cuanto a número de armas nucleares. Desde que en 1964 realizó su primer ensayo, el país más poblado del planeta ha mantenido de forma estable el número de su arsenal, que puede ser utilizado tanto desde el aire como también el mar y posiciones en tierra.
Imagen: picture-alliance/Xinhua/Pang Xinglei
India, con los ojos en Pakistán
El 18 de mayo de 1974 India realizó "Smiling Buddha", la primera prueba nuclear de su historia. Desde entonces no ha detenido sus planes, y permanentemente aumenta el tamaño de su arsenal y la capacidad operativa. Se estima que tiene hasta 110 ojivas, aunque ninguna de ellas estaría lista para ser utilizada. Su permanente conflicto con Pakistán es la excusa india para justificar su arsenal.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M.Swarup
Pakistán, con los ojos en India
Cuando en 1998 India realizó su primer test termonuclear, Pakistán decidió que había llegado la hora de tener su propio arsenal atómico. Sus planes al respecto son extremadamente secretos, pero expertos estiman que ha incrementado su capacidad hasta sumar 140 ojivas, ninguna de las cuales estaría lista para ser lanzada.
Imagen: picture-alliance/dpa
Israel, la eterna sospecha
Israel es el único país del club atómico que nunca ha confirmado poseer la bomba atómica, aunque tampoco ha negado esa información. Los expertos consideran que tiene hasta 200 ojivas nucleares (el número más probable es 80), y se especula sobre la posibilidad de que en 1979 hubiera realizado un test ultrasecreto, el que es conocido como "Incidente Vela".
Imagen: Getty Images/AFP/T. Coax
Corea del Norte, el novato
En 2006 Corea del Norte realizó su primer ensayo nuclear, asegurando que formaba parte de un plan militar para protegerse de un eventual ataque de Estados Unidos. Desde entonces ha realizado numerosas pruebas que le significaron el aislamiento internacional y una serie de sanciones. Su arsenal estaría compuesto, cuando mucho, por 60 cabezas nucleares.