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Alemania: ¿sin impulso para reformas?

19 de diciembre de 2004

Las negociaciones para la reforma del federalismo alemán fracasaron tras un año de conversaciones. Para algunos esto demuestra la falta de flexibilidad germana que impide su progreso, pero no todos tiran la toalla.

Stoiber (izq.) y Müntefering reconocen el fracaso.Imagen: AP


El objetivo principal de la comisión era un nuevo reparto de competencias entre la administración federal y las de los länder, los estados federados, para que los procesos legislativos “sean más ágiles y transparentes”. Ambas partes lamentaron el fracaso, que atribuyeron a la falta de acuerdo sobre el reparto de las competencias en el sector educativo, y se reprocharon mutuamente no haber alcanzado un consenso.

A pesar de este resultado, los negociadores principales, el primer ministro bávaro, el conservador Edmund Stoiber, y el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Franz Müntefering, subrayaron la necesidad de seguir esforzándose por una reforma del federalismo.

Reparto de poder

El modelo alemán es bicameral Pero la influencia de la Cámara Alta, el Bundesrat o cámara de las regiones, ha ido en aumento. Actualmente está en condiciones de vetar el 60% de las leyes. Por lo tanto el sistema se puede bloquear sobre todo cuando la oposición controla el Bundesrat. La comisión del federalismo para conducir la reforma, integrada por representantes del Bundesrat y del Bundestag (o Cámara Baja), pretendía que la capacidad de bloqueo se redujera a un 35% de las leyes a cambio de otorgar más competencias a los länder.

La reforma fracasó, de momento, al menos, ante la imposibilidad de lograr un acuerdo entre el Estado central y los länder sobre el reparto de competencias educativas, especialmente en el terreno universitario.

Stoiber dijo que la solución tan sólo se planteaba “en paquete”. Por su parte Münterfering, que negoció por parte del Bundestag, se mostró comprensivo ante la negativa del Estado a ceder todas las competencias. Después de todo, el gobierno no podía declarar la educación como el objetivo político prioritario del futuro y al mismo tiempo ceder totalmente esa responsabilidad.

"En este país lo más importante que tenemos que mejorar es la instrucción pública, incluyendo la enseñanza universitaria. El gobierno tiene responsabilidad en todo esto y no puede quedarse afuera", dijo el presidente del SPD.

Reacciones

Una de las reacciones más sonadas fue formulada por el Presidente alemán, Horst Köhler. El antiguo director gerente del Fondo Monetario Internacional, acostumbrado a enfrentar problemas de manera ejecutiva, no disimuló su desilusión ante el fracaso de las negociaciones sobre la reforma del federalismo. Köhler espera ahora que las conversaciones continúen tan pronto como sea posible sin care en la tentación de postergar el asunto hasta pasadas las próximas elecciones generales, previstas para el 2006.

El Presidente Köhler está acostumbrado a un tono ejecutivo.Imagen: AP

Por su parte el ex Presidente Roman Herzog, quien encabeza la “Convención para Alemania”, dedicada a reformar y modernizar las instituciones nacionales, dice no entender el fracaso a partir de diferencias en materia educativa. Para Herzog, la reforma del federalismo es “una cuestión vital para la república”.

También las reacciones a nivel federal indican que existe voluntad política para no dar un carpetazo y continuar con las negociaciones. Ahora, algunos estados federados presionan al gobierno central en Berlín con la esperanza de recibir alguna señal del Ejecutivo para retomar las conversaciones luego de las fiestas, en el mes de enero.

Así las cosas, la sensación de fracaso se puede revertir en una lección sobre la amplia preocupación que genera la reforma del federalismo en Alemania. Por lo tanto, existe un fundamento para efectivamente seguir adelante.