El Gobierno federal ha prohibido un arenga pública del presidente turco Recep Tayyip Erdogan en Alemania. Unos se alegran, otros se enfadan.
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La prohibición de un discurso público del líder turco en suelo alemán ha dividido profundamente a partidarios y detractores de Erdogan.
El portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin, calificó el veto de Berlín como una "decisión electoral a corto plazo", advirtiendo a Alemania "no repetir el terrible error de la campaña del referéndum". Una respuesta no precisamente moderada.
Kalin tildó también la prohibición de que un político turco agite a sus connacionales en Alemania como "una prueba del doble rasero de los que quieren darle a Turquía enseñanzas sobre democracia, derechos humanos y libertades". Y acusó además, a los "europeos de apoyar a organizaciones terroristas, golpistas e ilegales".
El Gobierno turco ataca principalmente al candidato a la cancillería de la socialdemocracia alemana Martin Schulz, quien dijo en el periódico Bild: "A los políticos extranjeros que pisotean nuestros valores, no se les debe permitir lanzar arengas agitadoras en Alemania". Schulz busca "restringir la libertad de expresión y de reunión", concluyó entonces el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ankara.
Un propuesta de Alemania a Erdogan
El ministro turco de Asuntos Europeos, Omer Celik, dijo, por su parte, que los derechos fundamentales para ciertos políticos alemanes eran "mera retórica, usada como instrumento con fines políticos”.
Pero no sólo el Gobierno de Ankara critica duramente a Alemania, lo hace también el líder de la oposición turca Kemal Kılıçdaroğlu, que considera el veto un "error": "Erdogan debe ir a Hamburgo y poder hablar a sus propios ciudadanos", dijo Kilicdaroglu.
Esta vez, los medios turcos han reaccionado con mucha más cautela a la prohibición de dar arengas políticas en suelo ajeno. Aunque la prensa oficialista muestra la lealtad esperada. El diario Yeni Safak, por ejemplo, habla de una " abierta hostilidad ", de Alemania frente aTurquía. Takvim, por su parte, titula: "Tienen miedo, como siempre."
En Alemania, el líder parlamentario de Los Verdes, de origen turco, Cem Özdemir, respondió con palabras claras y comprensibles: "Le propongo al presidente Erdogan que, si libera a todos los presos políticos, estamos dispuestos a debatir públicamente sobre democracia y el futuro de Turquía".
Christoph Hasselbach (JOV/MS)
Escritores perseguidos en el mundo: 7 casos
Innumerables escritores, publicistas y periodistas son perseguidos; la libertad de expresión está siendo atacada en algunas partes del mundo. Les mostramos siete casos.
Cesario Alejandro Félix Padilla Figueroa es miembro fundador del PEN Club Honduras. Durante años, tuvo que enfrentarse a la vigilancia estatal. Ahora se enfrenta a una pena de cárcel de muchos años. Esta asociación mundial de escritores ha hecho llamados a favor de Padilla y otros estudiantes que están siendo perseguidos por hacer uso de la libertad de expresión.
Imagen: PEN International
China - Gao Yu
El Gobierno alemán ha intentado varias veces ayudar a Gao Yu. Esta renombrada periodista china ha sido condenada repetidamente a grandes penas de prisión por criticar el sistema político de su país en sus árticulos. Gao Yu ha trabajado para Deutsche Welle.
Imagen: AFP/Getty Images/M. Clarke
Egipto - Ahmed Naji
Este escritor egipcio, Ahmed Naji, está cumpliendo una pena de dos años en prisión por "violación del pudor público". Escribió una novela que incluía una escena de sexo y un lector lo demandó, aduciendo que el contenido había hecho fluctuar los latidos de su corazón.
Imagen: PEN International
Arabia Saudí: Raif Badawi
El destino de este blogger de Arabia Saudí provocó titulares en todo el mundo. A este activista de internet. su página web "Free Saudi Liberals" le costó la pena de 10 años de prisión y 1.000 latigazos por "insultar el islam". El Parlamento Europeo lo premió en 2015 con el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, que le fue entregado a su esposa.
Imagen: privat
Israel - Dareen Tatour
La policía de Israel arrestó a la poetisa Darenn Tatoru en octubre de 2015. Fue acusada de "apoyar a una organización terrorista" e "incitación a la violencia" a través de sus poemas.
Imagen: PEN International
Turquía: Asli Erdogan
La autora de siete novelas, Asli Erdogan, trabajó como periodista hasta que fue arrestada en agosto de 2016 en su apartamento de Estambul, un mes después del fracasado golpe de Estado. A principios de noviembre, hizo un llamamiento urgente a los líderes mundiales desde la hostil prisión prisión de Bakirkoy, donde está encarcelada.
Imagen: PEN International
China - Gui Minhai
Crítico con el régimen de su país, el escritor Gui Minhai vivió en Hong Kong, donde dirigía la editorial Mighty Current. En octubre de 2015 desapareció de repente durante una visita en Tailandia. Los observadores sospechan que su desaparición está relacionada con el libro publicado por Gui sobre una antigua amante del presidente chino Xi Jinping.
Autor: Stefan Dege