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Alemania-Turquía: una relación toca fondo

2 de marzo de 2017

El caso de Deniz Yücel, periodista detenido en Estambul, tensa aún más las ya difíciles relaciones entre Berlín y Ankara. Por si fuera poco, Erdogan quiere venir ahora a hacer proselitismo político en Alemania.

Deniz Yücel
Deniz Yücel, corresponsal del diario alemán “Die Welt” en Turquía.Imagen: picture-alliance/dpa/K. Schindler

Angela Merkel, la canciller federal alemana, dijo este miércoles (01.03.2017) que "el Gobierno alemán hará todo lo posible para que Yücel sea puesto en libertad”. El corresponsal del periódico Die Welt, que posee las nacionalidades alemana y turca, se halla desde el lunes en una prisión turca. Las autoridades lo acusan de apoyar a organizaciones terroristas. Como a muchos otros periodistas críticos.

El caso Yücel

El caso tensa nuevamente las relaciones germano-turcas, tan malas como pocas veces antes. En Alemania se observa con asombro cómo el presidente Erdogan transforma su país en una autocracia, sino en algo peor. Después de la detención, Alemania invitó a conversar al embajador turco en Berlín. No fue, sin embargo, citado, lo que hubiera sido una reacción diplomática aún más dura. La razón: Alemania y Turquía tienen relaciones sumamente complicadas, pero estrechas. Estas son las razones.

Turcos en Alemania

En Alemania viven más de tres millones de personas con pasaporte turco o raíces turcas. No obstante, Angela Merkel, siempre fue escéptica en cuanto a un ingreso de Turquía a la UE, prefiriendo una "asociación privilegiada”. Las conversaciones para un eventual ingreso están congeladas desde que Erdogan redobla la represión contra los críticos de su régimen.

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Problemas PKK y Gülen

Turquía acusa a Alemania desde hace años de no proceder con el rigor necesario contra miembros del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Ankara le exige ahora ser más rigurosa también con los miembros del Movimiento Gülen, al que Erdogan acusa de haber inspirado el intento de golpe de julio de 2016. El Gobierno alemán dice, por su parte, que Turquía deja pasar con destino a Siria o Irak a seguidores del Estado Islámico, también provenientes de Alemania.

Controvertido acuerdo sobre migrantes

El tema más explosivo es el acuerdo UE-Turquía sobre la cuestión de los migrantes. Desde el año pasado, los migrantes que llegan a Grecia ilegalmente provenientes de suelo turco son devueltos a Turquía. Eso impide que, como en 2015, cientos de miles de solicitantes de asilo lleguen a Alemania. Ese acuerdo es prácticamente la medida más eficiente en la política de migración de la UE. Turquía lo sabe y juega conscientemente esa baraja.

Armenia

Una gran disputa desató en junio de 2016 una resolución del Bundestag alemán en la que las masacres de 1915 y 1916 en el Imperio Otomano fueron calificadas de genocidio. Diputados con raíces turcas fueron presionados públicamente a no votar a favor. Desde la resolución, las relaciones germano-turcas son más frías aún.

Incirlik

Relativamente menor es, en comparación, el debate permanente en relación con el estacionamiento de soldados alemanes en la base aérea de Incirlik, en el sur de Turquía. Desde 2016 se hallan estacionados allí aviones alemanes de reconocimiento del tipo Tornado, que participan en la lucha contra los terroristas en Siria. Turquía negó varias veces a ministros y diputados alemanes la posibilidad de visitar la base, sobre todo después de la resolución con respecto a Armenia, aunque más tarde sí cedió. 

Visitas de Erdogan

Erdogan quiere venir a Alemania a fines de marzo o comienzos de abril. No para reunirse con el Gobierno alemán, sino para abogar entre los turcos que viven en Alemania por un sí en el referendo con el que el 16 de abril quiere arrogarse más poderes. Aproximadamente 1,6 millones de turcos en Alemania pueden votar. Ya en 2008 y 2014, mitines políticos de Erdogan en Colonia, pomposamente escenificados, había desatado grandes debates en Alemania acerca de su pertinencia.