En Alemania, alquilar una casa o un departamento sigue siendo lo más común. Según una estadística, en 2018 sólo el 42 por ciento eran propietarios, mientras que el 58 por ciento eran inquilinos de sus viviendas. Este es el índice de propiedad más bajo de toda la Unión Europea.

Después de la Segunda Guerra Mundial una gran parte de las casas en Alemania fueron destruidas y bombardeadas. Había una gran escasez de viviendas y poco capital privado, por lo que se promovió fuertemente la construcción de viviendas sociales en Alemania Occidental. En la RDA, la propiedad privada estaba mal vista, como parte del capitalismo. Hoy en día esto está cambiando poco a poco.

Quien quiera alquilar un departamento nuevo debe tener cuidado de no pagar demasiado. En Alemania, existe un "nivel de alquiler" para cada ciudad, que da información sobre el promedio de los precios de viviendas de alquiler en la región o el distrito. A finales de 2018, los alquileres más altos se pagaban en Múnich: en promedio los inquilinos gastaron 17,86 euros por metro cuadrado.

Si está planeando vivir en Alemania, tiene que decidir algunas cosas antes de buscar vivienda. ¿Prefiere un apartamento de construcción antigua, un chalet con jardín o un ático en el centro de la ciudad. ¿Quiere vivir solo, en pareja, o busca una habitación en un piso compartido? Los precios pueden ser muy diferentes.

Si quiere alquilar un apartamento, prepárase para una feroz competición, al estilo de búsqueda de talentos. Es absolutamente necesario visitar primero el departamento y presentarse como el inquilino perfecto. Cuestiones personales, incluyendo preguntas sobre hábitos y solvencia son más que comunes. Sin embarg,o preguntar por la nacionalidad o la planificación familiar no está realmente permitido.

Un alquiler puede ser "caliente" (warm) o "frío" (kalt) en Alemania, es decir: con o sin gastos adicionales, como la calefacción. El alquiler "frío" se paga sólo por la habitación sin gastos de calefacción ni expensas comunes, mientras que el alquiler "caliente" suele incluir calefacción, electricidad y agua.

Al principio de alquilar un apartamento, el inquilino debe pagar un depósito. Al final del alquiler, este se devuelve al inquilino si no se encuentra ningún daño o no quedan pendientes ningunos otros costos. Normalmente el depósito suele ser de tres meses de alquiler.

"¿Cómo que no hay cocina?": las casas y departamentos que se ofrecen en alquiler en Alemania carecen casi siempre completamente de muebles, ni siquiera tienen un horno o un refrigerador. Es muy común que el inquilino anterior quiera vender su cocina, con suerte, con un descuento. Si no, hay que estar preparado para instalar la cocina propia.

Cuando ya esté todo arreglado y listo para la mundaza queda solamente una última cuéstion: ¿dónde aparcar el coche? En muchas ciudades o distritos alemanes se requieren permisos de estacionamiento que debe ser solicitados en las oficinas de registro domiciliario.

Con departamento alquilado, cocina instalada, permiso de estacionamiento adquirido, ¡ahora solo falta la fiesta! Después de la mudanza, muchos alemanes organizan una fiesta de inauguración para agradecer a todos los que ayudaron con la mudanza, conocer a sus vecinos y presentar su nuevo hogar. Regalar a los nuevos inquilinos sal y pan es una antigua tradición que aún persiste.