Debido al largo período de negociaciones para formar un gobierno de coalición tripartita, el Bundestag está frenado, pero recurre a un truco para operar.
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El Parlamento se ha reunido solo una vez desde las elecciones generales en septiembre pasado: con motivo de su reunión constitutiva del 24 de octubre. Ese día, los 709 diputados eligieron al veterano Wolfgang Schäuble como el nuevo Presidente del Parlamento. ¿Está el Parlamento conminado a la inactividad, aún cuando los diputados son elegidos directamente y no reciben órdenes ni dependen del Ejecutivo?
A pesar de ello, la lenta formación de un gobierno está impidiendo el pleno funcionamiento del Bundestag: la mayoría de los diputados quiere esperar y ver quién obtiene qué puesto ministerial y cómo el nuevo gobierno reorganiza los ministerios a cargo de los temas clave como inmigración, mundo digital o energía.
Un comité para emergencias
Por lo general, las más de 20 comisiones del Parlamento reflejan la distribución de personal acordada en las negociaciones para la formación de la coalición. He aquí la fuente del problema: mientras el nuevo gobierno no sea establecido, el Bundestag no tiene la guía de instrucciones para conformar las comisiones.
Por estos días tienen que ser prolongadas seis misiones de paz del Bundeswehr en el exterior. Operaciones que requieren de aprobación parlamentaria. Para estos casos se forman gremios que asumen el trabajo, recomiendan y dirigen el funcionamiento del Bundestag. El próximo martes, durante la segunda reunión del pleno desde su sesión inaugural, el Bundestag instalará por ello una especie de "super comité”, llamado "Comisión Principal", a la que pertenecerán 47 miembros de todos los partidos políticos y tendrán a cargo el asesoramiento de cosas urgentes como la extensión de las operaciones del Bundeswehr en el norte de Irak, Afganistán y en Mali.
"Aquí es donde palpita la democracia"
Tras las elecciones de 2013, el Bundestag estuvo en una situación similar: las negociaciones de la coalición CDU/CSU y SPD tomaron tanto tiempo que el Parlamento tuvo que elegir, por primera vez en su historia, un "super comité".
Mientras todas las demás fracciones han aceptado la situación, el partido La Izquierda exigió constituir los cuatro principales comités técnicos, como defensa y exteriores, de inmediato, toda vez que estos no tendrían nada que ver con la formación de la coalición. "Ya fuimos elegidos. Así que debemos empezar a trabajar", dijo Jan Korte, jefe de la fracción parlamentaria La Izquierda. Una petición que fracasó.
Y eso, a pesar de que el llamado del anterior presidente del Parlamento, Norbert Lammert, iba en esa dirección: "El Bundestag no debe tener ningún complejo de inferioridad frente al Ejecutivo, porque aquí es donde palpita el corazón de la democracia".
Nina Werkhäuser (jov/vt)
Once costumbres alemanas en la oficina
Almuerzos cortos, una copa de espumante a horas inusuales y saludarse en el ascensor: algunas de estas costumbres alemanas en la oficina sorprenderán a los empleados extranjeros.
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La puntualidad es esencial
Llegar puntualmente al trabajo es uno de los principales requisitos para los trabajadores germanos. En Alemania, esto significa llegar cinco minutos antes del comienzo de la jornada laboral. Llegar diez minutos antes, en cambio, puede ser demasiado temprano, sobre todo si no se tiene la llave de la oficina.
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Saludarse en el ascensor
Aquellos que trabajan en un edificio de varios pisos conocerán esta costumbre: los alemanes suelen saludarse en el ascensor y a veces incluso se despiden con un “tschüß” (adiós) al salir del elevador. Este pequeño ritual puede llegar a repetirse varias veces a lo largo del día, pero es preferible a un silencio embarazoso.
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Reglas estrictas en torno al café
El primer día de trabajo en una nueva oficina se conoce a los colegas y se familiariza con el nuevo lugar de trabajo, entre otras cosas con la máquina de café. A los amantes de esta bebida se les recomienda poner atención a las costumbres de su empresa en torno a la preparación del café. Por lo general, los colegas de una oficina se turnan para preparar café para los demás y limpiar la máquina.
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Respetar las jerarquías
Es necesario respetar las jerarquías a la hora de dirigirse a un colega: el “Du” (tú) es informal y el “Sie” (usted) formal. Siempre se recomienda usar el “Sie” hasta que un colega ofrezca que se le tutee. También se considera un error no informar a los jefes de un problema que al principio pueda parecer insignificante, pero que puede convertirse en un problema mayor.
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Montañas de papel
Alemania es uno de los países con mayor consumo de papel a nivel mundial: en promedio, un alemán utiliza 250 kilogramos de papel al año. Si bien se podría reducir este consumo, en las oficinas germanas se suele apuntar casi todo. Y es que la palabra escrita tiene mayor peso que todo lo demás.
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Un almuerzo corto
Los empleados procedentes de países de la región del Mediterráneo, acostumbrados a una pausa de dos horas para almorzar, seguramente se sorprenderán de que en Alemania el almuerzo suele durar solo media hora. Al medio día es común saludarse con “Mahlzeit” (provecho).
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No puede faltar el pastel
En el trabajo se presentan muchas oportunidades para organizar pequeñas fiestas. Los novatos, por ejemplo, acostumbran llevar pastel a la oficina. Esta es una buena oportunidad para presentarse y conocer mejor a los colegas. Tampoco suele faltar pastel cuando un colega cumple años o deja el empleo.
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Un brindis nunca está de más
El pastel no necesariamente se acompaña solo con café. En muchas oficinas alemanas es más común brindar con una copa de vino espumante, independientemente de la hora. Para aquellos que no beben alcohol, casi siempre se ofrece jugo de naranja como alternativa.
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Tocar y entrar
Cuando la puerta de la oficina de un colega está cerrada -y en las oficinas alemanas generalmente están cerradas-, basta con tocar antes de entrar. No es necesario esperar hasta que uno sea invitado a pasar.
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Excursiones con los colegas
Algunos alemanes separan estrictamente la vida privada de la laboral. Sin embargo, muchas empresas organizan actividades conjuntas para que los colegas se puedan conocer mejor. Al participar en estas excursiones se demuestra interés en el equipo y la empresa. Y no hace falta hablar del trabajo.
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Cuando llega el fin de semana
En Alemania el fin de la jornada laboral se conoce como “Feierabend” (noche de fiesta). No obstante, esto no significa que saliendo del trabajo todos los germanos vayan a festejar a una discoteca o a un bar. Después del trabajo -y sobre todo los viernes- la mayoría de los alemanes prefiere llegar a casa lo más pronto posible, para disfrutar ahí de una cerveza bien merecida.