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Arqueros en abundancia

Daniel Martínez14 de noviembre de 2013

El fin de semana debutará con la selección el arquero Roman Weidenfeller, un veterano jugador de 33 años que llega al equipo nacional con retardo por culpa de la abundancia de porteros de calidad que existe en Alemania.

Imagen: picture-alliance/ZB

Roman Weidenfeller, el arquero del Dortmund, no encontró en los albores de su carrera espacio en la selección alemana pues allí estaban gigantes de la talla de Oliver Kahn, Jens Lehmann y Jörg Butt. Después, cuando se dio el cambio generacional, ya estaba muy mayor y los llamados fueron otros, los más jóvenes: Manuel Neuer, Rene Adler y Tim Wiese.

El Mundial de Brasil 2014 podría ser la última oportunidad para Weidenfeller, uno de los mejores porteros de Europa en la actualidad, de defender los colores de su país en un gran evento futbolístico. Detrás de él vienen pidiendo espacio varios jugadores de menos edad y con enorme talento: Bernd Leno (Leverkusen), Marc-André ter Stegen (Gladbach), Kevin Trapp (Fráncfort), Ron-Robert Zieler (Hannover), y Sven Ulreich (Stuttgart), son apenas algunos de los nombres más destacados en esta lista.

Talento de sobra

Si hay algo que no escasea en el balompié de Alemania son los buenos arqueros, y entre ellos la competencia por los pocos cupos en el equipo nacional es más intensa que en cualquier otra posición. Roman Weidenfeller es el mejor ejemplo de ello. Al campeón del 2011 y 2012 con el Dortmund, los títulos no consiguieron acercarlo a la selección del entrenador Joachim Löw, quien apenas ahora, después de tres excelentes temporadas tanto en la Bundesliga como en la Champions League, lo convocó.

La calidad de los porteros alemanes está reflejada también en su presencia en el campeonato local. El 77 por ciento de los equipos de la primera división de la Bundesliga le ha entregado la custodia de sus arcos a jugadores nacionales, una estadística impresionante cuando se le compara con la de otras ligas importantes de Europa, donde más de la mitad de los arqueros son importados de otros países,

“Así se recompensa la excelente formación. Ahora es normal que los equipos en las divisiones inferiores y categorías infantiles tengan un entrenador de arqueros”, explicó Toni Schumacher, campeón en el arco de Alemania de la Eurocopa 1980, la abundancia de buenos arqueros en diálogo con el portal de la Federación Alemana de Fútbol. Su opinión la ratificó Andreas Köpke, el hombre que más sabe del tema en el país.

La clave es empezar temprano

Köoke es el entrenador de arqueros de la selección y parte de su trabajo es empaparse de los planes de entrenamiento de jugadores en esa posición en las diferentes categorías del balompié alemán. “Esto es el fruto de los centros de rendimiento que crearon los diferentes clubes después de la Eurocopa del 2000. Allí, desde entonces, se ha preparado tempranamente a los chicos para las exigencias profesionales de la mano de los muy buenos entrenadores de arqueros trabajando en el fútbol base”, contó Köpke a la Revista 11 Freunde.

Ya en los equipos infantiles los arqueros aprenden el nuevo concepto que exige Alemania en la posición: se les involucra mucho más en las charlas tácticas, se los integra a los entrenamientos de grupo, especialmente en los ejercicios de pases, se les enseña a dominar el espacio de 20 metros aledaño al área chica, y se les enfatiza la importancia de ser un jugador más del equipo, de actuar como último defensa y primer atacante al momento de realizar sus despegues.

Roman Weidenfeller, del Dortmund, tardó en llegar a la selección porque en Alemania abundan los buenos arqueros.Imagen: picture-alliance/augenklick/firo Sportphoto

“Lo más importante es el dominio del juego de transición, pues ellos son ficha clave al momento de cambiar los ritmos y acelerar o desacelerar los partidos”, explica Köpke el máximo valor de la nueva generación de arqueros alemanes.

El legendario Sepp Maier, arquero campeón del mundo en 1974, asegura que el talento alemán siempre ha abundado en esa posición. “Nosotros siempre hemos tenido buenos arqueros, y creo que somos la única selección del mundo que nunca ha tenido problemas para llenar ese puesto bajo los tres palos”. Y esa es la razón por la cual Roman Weidenfeller tuvo que esperar a cumplir los 33 años para ser invitado por primera vez al equipo nacional.

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