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Alemania, una figura secundaria en la crisis venezolana

22 de febrero de 2019

Aunque Alemania también apoya a Guaidó, será Venezuela misma quien decida sobre su destino, junto con EE. UU., Rusia y China. Alemania debe tratar de evitar todo tipo de violencia, advierte experta.

Imagen: Reuters/J. Carlos Ulate

¿Sabrá Nicolás Maduro que aún cuenta con algunos fieles seguidores en Alemania? El presidente venezolano puede seguir confiando, al menos, en el apoyo del partido alemán La Izquierda.

El jefe de la fracción parlamentaria de La Izquierda, Jan Korte, criticó severamente la decisión del gobierno alemán de reconocer al autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. Según él, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, "totalmente carente de un punto de vista”, se puso del lado "del fascista Bolsonaro y del ‘construyemuros' Trump”. Es un "lógica sin sentido”, dijo, no proceder con la misma dureza contra regímenes autoritarios como los de Egipto y Turquía, por ejemplo. "Ahí se mide con otra vara”, añadió.

"Touché”, podría decirse en cuanto a la comparación de Venezuela con Egipto y Turquía. Sin embargo, es un duro golpe al que Jürgen Hardt no quiere dejar de responder. El portavoz de política exterior de la fracción de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en el Parlamento y jefe del Grupo de Trabajo del Ministerio alemán de RR. EE. señaló en entrevista con DW que se trata de una acusación ridícula: "El único poder democráticamente legítimo en Venezuela es el Parlamento, que fue elegido democráticamente hace tres años. Incluso el nombramiento de Juan Guaidó como presidente interino está en concordancia con la Constitución venezolana”, indicó. En su opinión, Guaidó es el presidente legítimo de la transición política hasta que se realicen elecciones presidenciales. "¿De qué lado debería ponerse entonces Alemania si no del lado de la Constitución venezolana y de la democracia?”, planteó Hardt.

Ahora bien, a fines de enero, Alemania anunció que, si Maduro no llamaba a nuevas elecciones en el lapso de una semana, reconocería al opositor Guaidó como presidente interino de Venezuela. El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, tuiteó que era necesario llamar a "elecciones libres y justas”. El ministro alemán de RR. EE. dijo que Maduro no era el presidente democráticamente electo de Venezuela. Y añadió que la situación en el país sudamericano era "insoportable”, ya que Maduro "pisoteaba la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho”.

Heiko Maas, ministro alemán de Exteriores.Imagen: picture-alliance/dpa/F. Seco

El partido Los Verdes, por boca del diputado Omid Nouripour, subrayó que Maduro había convertido el modelo socialista de Hugo Chávez en una "cleptocracia”. Y que "por eso apoyar a Maduro no significa ser de izquierda.” A todo esto, Maduro no llamó a elecciones, y el plazo impuesto por Alemania expiró.

Mientras la Unión Europea no llegaba a una línea común con respecto a Venezuela -dado que Italia bloqueó una declaración conjunta de los 28 países miembros- la canciller alemana, Angela Merkel, anunció a comienzos de febrero, durante una visita a Japón, que Guaidó era "el presidente interino legítimo según el punto de vista de Alemania”, y, de ese modo, el interlocutor válido para este país: "Guaidó es la persona con la que hablamos y de quien esperamos que inicie lo antes posible un proceso electoral”. Para que eso no quedara solo en palabras, Heiko Maas llamó por teléfono a Guaidó y le aseguró el apoyo de Alemania, que también contribuiría con ayuda humanitaria tan pronto como lo permitiera la situación en Venezuela.

¿Pero ese reconocimiento de Guaidó está realmente respaldado por el derecho internacional? El partido La Izquierda lo duda, y encargó un peritaje al Parlamento, que llegó a la conclusión de que, de hecho, el reconocimiento internacional de Guaidó plantea dudas en lo que atañe al derecho internacional. Claramente hay "razones de peso para suponer” que esto es una injerencia en asuntos internos de otro país, dice el estudio, de siete páginas. Y aclara que la pregunta sobre si se trata de una intromisión inadmisible está "absolutamente justificada”.

Al ministro de RR. EE. alemán eso parece no intranquilizarlo. Entretanto, Berlín apuesta un cien por ciento por Guaidó. Y solo ofrece ayuda humanitaria si este continúa en su rol, porque "no es posible que Maduro juegue a ganar tiempo y al final sea el ganador de esta partida”. La presión sobre Maduro debe continuar, y probablemente "llegue el momento de aplicar sanciones adicionales”. En el caso de sanciones económicas, según Heiko Maas, es "sumamente importante” que la población civil "no sufra más de lo que ya está sufriendo”.

Angela Merkel con líderes de la oposición de Venezuela. (Archivo).Imagen: picture-alliance/dpa/AFP/T. Schwarz

Las sanciones de la Unión Europea contra Venezuela afectan a 18 allegados a Nicolás Maduro, a quienes se acusa de violaciones de los derechos humanos, así como de minar la democracia y el Estado de derecho. Para ellos rige una prohibición de ingreso a la UE y el congelamiento de activos. Además, Alemania prohíbe la exportación de armas y equipamiento militar a Venezuela, ya que podrían usarse en la represión de protestas populares.

Es decir que, en las últimas semanas, Alemania elevó la presión sobre Maduro. Pero entonces cabe preguntarse por qué lo dejó actuar durante tanto tiempo sin tomar medidas. "En el pasado observamos una y otra vez al movimiento de oposición contra Maduro, pero simplemente no había una oposición unida que pudiera haber tenido la fuerza suficiente como para posibilitar un proceso legitimado por la Constitución”, explicó a DW Jürgen Hardt. Y muchos de los opositores, agregó, fueron a parar a la cárcel. Pero con Guaidó, dice, la cosas cambiaron: "Ahora Guaidó está apoyado por una mayoría en el Parlamento. Nuestra postura y nuestra ayuda, en vista de la situación humanitaria en Venezuela, son correctas”.

Entretanto, Juan Guaidó cuenta con el reconocimiento de 50 países, inclusive el de Alemania, y todos esperan que la situación no empeore aún más, y que se llegue a un cambio pacíficamente. "Hay que sopesar las cosas”, señaló a DW Sabine Kurtenbach, directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos GIGA, de Hamburgo. "¿Es el principio de no injerencia, válido desde hace mucho tiempo en América Latina, más importante que la protección de la población, justamente en el contexto de una crisis humanitaria?”

Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino de Venezuela.Imagen: picture-alliance/dpa/F. Llano

Es decir que Alemania abandona el principio de no injerencia, remitiéndose a la crisis humanitaria en Venezuela. Para Sabine Kurtenbach, hay muy buenas razones para que esta intromisión de Alemania se produzca recién ahora: "Desde el 10 de enero de 2019 estamos frente a una nueva situación, en la cual la oposición venezolana se remite justamente al artículo 233 de la Constitución. Pienso que, antes de eso, Alemania tenía pocas posibilidades de crítica, excepto, por supuesto, las elecciones de 2018, que no fueron ni libres ni justas”. El artículo 233 de la Constitución venezolana prescribe que el presidente de la Asamblea Nacional asumirá temporalmente el cargo de jefe de Estado en el caso de que no haya un presidente legítimo. Según Kurtenbach, como Maduro manipuló las elecciones de mayo de 2018, su segundo mandato, que comenzó el 10 de enero, es ilegítimo. Esa también es la argumentación de Guaidó, y la de Alemania.

Como tan a menudo, Alemania trata de solucionar el conflicto de manera diplomática y actúa, por ejemplo, en el Grupo Internacional de Contacto para Venezuela, que quiere llegar a una transición pacífica. "Alemania debe esforzarse desde ya en lograr que no se utilice ningún tipo de violencia, sea del lado que fuere”, exige Sabine Kurtenbach. Según ella, tiene que haber un diálogo nacional, pero no necesariamente con Maduro, que se ha marginado a sí mismo. "Sin embargo, grandes sectores de la población venezolana están representados por el chavismo, y hay que incluirlos en el diálogo. No puede ser que se imponga una parte de la oposición que quiere volver a los años 80”, advierte la experta refiriéndose a una vuelta al neoliberalismo. A su juicio, en tal caso, la próxima fase de inestabilidad estaría programada.

Pero lo que suceda próximamente en Venezuela depende, sobre todo, de Venezuela. Y también de las grandes potencias, ya que los intereses de EE. UU., por un lado, y los de Rusia y China, por el otro, convierten a esta crisis en un conflicto geopolítico. La Unión Europea y Alemania solo son actores secundarios en la tragedia venezolana. "Alemania tiene muy pocas posibilidades de influir en la crisis de Venezuela”, concluye Sabine Kurtenbach, "y no se debe sobrevalorar esa influencia”.

(cp/ers)

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