Alemania necesita mano de obra cualificada: en algunos años, no podrán cubrirse millones de empleos. Es incierto si la tarjeta azul puede ayudar, ya que a pesar de su creciente popularidad, su uso sigue siendo marginal.
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Desde hace cinco años existe la denominada "tarjeta azul". Similar a la "Greencard" de los Estados Unidos, la "Tarjeta Azul UE", (como su nombre oficial indica) permite que las personas que no posean ningún pasaporte europeo puedan trabajar en de la Unión Europea.
En Alemania esta directiva europea fue introducida en agosto de 2012 a través de la "Ley sobre la implementación de la Directiva de Alta Cualificación de la UE". Ésta determina las condiciones que debe cumplir un demandante de la "tarjeta azul": estar en posesión de un título universitario reconocido y una oferta de trabajo con un salario mínimo de 50. 800 euros.
En los llamados empleos con escasez de personal, también alcanza un salario mínimo de 39.624 euros. En esta categoría se encuentran los empleos MINT (por sus siglas en alemán: Matemáticos, Informáticos, Científicos y Técnicos), así como los médicos, excepto los dentistas.
Aumento de popularidad
En la primera mitad de 2017 (los datos actuales no están disponibles), 11.034 personas encontraron un empleo con la ayuda de la "Tarjeta Azul UE",según cálculos de la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF, por sus siglas en alemán). El diario Rheinische Post publicó esta cifra hoy (09.01.2018).
Por lo tanto, la "tarjeta azul" parece que está siendo cada vez más popular ya que en los doce meses previos fueron 17.362. Lo que, al año, puede extrapolarse en un aumento de más del 25 por ciento. En 2013, un año después de su implantación, 11.290 ciudadanos de fuera de la Unión Europea obtuvieron una "tarjeta azul" de la UE en Alemania.
Buen resultado
En 2016, la BAMF llevó a cabo un estudio sobre la "tarjeta azul". El entonces director de la agencia, Frank-Jürgen Weise, resumió el resultado: "La investigación muestra que Alemania ofrece oportunidades de inmigración atractivas para los trabajadores altamente cualificados y que éstas son igualmente utilizadas, particularmente por los especialistas solicitados".
Para dicho estudio, la Oficina Federal analizó las respuestas de 4.340 titulares de "tarjeta azul". De éstos, el 89 por ciento desempeñó un empleo de escasez de personal en áreas de la ingeniería, ciencia, informática y medicina. Cerca de uno de cada tres encuestados dijo que desearía quedarse en Alemania para siempre, un 39 por ciento al menos durante diez años y el 22 por ciento entre cinco y diez años.
Actualmente, tal y como menciona el Rheinische Post citando a la BAMF, la mayoría de poseedores de la "tarjeta azul" en Alemania provienen de la India, exactamente un 22,8 por ciento. Seguidamente de otros países como China, Rusia, Ucrania y Siria.
Dirk Kaufmann (JAG/VT)
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Once costumbres alemanas en la oficina
Almuerzos cortos, una copa de espumante a horas inusuales y saludarse en el ascensor: algunas de estas costumbres alemanas en la oficina sorprenderán a los empleados extranjeros.
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La puntualidad es esencial
Llegar puntualmente al trabajo es uno de los principales requisitos para los trabajadores germanos. En Alemania, esto significa llegar cinco minutos antes del comienzo de la jornada laboral. Llegar diez minutos antes, en cambio, puede ser demasiado temprano, sobre todo si no se tiene la llave de la oficina.
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Saludarse en el ascensor
Aquellos que trabajan en un edificio de varios pisos conocerán esta costumbre: los alemanes suelen saludarse en el ascensor y a veces incluso se despiden con un “tschüß” (adiós) al salir del elevador. Este pequeño ritual puede llegar a repetirse varias veces a lo largo del día, pero es preferible a un silencio embarazoso.
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Reglas estrictas en torno al café
El primer día de trabajo en una nueva oficina se conoce a los colegas y se familiariza con el nuevo lugar de trabajo, entre otras cosas con la máquina de café. A los amantes de esta bebida se les recomienda poner atención a las costumbres de su empresa en torno a la preparación del café. Por lo general, los colegas de una oficina se turnan para preparar café para los demás y limpiar la máquina.
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Respetar las jerarquías
Es necesario respetar las jerarquías a la hora de dirigirse a un colega: el “Du” (tú) es informal y el “Sie” (usted) formal. Siempre se recomienda usar el “Sie” hasta que un colega ofrezca que se le tutee. También se considera un error no informar a los jefes de un problema que al principio pueda parecer insignificante, pero que puede convertirse en un problema mayor.
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Montañas de papel
Alemania es uno de los países con mayor consumo de papel a nivel mundial: en promedio, un alemán utiliza 250 kilogramos de papel al año. Si bien se podría reducir este consumo, en las oficinas germanas se suele apuntar casi todo. Y es que la palabra escrita tiene mayor peso que todo lo demás.
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Un almuerzo corto
Los empleados procedentes de países de la región del Mediterráneo, acostumbrados a una pausa de dos horas para almorzar, seguramente se sorprenderán de que en Alemania el almuerzo suele durar solo media hora. Al medio día es común saludarse con “Mahlzeit” (provecho).
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No puede faltar el pastel
En el trabajo se presentan muchas oportunidades para organizar pequeñas fiestas. Los novatos, por ejemplo, acostumbran llevar pastel a la oficina. Esta es una buena oportunidad para presentarse y conocer mejor a los colegas. Tampoco suele faltar pastel cuando un colega cumple años o deja el empleo.
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Un brindis nunca está de más
El pastel no necesariamente se acompaña solo con café. En muchas oficinas alemanas es más común brindar con una copa de vino espumante, independientemente de la hora. Para aquellos que no beben alcohol, casi siempre se ofrece jugo de naranja como alternativa.
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Tocar y entrar
Cuando la puerta de la oficina de un colega está cerrada -y en las oficinas alemanas generalmente están cerradas-, basta con tocar antes de entrar. No es necesario esperar hasta que uno sea invitado a pasar.
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Excursiones con los colegas
Algunos alemanes separan estrictamente la vida privada de la laboral. Sin embargo, muchas empresas organizan actividades conjuntas para que los colegas se puedan conocer mejor. Al participar en estas excursiones se demuestra interés en el equipo y la empresa. Y no hace falta hablar del trabajo.
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Cuando llega el fin de semana
En Alemania el fin de la jornada laboral se conoce como “Feierabend” (noche de fiesta). No obstante, esto no significa que saliendo del trabajo todos los germanos vayan a festejar a una discoteca o a un bar. Después del trabajo -y sobre todo los viernes- la mayoría de los alemanes prefiere llegar a casa lo más pronto posible, para disfrutar ahí de una cerveza bien merecida.