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Con los pelos de punta

2 de julio de 2010

El duelo entre Argentina y Alemania en cuartos de final del Mundial 2010 se empezó a jugar antes de que los equipos salten a la cancha; lo que el sábado se resolverá con los pies se intenta influenciar con la boca.

Bastian Schweinsteiger no olvida.Imagen: AP

Futbolísticamente no hay muchas incógnitas para los rivales. Desde la perspectiva alemana se trata de asumir el reto de controlar a Lionel Messi y explotar la debilidad –en caso de formar- que representa el defensor central del Bayern Múnich Martín Demichelis; para los argentinos, la tarea es evitar que Alemania se apodere del balón y lo ponga a circular a su antojo, así como aprovechar los problemas que el bajo rendimiento de Per Mertesacker desencadena en la defensa de su equipo.

“Así son los argentinos”

Y mientras las dos selecciones se preparan de la mejor manera posible para el partido, ambas reparten declaraciones que calientan el ambiente, zanjándose en una “guerra psicológica” cuyo único objetivo es desatar nerviosismo y desestabilizar la concentración del contrario, al tiempo que al interior de sus filas une a los integrantes del equipo dándole “perfil” al enemigo de turno. El arma es conocida por todos, al fin y al cabo se usa de parte y parte antes de cada partido internacional importante, pero no por ello deja de sorprender su empleo recurrente.

En esta ocasión el encargado de “abrir fuego” fue el volante alemán Bastian Schweinsteiger, quien en rueda de prensa, y sin que mediara una pregunta, se desató a enumerar la lista de prejuicios que posee en torno al fútbol y el pueblo del país suramericano: “los argentinos son irrespetuosos, mal educados, con sus gestos quieren siempre provocar al contrario, con sus reacciones a las decisiones del árbitro buscan a toda costa influenciarlo”. El origen de tan peculiar discurso lo explicó el mismo Schweinsteiger: “No he olvidado la pelea de hace 4 años en Berlín cuando ganamos el partido de cuartos de final, eso es algo que se lleva muy grabado en la memoria”.

¿Qué dicen los otros?

Philipp Lahm (derecha) y Oliver Bierhoff , en conferencia de prensa.Imagen: picture-alliance/dpa

El jugador del Bayern, una de las figuras más importantes de Alemania en el Mundial, no paró allí, por el contrario, le tiró más leña a la candela cuando extendió sus quejas del fútbol a toda la sociedad: “Así son los argentinos, ése es su carácter y su mentalidad, no sólo en la cancha, también en la tribuna los aficionados argentinos le arrebatan el puesto a los demás. La selección de Argentina no es, con seguridad, una de las más limpias”.

El resto del equipo alemán, en vez de salir a restarle importancia al frontal ataque de Schweinsteiger, se dedicó a justificarlo sin contradecirlo; el gerente de la selección, Oliver Bierhoff, aseguró que el volante no pretendió con sus declaraciones “incitar los ánimos” para añadir inmediatamente ““yo tuve la oportunidad de jugar con muchos argentinos y comprobar que en privado son gente muy amigable, pero cuando entran a la cancha son otros, agresivos, provocantes y polémicos”.

El capitán de Alemania, Philipp Lahm, tampoco elevó crítica alguna a las palabras de su colega; él sólo se limitó a decir: “los argentinos no saben perder, espero que podamos ver el sábado que esta vez saben aceptar la derrota”. Diego Maradona reaccionó de forma soberana y se limitó a preguntar “¿qué pasa, Schweinsteiger, estás nervioso?

Lo fundamental no se descuida

Pero el duelo verbal no ha opacado el duelo futbolístico que se escenificará en Ciudad del Cabo. El cuerpo técnico alemán se tomó todo un día para diseñar su estrategia contra Argentina; el martes, mientras los jugadores disfrutaban de un día libre, los responsables del trabajo táctico se encerraron a estudiar y analizar al rival. Desde el miércoles se entrena con un plan específico hecho a la medida del partido de cuartos de final.

Lionel Messi el objetivo principal de Alemania es controlar al genial futbolista argentino.Imagen: AP

El objetivo es impedirle a Lionel Messi cualquier libertad de movimiento sin tener que acudir a una marcación personalizada; tomando el ejemplo del partido FC Barcelona – Inter Milán, se procurará controlar a la superestrella argentina con relevos de mínimo dos jugadores. De otra parte, la selección alemana se ha propuesto taponar todas las fuentes que desde el mediocampo surten de balones a los peligrosos atacantes Gonzalo Higuaín y Carlos Tévez. Con esas dos medidas, Alemania espera someter a la ofensiva contraria y encontrar espacios para desarrollar su juego de combinaciones bajo el liderazgo de Mesut Özil, quien durante la semana hizo una pausa de entrenamientos para descansar su cuerpo y llegar en el mejor estado físico al partido del sábado.

“Argentina es un gran equipo que ha ganado todos sus partidos en este Mundial, ellos tienen un gran potencial y cuando uno se da cuenta que tienen por ejemplo a Diego Milito en la banca, entonces es claro cuán poderosa es su ofensiva” dijo el entrenador Joachim Löw, quien también aseguró tener mucho respeto frente a los suramericanos, “pero no por ello me voy a sentar en el vestuario a temblar, con la esperanza de que el árbitro no pite el inicio del partido. Por el contrario, aquí todos estamos altamente motivados”.

La selección alemana, luego de haber tenido algunas dudas por sufrir problemas musculares, podrá contar con Lukas Podolski para el duelo contra Argentina, para el cual también se reportó recuperado de su tirón en el músculo abdominal el delantero de origen brasilero Cacau. La formación que se prevé en Alemania es la misma que inició contra Inglaterra en el partido de octavos de final: Manuel Neuer – Philipp Lahm, Per Mertesacker, Arne Friedrich, Jeromé Boateng - Sami Khedira, Bastian Schweinsteiger - Thomas Müller, Mesut Özil, Lukas Podolski – Miroslav Klose.

Autor: Daniel Martínez

Editora: Emilia Rojas

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