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Alemania vs. Turquía: más que fútbol

7 de octubre de 2010

En el partido por la clasificación a la Eurocopa 2012 se enfrentan dos selecciones que en Berlín se sienten en casa. El país anfitrión, que actualmente debate el tema de la integración del extranjero, observa atento.

Phillip Lahm vs. Nuri SahinImagen: dpa/DW

Hace casi exactamente 11 años Alemania y Turquía se enfrentaron por última vez en una eliminatoria para la Eurocopa, la que se celebraría en el 2000, y el marcador final fue un 0-0. En aquel entonces en el Estadio Olímpico de Múnich más de la mitad de los asistentes apoyaba al rival, pese a que en la capital del estado de Baviera el porcentaje de emigrantes turcos es inferior al 2%, menor que el promedio nacional (2,1%) y muy por debajo del de Berlín, donde casi un 6% de la población tiene raíces turcas.

¿Quién es local?

Pese a que las directivas del fútbol turco se mostraron “sorprendidas” por la decisión de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) de celebrar el partido en la capital del país, donde obviamente su selección puede contar con el respaldo incondicional de una numerosa colonia, la recibieron al mismo tiempo con beneplácito, como un gesto de buena voluntad del anfitrión.

En la prensa local, sin embargo, se habla de Alemania como el equipo visitante y de un “partido de local para Turquía” en el que el tercero del Mundial de Sudáfrica 2010 corre el riesgo de tener al público del Estadio Olímpico en su contra pese a jugar en casa. Del aforo total de 74.000 personas se estima que 30.000 asistirán para apoyar al seleccionado turco, lo que complicará las cosas para los aficionados alemanes que en las tribunas para hacerse oír, para imponer sus gritos y cantos de ánimo, tendrán que luchar tanto como los jugadores en la cancha.

“Yo no veo ningún problema en esto, además estamos haciendo de nuestra parte todo lo posible para que el partido lo vivamos como dueños de casa” declaró el gerente del equipo nacional de Alemania, Oliver Bierhoff, desestimando las reservas de algunos sectores de opinión sobre la conveniencia de jugar el partido contra Turquía en Berlín. “Vamos a repartir 25.000 camisetas de la selección en el estadio y los aficionados presentarán con ellas una coreografía, cuyo lema es “¡Locales!”, en la que las graderías lucirán como un muro blanco”.

Asunto político

Negocios turcos en el barrio berlinés de Kreuzberg.Imagen: picture-alliance / dpa/dpaweb

El partido por la eliminatoria a la Eurocopa 2012, pese a su carácter estrictamente deportivo, también tiene importantes implicaciones políticas; no en vano lo seguirán en vivo en un palco del estadio el presidente de la república, Christian Wulff, la canciller Angela Merkel, y el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan. Su presencia en este enfrentamiento futbolístico debe ser una señal a favor de la aceptación del extranjero en Alemania en momentos en los que el 61 por ciento de sus ciudadanos coincide en parte con las tesis de Thilo Sarrazin, autor del polémico libro "Alemania se disuelve", quien atribuye los problemas de integración de la minoría turco-musulmana a factores genéticos y religiosos.

Como apoyo a la política gubernamental, la Federación Alemana de Fútbol también se ha propuesto escribir el tema INTEGRACIÓN con mayúsculas. Para ello designó al jugador brasilero nacionalizado alemán Cacau como su embajador en los aspectos relacionados con el particular y a su lado nombró como suplente a un futbolista joven de origen turco, Serdar Tasci.

Además, no es casualidad que en Berlín la máxima estrella del combinado alemán sea un jugador de raíces turcas, Mesut Özil, actualmente en el Real Madrid. Al debutar el 12 de agosto del 2009 con la selección de mayores de Alemania oficialmente le dio la espalda a la de Turquía, el país de sus padres, que hasta ese momento pretendía convencerlo de sumarse a sus filas. "Mesut Özil juega con Alemania y no con Turquía porque así gana más dinero" dijo Hamit Altintop (Turquía / Bayern) en entrevista con el diario Süddeutsche Zeitung, y agregó a manera de crítica al tan elogiado concepto de integración en la selección alemana que lamenta que para muchos futbolistas la decisión de a qué país representar "es negocio, no corazón".

Lo deportivo

Independientemente de los factores sociales y políticos en torno al partido, al final de los 90 minutos –con miras a la participación en la Eurocopa 2012- sólo contará lo hecho en la cancha, donde Alemania deberá prescindir por lesión de uno de sus más importantes jugadores, Bastian Schweinsteiger. Turquía también llega debilitado al enfrentamiento en Berlín pues su máxima estrella Ardan Turan, autor de 2 goles de los 6 anotados por los turcos en la eliminatoria, tampoco podrá actuar. En su reemplazo se contempla abrirle espacio al volante del Dortmund Nuri Sahin, quien, al igual que Özil, tuvo la opción de jugar para Alemania, el país donde nació, y se inclinó por la patria de sus padres.

Mesut Özil.Imagen: picture-alliance/dpa

Alemania y Turquía se han enfrentando en un total de 18 oportunidades con un balance a favor de Alemania de 12 victorias, 3 empates y 3 derrotas; la última vez que las dos selecciones se vieron las caras fue el 25 de junio del 2008, en la semifinal de la Eurocopa jugada en Austria y Suiza, con triunfo para los germanos por el apretado marcador 3-2 y el gol decisivo –anotado por el lateral Philipp Lahm- cayendo en el último minuto del partido. En Berlín se espera una historia similar.

Autor: Daniel Martínez

Editora: Emilia Rojas

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