Mucho de lo que está sucediendo recuerda a marzo y abril de este año, cuando el número de casos de coronavirus aumentó en Alemania: las escuelas cerraron, al igual que los museos, los bares y los gimnasios. En las zonas públicas, solo podían reunirse dos personas o miembros de un mismo hogar. Esta vez, sin embargo, las medidas anticoronavirus no afectan a más de 80 millones de habitantes, sino a alrededor de 640.000.

Estos viven en el distrito de Gütersloh y en el distrito vecino de Warendorf, en la región de Renania del Norte-Westfalia. El problema: el brote tuvo lugar en un matadero de cerdos llamado Tönnies, el más grande de Alemania.

Y ahí es donde el coronavirus está haciendo estragos. Más de 1.550 empleados de Tönnies ya se han infectado, muchos de ellos trabajadores contratados de Europa del Este que trabajan bajo malas condiciones en la fábrica y comparten techo con muchos otros empleados. Estas son las condiciones ideales para que el coronavirus se propague a su antojo.

Aunque el ministro presidente de la región, Armin Laschet, hizo hincapié en que el virus apenas se había propagado a la población fuera del matadero, este martes (23.6.2020) tomó la decisión de imponer un confinamiento progresivo.

Nuevas restricciones

Después de que las escuelas y guarderías en Gütersloh cerraran una semana antes, en ambos distritos se han impuesto nuevas restricciones de contacto desde la medianoche: cines cerrados, miles de personas en cuarentena y una solicitud urgente de no salir de los distritos a aquellos que no están en cuarentena.

A partir del jueves (25.06.2020), las escuelas y guarderías en el distrito vecino de Warendorf también cerrarán. Laschet llamó a estas medidas "Lockdown Light" (cuarentena liviana) durante una conferencia de prensa. Las tiendas y restaurantes permanecerán abiertos. Los servicios religiosos también pueden seguir celebrándose.

En teoría, la gente podría abandonar el distrito, algo que muchos esperaban, porque las vacaciones de verano comienzan la próxima semana. No hay restricciones para abandonar los distritos afectados. Sin embargo, los estados federales de Baviera, Baja Sajonia y Mecklemburgo-Pomerania Occidental, ya han anunciado que no podrán acoger a los visitantes de los condados afectados en sus hoteles, a menos que muestren una prueba de coronavirus actual negativa.

Laschet advierte de no "estigmatizar" a los ciudadanos de Gütersloh. "Quien esté planeando ir de vacaciones, por supuesto que puede hacerlo", dijo en una conferencia de prensa. Al mismo tiempo, sin embargo, "hizo un llamamiento" a los residentes "ahora para que no salgan del distrito y visiten otros distritos".

"El alma de la ciudad está profundamente herida"

Muchos de los habitantes en esos distritos están decepcionados. Theo Mettenborg, alcalde de la ciudad de Rheda-Wiedenbrück, sede de la compañía Tönnies, dijo en un programa de la televisión pública alemana que "el alma de la ciudad está profundamente herida". Armin Laschet, por su parte, expresó su "comprensión por la decepción de los ciudadanos, pero dijo que la seguridad tiene prioridad”. Las medidas se aplicarán hasta el 30 de junio. Esto debería calmar la situación, dijo Laschet. Se deben realizar muchas pruebas durante este tiempo, y obtener una perspectiva general para comprobar si el virus se ha propagado fuera de los edificios de la fábrica de las áreas circundantes.

Activar el freno de emergencia a tiempo

Es la primera vez que en un distrito en Alemania se está aplicando el "freno de emergencia", que la canciller Angela Merkel, el gobierno alemán y los primeros ministros de los Estados federales habían aprobado a principios de mayo. Angela Merkel apareció entonces ante la prensa y anunció la apertura gradual del país, después del confinamiento durante un mes.

Merkel y los primeros ministros coincidieron en establecer un límite. Si en los distritos o ciudades se han producido más de 50 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días, deberían "desarrollar un concepto de restricción consistente en la participación de las autoridades estatales pertinentes". Sin embargo, esto solo es necesario si el brote de coronavirus no se limita a una institución, como un hogar de ancianos o alojamiento para refugiados, sino que amenaza con extenderse a la población. Sin embargo, Merkel y sus ministros dejaron pendiente a principios de mayo cómo podría ser exactamente ese "concepto de restricción".

Críticas a la gestión de la crisis

El ministro presidente de Renania ha tenido que enfrentarse a las críticas de la oposición, porque habría reaccionado muy tarde y contribuido a que Rheda-Wiedenbrück "sea hoy el peor brote del virus en toda Europa”, según el líder de la oposición del parlamento regional, Thomas Kutschaty.

La cuestión es si el virus se puede contener en la región. Por lo pronto, los bloques de viviendas de los trabajadores de Tönnies están aislados con vallas. Otros no están siendo vigilados. Los medios de comunicación informan que los trabajadores búlgaros de la empresa regresan a su país. El problema es que muchos puedan llevar el coronavirus como equipaje.

(rmr/cp)

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