Aunque Alemania empató, Jürgen Klinsmann ganó. El entrenador de la selección federal alemana logró demostrar, por fin, que su plan para el Mundial del 2006, puede llegar a ser victorioso. El haber llamado a Lehmann, dejando a Kahn para el próximo partido, fue una buena decisión. Lehmann, aunque no pudo parar las dos ráfagas disparadas por el argentino, Hernán Crespo, tiene la talla para convertirse en el sucesor de Oliver Kahn, el arquero alemán más controvertido de los últimos años.

Klinsmann acertó también con no haber arriesgado a Ballack, a quien prefirió mandar a su cama bávara a curar un resfriado. Para colmo de males, Klose quedó incapacitado por problemas en la columna vertebral. Pero ante la ausencia de Ballack y Klose brillaron otros: Kuranyi, Asamoah y Frings.

En la cadena de cuatro actuaron, al lado de los defensores de centro, Mertesacker y Wörns, a la derecha Owomoyela y a la izquierda Hitzlsperger, que asombró por su agilidad. Frings y Ernst se tomaron la delantera y Schneider tomó la posición de Ballack, tras los tres del frente.

"La confianza mata"

Argentina alineó, con excepción del arquero Abbondacieri, del Boca Juniors, sólo a "legionarios". El entrenador argentino, José Pekerman, confió en la experiencia de Zanetti, del Inter Milano, Sorin, del FC Villareal y de Crespo que juega en el italiano AC Milano.

Alemania empezó sorprendiendo a los argentinos con una rapidez de juego que hizo creer en una victoria segura. En el estadio LTU-Arena de Düsseldorf, lleno hasta el colmo, la defensa de los gauchos comenzó muy pronto a tener problemas. Los avances de Frings, el cabezazo de Schneider y el derechazo de Asamoah pusieron a sudar al arquero argentino Abbondancieri.

Los suramericanos pudieron salir del espasmo inicial. La pérdida de la pelota por parte del alemán Schweinsteiger fue una gran oportunidad para que los argentinos lideraran, pero Saviola no logró sobrepasar la barrera de Lehmann.

¿Un penalty que no lo fue?

Más tarde, en el minuto 28 , un abrazo de Burdissos al alemán Kuranyi se convirtió en la oportunidad alemana para meter el primer gol. Un penalty muy bien cobrado por Frings. Pero la suerte no estuvo del todo del lado alemán. Asamoah, que estaba jugando excelente, tuvo que desalojar el césped por dolor en una pierna. Poco antes de terminar el primer tiempo, en el minuto 40, Freier que apenas había entrado en reemplazo de Asamoah, atacó a Sorin, ambos cayeron en la zona alemana y el árbitro lo declaró pena máxima. Crespo no dudó entonces en marcar el empate.

Pero eso no pareció asustar a los alemanes. Kuranyi recibió la pelota del centrocampista Schweinsteiger y se la mandó a bajo vuelo al arco de Abbondancieri. Así terminó pues el primer tiempo.

Grato juego, aunque sin mucho brillo

José Pekerman reaccionó rápido y llamó al campo a dos jugadores frescos. En pleno segundo tiempo los argentinos tuvieron su mejor fase cuando aumentaron la presión sobre el campo alemán. Con una pelota recibida del mediocampo, Crespo disparó, muy suavemente, desde unos 15 metros y salvó el honor argentino empatando el juego.

Alemania no pudo ya ofrecer mayor resistencia. Las fuerzas se reducían ante la gran rapidez del juego. La fase final le perteneció a los suramericanos que lucharon hasta el final por una victoria. Alemania empero, le imprimió al juego una nota de frescura y poderío poniendo a los argentinos al borde de la derrota.