La próxima visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a Buenos Aires promete profundizar la cooperación entre ambos países: energía, inversiones y la guerra en Ucrania integran la agenda de temas.
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Cuando, en poco más de una semana, el canciller alemán, Olaf Scholz aterrice en Buenos Aires, habrá dejado atrás los dos grados centígrados bajo cero pronosticados para Berlín, y llegará a los más de 30 grados de la soleada capital argentina.
Lo espera también una nutrida agenda, y, según los expertos, una relación bilateral con enorme potencial.
Y, en este marco, ambos países podrían beneficiarse: "Argentina precisa de financiamiento para el desarrollo, para la (re-) industrialización, para el avance tecnológico y el cumplimiento de los compromisos de la deuda en un contexto externo inflacionario e interno de hiperinflación”, enumera la experta. "Y Alemania anda en busca de los insumos que merman a raíz de la invasión a Ucrania por parte de Rusia, sobre todo, recursos minerales y energéticos, que Argentina podría proveer”, completa.
"Hoy el lugar central de la agenda bilateral está puesto en la transición energética, la inversión y la industria 4.0 basada en la innovación, la tecnología y el conocimiento”, apunta, en tanto, el profesor asociado del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de San Andrés, Federico Merke, en diálogo desde Argentina con este medio.
Y destaca: "La clave de la relación es la inversión y la red muy elaborada de más de 200 empresas alemanas operando en la Argentina, que generan más de 20 mil empleos”. Y también, la buena relación entre los gobernantes: "Alberto Fernández se vio más veces con Olaf Scholz que con Jair Bolsonaro”, grafica Merke, y pone en perspectiva el inminente tercer encuentro entre ambos mandatarios.
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Una visita con relevancia regional
"Es importante situar la visita en un contexto más amplio”, analiza, por su parte, el politólogo del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales, GIGA, Detlef Nolte, desde la ciudad portuaria de Hamburgo: "La Unión Europea y América Latina intentan profundizar sus relaciones”, indica, "y 2023 puede ser la última oportunidad para firmar el acuerdo UE-Mercosur, cuyas negociaciones están, en principio, concluidas desde junio de 2019, pero cuya firma fue impedida, entre otras cosas, por la política medioambiental de Bolsonaro”, advierte.
Y detalla las razones del interés de Europa en la región: "Políticamente, los votos de los gobiernos de América Latina son importantes a la hora de votar resoluciones sobre Rusia en Naciones Unidas”, precisa. "Y económicamente, América Latina cuenta con materias primas, por ejemplo, gas natural y petróleo, que Rusia suministra a la UE”, indica.
"Por sus condiciones climáticas (sol y viento) y geográficas (amplitud de territorios y proximidad a puertos), América Latina está considerada una de las regiones del mundo con mayor potencial para producir y exportar hidrógeno verde a costes de producción competitivos. Y Europa es uno de los mayores mercados futuros para el hidrógeno verde”, explica el investigador consultado por DW.
Grandes posibilidades de intercambio
"Argentina y Alemania podrían cooperar mucho más en ciencia y tecnología, en cambio climático, en innovación y diseño”, sostiene, asimismo, Merke. "No es para nada una relación que haya llegado a su pico”, asegura.
Y eso no es todo: ¿qué podría aprender Alemania de Argentina? "La resiliencia y la innovación con recursos escasos”. ¿Y Argentina de Alemania? "A Argentina le vendría bien mirar en detalle la política industrial alemana, y de qué manera buscan alinear incentivos de mercado con políticas climáticas”, sostiene el profesor argentino.
La mirada alemana, en tanto, suma otros aspectos: "En Alemania se puede aprender de Argentina cómo jugar y ganar con un fútbol atractivo y apasionante, cómo hacer un asado, y cómo formar correctamente una cola en las paradas de autobús”, afirma con humor Detlef Nolte. "Desde la perspectiva alemana, Argentina es el país más europeo de América Latina. Argentina debería hacer un mayor uso de sus raíces y afinidades europeas en política exterior”, sugiere.
Con todo, los avances requieren de decisión política y de tiempo: "Es preciso tener una perspectiva de largo alcance. Eso precisaría de una mayor estabilidad en la política exterior y económica de la Argentina, más allá de los cambios de gobierno, y de un interés menos cíclico y más constante de Alemania en la Argentina y la región en general”, asegura Zilla.
(cp)
Litio: el "oro blanco" de Sudamérica
Los yacimientos de litio más grandes del mundo se encuentran en el triángulo fronterizo entre Bolivia, Chile y Argentina. Es la materia prima para las baterías, pero su minería destruye el frágil ecosistema.
Imagen: MARTIN SILVA/AFP/Getty Images
Tesoro blanco bajo un cielo azul
Los tonos verde azulado de las gigantescas piscinas de extracción de litio contrastan con el blanco interminable de las salineras en el desierto de Atacama, en Chile. El litio es un componente fundamental de las baterías, por ejemplo, en teléfonos o computadoras portátiles. En ningún otro lugar del mundo hay mayores yacimientos de esta materia prima que en los salares de América del Sur.
Imagen: MARTIN BERNETTI/AFP
Sal para la transición energética
Una excavadora carga sales con litio en un camión en Salinas Grandes, en la provincia argentina de Jujuy. El litio es la materia prima por excelencia para la transición energética: se necesita especialmente para las baterías de los coches eléctricos. Y a medida que la comunidad mundial busca alternativas a los combustibles fósiles, la demanda del "oro blanco" se ha incrementado drásticamente.
Imagen: AIZAR RALDES/AFP
Espectáculo natural de sal
El agua salada rica en metales se bombea desde lagos subterráneos a la superficie donde se evapora, como aquí en una cuenca en el desierto de Atacama en Chile. Lo que queda es salmuera, que se procesa en varias etapas. El litio final se exporta principalmente a China. La materia prima se procesa actualmente casi de forma exclusiva en la República Popular.
Imagen: MARTIN BERNETTI/AFP
Primero evaporar, luego vender
Las cuencas de evaporación en las Salinas Grandes de Argentina están alineadas como collares de perlas. El litio extraído de esta manera es una mina de oro financiera: el precio promedio global pasó de 5.700 dólares estadounidenses por tonelada en noviembre de 2020 a 60.500 dólares en septiembre de este año.
Imagen: MARTIN SILVA/AFP
Pajarillo solitario
Las comunidades del triángulo del litio de Sudamérica esperan beneficiarse del auge de este recurso. Pero hasta ahora, la mayoría de los residentes continúan viviendo en la pobreza. Sin embargo, los problemas ambientales van en aumento: la minería contamina las aguas subterráneas y produce un fino polvo tóxico. Este pequeño zorzal colorado en las salinas de Uyuni, en Bolivia, parece estar bien.
Imagen: AFP
Cactus a pesar del duro clima
Se necesitan millones de litros de agua todos los días para extraer el litio. Los desiertos de sal de Argentina están ubicados en la alta montaña, a casi 4.000 metros de altura. El aire tiene poco oxígeno y es habitualmente fresco y seco. Los cactus de un metro de altura se encuentran entre las pocas plantas que pueden soportar la escasez de agua, el viento cortante y el clima inhóspito.
Imagen: AIZAR RALDES/AFP
La extracción provoca escasez de agua
Primer plano de una poza de evaporación realizada por la empresa chilena Sociedad Química Minera (SQM) en el desierto de Atacama. Según sus propias declaraciones, SQM utilizará casi 40.000 litros de agua por hora para extraer litio. Ya en 2013 se constató que un tercio de los algarrobos de la zona minera habían muerto, probablemente por falta de agua.
Imagen: MARTIN BERNETTI/AFP
"¡No al litio, sí a la vida!"
En algunas comunidades del "triángulo del litio", entre Argentina, Bolivia y Chile, proliferan las protestas: estos visitantes de las Salinas Grandes de Argentina son recibidos con un cartel que dice "No al litio, sí al agua y a la vida en nuestros territorios". La comunidad indígena local Kolla logró desalojar a dos empresas mineras de las marismas en 2019.
Imagen: AFP
Paisaje lunar en los Andes
Puesto de control militar en el Salar de Uyuni, la salina más grande del mundo. El paisaje de casi 11.000 km² se caracteriza por la omnipresente sal, por sus formaciones rocosas y sus islas cubiertas de cactus. En 2008, el entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, nacionalizó la industria del litio y prometió convertir al país en referente mundial. Pero el gobierno en realidad invirtió poco.
Imagen: Getty Images
Paladas de "oro blanco"
Un trabajador recoge materia prima para la extracción de litio en el Salar de Uyuni. Bolivia, Argentina y Chile planean aumentar el procesamiento y fabricar localmente las baterías, en lugar de exportar la materia prima. América Latina quiere lograr así un impulso económico basado en el ejemplo de China, a través de una producción industrial de alta calidad y capaz de competir internacionalmente.
Imagen: Gaston Brito Miserocchi/Getty Images
Imán para el turismo
Eso no ayudaría mucho al medio ambiente. Los expertos reflexionan sobre cómo se puede extraer o reciclar el litio de una manera más respetuosa con la naturaleza. Porque así, los turistas como estos en Uyuni simplemente podrían seguir disfrutando de la belleza incomparable de los salares.