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Alemania y China: sinceridad sin falsas reservas

17 de julio de 2010

La canciller Angela Merkel absolvió una exitosa visita de tres días a Pekín. Merkel habló sobre democracia, derechos humanos, comercio bilateral y economía mundial. En debate con jóvenes explicó, peró también preguntó.

La canciller alemana, Angela Merkel visita la "Armada de terracotta", en el noreste de Xi'an, China.Imagen: picture alliance/dpa

En sendos encuentros con el primer ministro de China, Wen Jiabao, Berlín y Pekín acordaron una cooperación más estrecha. Al término de la visita de Merkel a la capital china, la canciller atendió las preguntas de estudiantes de la Escuela Superior del Partido Comunista.

Advertir sobre el respeto de los derechos humanos es ya un rito de las visitas oficiales de políticos de Occidente. Así lo hizo también Angela Merkel en conversaciones con Wen Jiabao. En ellas la canciller recordó las falencias en la libertad de opinión y el Estado de Derecho chinos. Pero más allá de eso, Merkel le entregó al líder chino una lista con nombres de activistas de derechos humanos en prisión.

Nadie sabe empero, si esas peticiones tendrán algún efecto. ¿Pero cómo hablar de respeto de los derechos humanos sin posar de arrogante maestro?

Derechos individuales y un poco de turismo cultural

Merkel entre las "Figuras de soldados y caballos" del Mausoleo del Primer Emperador Qin, descubierto en marzo de 1974.Imagen: picture alliance/dpa

Durante tres cuartos de hora Merkel se expuso a las preguntas de los graduados de la Escuela Superior del Partido Comunista. Y no tardó mucho para que se tocara el tema de la diferencia de sistemas políticos. Merkel, sin querer dar lección de democracia, explicó que en la mayoría de países occidentales los derechos individuales tienen un gran valor: "Por eso es que cuando se detiene a ciudadanos y/o se les limita su libertad de expresión el respeto de sus derechos juega un importante papel en nuestras sociedades. Ahí es cuando preguntamos ¿qué demuestra ello y son acaso justas las acciones de las fuerzas del Estado?", respondió Merkel.

Tampoco cuando se tematizó el sistema multipartidista Merkel quiso dictar cátedra. Frente a los jóvenes reunidos en la Escuela Superior oficial la canciller habló, aparentemente, sin falsas reservas. Pero en vez de dar respuestas preparadas, la canciller alemana optó por hacer preguntas, ella misma. ¿Cómo es que en un sistema unipartidista como el chino se logran equilibrar los más diversos intereses?, fue, por ejemplo, una de las interrogantes de Merkel.

En Occidente "nos preguntamos cómo es que un sólo partido puede representar las opiniones de las sociedades plurales de hoy. Un trabajo que se reparte en Alemania entre cuatro o cinco partidos", explica Merkel lanzando al mismo tiempo dos preguntas retóricas: "¿Cuánto tiempo funcionará bien un sistema unipartidista? y ¿Llegará el día en que surjan varias fuerzas internas?"

Respetar derechos de productores

El primer ministro chino, Wen Jiabao y la canciller Merkel durante un foro comercial en Xi' an.Imagen: picture alliance/dpa

Los espectadores, entre ellos 50 representantes oficiales de las provincias chinas, funcionarios comunistas, escucharon con atención y aplaudieron respetuosamente. Pero convencidos no parecen haber quedado.

A ellos les parece haber interesado más lo que la canciller había dialogado con Wen Jiabao: ¿Por qué a China aún no le ha sido reconocido el estatus de economía de mercado por parte de la Unión Europea?, por ejemplo. Así podrían los alemanes exportar más fácilmente sus productos a China.

Merkel recordó entonces, como ya lo había hecho frente a Jiabao, que China aún tiene algunos déficits en materia de protección de productos originales y que además, Pekín debería mejorar las condiciones para la inversión extranjera.

¿Y la igualdad de derechos?

Y cuando los presentes expresaron su descontento con el embargo de armas chinas impulsado por Estados Unidos, Merkel volvió a tocar el tema de los derechos humanos: "Dicho embargo está relacionado con el cuestionamiento de qué tan libre es la sociedad china hacia adentro", acotó Merkel quien agregó que "el veto a la compra de armas chinas fue introducido por la Unión Europea tras los hechos de la Plaza de la Paz Celestial en 1989. Por eso es que en Europa hay una especial sensibilidad sobre los derechos civiles en China, pero también sobre otros temas. En la UE se debate sobre el embargo, pero aún no hay un consenso para su eliminación".

De nuevo aprovechó entonces Merkel la oportunidad para preguntar: ¿Y qué tan bien representada está la mujer en los puestos directivos en el sistema unipartidista chino? La respuesta de los representantes de Pekín: "En China hay sólo una Secretaria de Partido en las provincias y ninguna Gobernadora". A lo que comentó secamente la canciller alemana: "Entonces hay algo por hacer."

Autora: Ruth Kirchner / JOV

Editor: Enrique López

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