Alemania y Ecuador: una relación más intensa
18 de abril de 2013Con una visita al parque tecnológico Adlershof se cerró la visita del presidente del Ecuador, Rafael Correa, a Berlín. En el equipaje, la nutrida delegación de ministros y empresarios de los diversos sectores productivos que lo acompañaron se lleva la perspectiva de una mayor cooperación con Alemania.
El sector de las energías renovables, las infraestructuras, el turismo y el comercio fueron mencionadas por la canciller Merkel después de su encuentro con el mandatario ecuatoriano. La transferencia de tecnología y la cooperación en los ramos del conocimiento están en la visión del presidente Correa.
¿Cuál es el marco de la cooperación?
En el aire está todavía el marco en el que esto tendrá lugar: de darle un impulso al tratado de libre comercio con la Unión Europea habló la canciller; de un acuerdo de comercio y cooperación con condiciones que aseguren el beneficio mutuo habló el presidente ecuatoriano. De acuerdos de protección a la inversiones alemanas y europeas habla la canciller alemana; la seguridad para el inversionista anclado en la Constitución, asegura el presidente Correa.
En caso de que las negociaciones con la UE no acaben de cuajar, “es probable que Alemania proponga un partenariado de materias primas –inversiones y tecnología a cambio de acceso a recursos naturales- como los que ya tiene con Kazajstán, Mongolia y también con Chile. Si bien es más fácil y manejable un acuerdo bilateral –y podría ser más ventajoso para Ecuador-, preferíamos que fuese multilateral”, comenta a DW Ute Koczy, diputada de Los Verdes en el Bundestag.
Éstos, junto con otros sectores de la oposición política alemana, reprobaron los acuerdos comerciales con Colombia y Perú por el impacto negativo que en su opinión tendrían en el desarrollo y los derechos humanos y laborales. “Mejor sería hacer presión sobre la UE para que negocie acuerdos comerciales que no vayan a costa de la población de terceros países”, afirma Koczy. A este respecto, “quizá sea mejor haber esperado, así tendremos un acuerdo con mejores condiciones que Perú y Colombia”, comentó a DW un representante del sector empresarial del país andino.
En todo caso, en el marco de un encuentro con los migrantes ecuatorianos residentes en Alemania, Correa –acogido con vítores- agradeció el apoyo brindado en las elecciones y el sustento para la economía del país que representaron las remesas desde el exterior. Y aseguró que tanto los acuerdos comerciales como la explotación de los recursos naturales ecuatorianos estarán siempre orientados al desarrollo del país, que experimenta un auge económico inusitado.
Con todo, “un tercio de la población del Ecuador sigue siendo muy pobre y en la infraestructura social Alemania podría hacer mucho”, afirma Koczy, que ha apoyado desde Berlín la iniciativa Yasuní. Y aunque en la revolucionaria idea de destinar fondos para dejar el petróleo bajo tierra, Alemania no coopera, sí ha aprobado un aporte de 24,5 millones de euros para la conservación de la reserva de la bioesfera en esa región amazónica. Con todo, la presencia de las petroleras es cada vez mayor y las quejas de las poblaciones indígenas se hace escuchar hasta Berlín.
Mucho, ¿pero suficiente?
“Reconozco el papel del presidente Correa como el de alguien que ha hecho por su gente más que nadie en las últimas décadas. Pero en cuestiones del desarrollo económico y respeto de los pueblos indígenas y propiedad comunal, a medida que avanza su gobierno, más va en la misma dirección que los anteriores y más enérgica se vuelve la tendencia a favorecer la inversión que pasa por sobre los derechos humanos y medioambientales”, afirma la diputada ecologista. En casos como la explotación del cobre, que dejará sin cultivos de café a la población, ella apoyaría la idea de renunciar a la explotación. “Pero si lo mismo se diese en Alemania, el cobre, sin duda, habría sido sacado del subsuelo”, reconoce la diputada.
Como fuere, “la situación es altamente compleja y deberíamos evitar aplicar esquemas en blanco y negro para analizarla. Mucho de este gobierno se mueve en la dirección correcta, la cuestión es si es suficiente, más aún teniendo en cuenta las expectivas que levantó el concepto del buen vivir cuando se incribió en la Constitución del Ecuador”, concluye Koczy. La parlamentaria ve con buenos ojos que la inversión alemana vaya hacia las energías renovables y la infraestructura social. Con todo, anuncia, “estaremos muy atentos a que se respeten los derechos humanos y medioambientales”.
Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas