Tres son los focos de amenaza para Alemania, según el ministro alemán del Interior Wolfgang Schäuble, durante la presentación en Berlín del Informe de los servicios secretos para 2006. Por orden ascendente: el potencial de violencia de la extrema izquierda, la creciente violencia de ultraderecha y, el peor de ellos, el terrorismo islámico, que no sólo se limita a Alemania sino que representa una amenaza para toda Europa.

En el caso de los miembros de grupos de extrema izquierda con tendencia al uso de violencia los encargados de seguridad limitan su número a 6.000 en toda Alemania. No sólo se trata del grupo más definido, es relativamente pequeño y sus actos delictivos se registran con una frecuencia cada vez menor. En 2006, su cifra retrocedió un 3,8 por ciento respecto al año anterior.

Derecha de miedo

La extrema derecha, por el contrario, va registrando un creciente aumento en el número de adeptos y también en la cantidad de ataques violentos. Los ataques motivados por ideología de extrema derecha aumentaron un 9,3 por ciento en 2006 respecto al año anterior.

Gran alarma causa el hecho de que se registre una penetración fuerte del extremismo de derecha en las capas medias de la sociedad alemana. El incremento del número de afiliados al Partido Nacional Democrático (NPD) alemán, un partido de extrema derecha y de tendencias neonazis, despierta la preocupación no sólo de las autoridades.

El NPD ha visto crecer la lista de afiliados de 6.000 miembros en el 2005 a 7.000 un año después.

La sombra incalculable

En el caso del terrorismo islámico, calificado por el ministro del Interior como "la mayor amenaza en Alemania y Europa", no hubo cifras. Como muestra del peligro latente pero incalculable el ministro recordó los atentados con maleta bomba fallidos del verano de 2006, así como un video con amenazas contra Alemania presentado en Internet en marzo pasado.

"Alemania no sólo se encuentra entre los objetivos de grupos terroristas, sino que se ha constituido como su campo de operaciones", sostuvo el ministro Schäuble que ha cosechado a nivel nacional grandes críticas por sus esfuerzos por ampliar las posibilidades de control de la información, para lo que demanda la modificación de la Constitución alemana.

Sin duda la creciente aceptación de posturas extremistas erosiona las estructuras democráticas.