1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Alemania y las hipótesis de guerra

10 de diciembre de 2002

En Berlín se reactiva la discusión sobre el papel alemán en el caso de que Washington emprenda un ataque contra Irak. Las hipótesis que se barajan ya ocasionan dolores de cabeza al canciller Schröder.

Un avión AWACS de la OTAN despega de su base en Alemania.Imagen: AP

Las autoridades alemanas no quieren ni oír hablar del asunto. Pero la pregunta viene flotando en el ambiente desde hace días y ahora ha sido formulada expresamente por la nueva cúpula del partido de Los Verdes:¿qué ocurrirá si Estados Unidos lanza al fin y al cabo, por su propia cuenta, el largamente planeado ataque contra Bagdad? O, mejor dicho, ¿qué hará, en tal caso, el gobierno del canciller Gerhard Schröder con su categórico rechazo a una intervención militar en Irak?

Apoyo pasivo

Para los nuevos dirigentes verdes el asunto está más claro que el agua: si Washington arremete sin un mandato expreso de la ONU, Alemania no deberá prestar ni siquiera un apoyo pasivo a las fuerzas armadas estadounidenses; en consecuencia, tampoco se les habría de autorizar el uso del espacio aéreo germano. Pero el panorama no es tan diáfano como creen los nuevos líderes del partido ecologista, integrante de la coalición gubernamental de Berlín.

Desde las filas de la socialdemocracia (SPD) surgieron rápidamente las réplicas. Uno de sus expertos hizo notar que Estados Unidos tiene derechos, cimentados en acuerdos internacionales, que le permiten utilizar sin restricciones sus bases militares en territorio alemán. Por consiguiente, también tendría garantizado el derecho a sobrevolar tierras alemanas y no requeriría una autorización especial de Berlín.

El gobierno de Gerhard Schroder preferiría pensar que se trata de meras especulaciones hipotéticas y sus portavoces subrayan una y otra vez que no hay motivo para suponer que Washington se lanzará a la carga sin el respaldo de la ONU. Sin embargo, la situación tampoco promete ser cómoda para Berlín si se produce un ataque avalado por la organización internacional.

¿Y los vuelos de esclarecimiento?

El escenario de una intervención resuelta por el Consejo de Seguridad zanjaría la discusión sobre los derechos estadounidenses. Pero plantearía interrogantes, por ejemplo, acerca de los servicios que prestan pilotos germanos en los aviones de esclarecimiento de la OTAN. Porque sigue en pie la palabra dada por el canciller en plena campaña electoral -hace apenas unos meses- en cuanto a que no habrá participación germana en lo que entonces calificó como una "peligrosa aventura militar".

La flota de aviones AWACS de la Alianza Atlántica, compuesta por 17 naves, tiene su base en el estado alemán de Renania del Norte Westfalia. Más de una cuarta parte de sus pilotos son alemanes. ¿Habrían de abandonar sus puestos en el caso de un ataque contra Irak? ¿Y en qué medida entorpecería ello el uso de todo el sistema?

Son interrogantes que ni el canciller Schröder, ni su ministro de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, desean discutir por lo pronto. De momento, cifran sus esperanzas en que la misión de los inspectores de armas tenga éxito y logre evitar el enfrentamiento bélico tan anunciado. La esperanza es lo último que se pierde, sobre todo cuando las alternativas resultan tan embarazosas.