Baja Sajonia ofrece paisajes ideales para caminatas en las llanuras de mareas del Mar del Norte, o las colinas de Weserbergland, y la ciudad de Hamelín, escenario del famoso cuento de hadas alemán.
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Después de Baviera, Baja Sajonia, en el noroeste de Alemania, es el segundo estado de mayor extensión territorial en Alemania. La escena cultural se concentra en la capital del estado, Hannover. Pero la Baja Sajonia es principalmente rural, con pueblos pintorescos y diversos paisajes naturales, desde las montañas del Weserbergland, en el sur, hasta la costa del Mar del Norte, que bordeada por las Islas Frisias Orientales.
Patrimonio de la UNESCO: Mar de Frisia
Si está buscando grandes extensiones, viento y olas oceánicas, las siete islas del Parque Nacional del Mar de Frisia, en Baja Sajonia, son el lugar adecuado. El primer spa o centro de hidroterapia alemán en el Mar del Norte se inauguró ya en el año 1797, en Norderney. Hoy, la isla atrae no solo a los bañistas, sino también a muchos amantes de la naturaleza.
Un día de verano en Norderney
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Nicole Frölich nos lleva de excursión por el Mar de Frisia.
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Hanover, capital del estado
Diez razones para amar Hannover
Hannover tiene mala fama: muchos dicen que es una ciudad aburrida: el casco histórico no es muy grande y prácticamente no tienen especialidades regionales. Pero hay diez razones que hacen que una visita valga la pena.
Imagen: HMTG
La línea roja
Mide 4.200 metros y conecta 36 atracciones. Esta línea roja pintada en el suelo recorre el centro de Hannover. Los visitantes pueden seguirla para conocer de forma precisa la capital de Baja Sajonia. Un tríptico y una aplicación explican todo lo que se necesita saber sobre cada una de las paradas a lo largo del recorrido. Incluye visitas al centro histórico y al edificio del parlamento regional.
Imagen: HMTG
Kröpcke
La línea roja también lleva al Kröpcke, un lugar en el corazón de la ciudad y parte de una enorme área peatonal. Se llama así por un café que existía en el lugar en torno a 1870. Uno de sus atractivos es el reloj Kröpcke, que se ha convertido en un punto de encuentro muy popular para las personas que se quieren reunir para visitar las tiendas que hay en las calles de los alrededores.
Imagen: HMTG
El Nuevo Ayuntamiento
Otra parada de la línea roja es el Nuevo Ayuntamiento, con mucho el principal atractivo de la ciudad. Puede sonar extraño por el nombre, pero el edificio data de la era de Guillermo II, más de un siglo atrás. Aun así es más moderno que el Antiguo Ayuntamiento, que data de 1410. Dentro del edificio hay cuatro representaciones de la ciudad en distintas épocas.
Imagen: Fotolia/studited
El lago Maschsee
El Nuevo Ayuntamiento se ubica justo donde comienza el Maschsee, para muchos un imperdible de la ciudad. El lago artificial es un punto habitual de excursión y una importante área recreativa. Allí se puede navegar, nadar o trotar en sus parques. Así es como a los vecinos les gusta usar su tiempo libre. El festival Maschsee, que dura tres semanas, congrega a unas dos millones de personas cada año.
Imagen: HMTG
Jardines Herrenhausen
Otra enorme área verde de la ciudad son los jardines que rodean el palacio Herrhausen, la antigua residencia de verano de la casa de Welf. En el corazón de estos se encuentra el Gran Jardín. Formado por 50 hectáreas de prados, árboles, estatuas y pasarelas organizadas en patrones geométricos, fue diseñado en honor a Sofía de Hannover. Los jardines están abiertos todo el año.
Imagen: coptograph
Los museos de Hannover
Hannover es el hogar de numerosos museos. Quizás el más conocido es el Museo Sprengel, con una muestra que cubre el expresionismo alemán y francés durante el siglo XX. Destacable es la artista Niki de Saint Phalle, quien se hizo conocida por sus esculturas Nana. Ella donó 400 de sus obras al Museo Sprengel.
Imagen: HMTG/Martin Kirchner
Nana
En Hannover no es necesario ir al museo para ver una escultura de Niki de Saint Phalle. Las Tres Nanas -conocidas como Sophie, Charlotte y Caroline- fueron discutidas al comienzo, pero hoy son muy populares. Un mercado de pulgas se instala alrededor de estas obras desde hace más de 45 años. Allí no encontrarán nada de producción masiva, sino toneladas de chucherías, arte y artículos kitsch.
Imagen: HMTG
El zoológico de Hannover
En el zoológico de Hannover no hay jaulas y los recintos están diseñados para recrear el ambiente del que provienen los animales. Más de 2.000 de ellos viven en siete áreas temáticas distintas. Entre éstas se encuentra una que emula al río Zambeze, cuyos alrededores son hogar de leones, rinocerontes y jirafas. O el Kibongo, el mundo de los grandes simios.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Hollemann
La Schützenfest
Hannover podrá ser mediocre en muchos aspectos, pero cuando llega la Schützenfest todo cambia. Es la mayor feria de competencias de marcas del mundo, con alrededor de 10 mil participantes unidos en el objetivo de apuntar en el blanco. En esta tradicional fiesta, los tiradores, bandas y grupos de danza recorren la ciudad hasta llegar al recinto ferial, donde la entretención los espera.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Hollemann
Un trago de Lüttje Lage, por favor
Hannover puede no tener platos típicos como otras regiones de Alemania, pero tiene algo de lo que el resto carece: Lüttje Lage. Este brebaje es una bebida alcohólica que consiste en la mezcla de cerveza con licor de maíz de grano, que se toma de forma muy particular, tal como se ve en la foto. Por mientras, brindaremos para que usted pueda visitar luego Hannover: Prost!
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte
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La ciudad ferial de Hannover es también la ciudad más grande de Baja Sajonia. Entre los lugares de interés de esta ciudad fortificada y sede real se encuentra el Hanover's Adventure Zoo, considerado uno de los zoológicos más bellos de Alemania.
Hamelín, un símbolo
La ciudad de Hamelín (Hameln, en alemán), es el escenario del famoso cuento alemán, que tiene aquí su origen. Esa historia es la seña de identidad de una ciudad que encanta con su estilo medieval.
Hamelín, la ciudad del flautista
La ciudad de Hamelín, en la Baja Sajonia, es el escenario del famoso cuento de hadas alemán, que tiene aquí su origen. Él es la seña de identidad de una ciudad que encanta con su estilo medieval.
Imagen: Hameln Marketing und Tourismus GmbH
Casco histórico
A más de treinta idiomas ha sido traducido el cuento de “El flautista de Hamelín”. Quien pasea por el muy bien conservado casco histórico de la ciudad, descubre a cada paso resonancias suyas. El paisaje urbano se caracteriza por las numerosas casas de entramado de madera y los edificios representativos de estilo renacentista.
Imagen: DW / Nelioubin
La Casa de Bodas
Como por ejemplo la Casa de Bodas en el histórico mercado de caballos. Construida en piedra arenisca entre 1610 y 1617, fue lugar de festejos para la ciudadanía de Hamelín. Hoy en día alberga la oficina del Registro. El carillón tiene 37 campanas que a diario, a las 9.35 h, interpretan la canción del flautista, haciendo sonar eso de “Caminando, ah, caminando, a través de montes y valles”.
Imagen: DW / Nelioubin
La figura...
En la fachada del edificio se abre tres veces al día una puerta de bronce por la que pasa la figura del flautista: en 1284 llegó un hombre extraño a Hamelín, que se hacía pasar por cazador de roedores. La ciudad le prometió una gran recompensa si conseguía eliminar su plaga de ratas. Él tocó su flauta y estas lo siguieron hasta ir a parar al río, donde se ahogaron.
Imagen: DW / Nelioubin
...del flautista
Los de la ciudad no quisieron pagar al flautista su recompensa. Así que regresó y volvió a tocar su flauta. Pero esta vez fueron los niños de Hamelín los que se siguieron. Desaparecieron sin dejar rastro. Un castigo cruel para la ciudad. Este grabado de madera de 1890 sobre una pintura del artista alemán Gustav Spangenberg muestra la salida de los hijos.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Museo de Hamelín
La leyenda probablemente tenga un origen histórico. Se cree que los hijos eran jóvenes hamelinienses reclutados por los señores feudales para su reasentamiento en el Este. El Museo de Hamelín expone textos históricos que recogen tradiciones orales sobre la historia de la ciudad. Está alojado en dos muestras del Renacimiento local: la casa de los escribas y la Leisthaus.
Imagen: picture-alliance/dpa
Joyas arquitectónicas
Las fachadas de ambas casas están ricamente decoradas con columnas, cornisas, obeliscos y figuras. Construida en el siglo XVI por un patricio tratante de grano, la Leisthaus se adorna con esta figura de Lucrecia, símbolo de la virtud y la belleza. Ya desde 1912 se aloja ahí el Museo de la ciudad de Hamelín.
Imagen: DW / Nelioubin
La Casa del Flautista
Un recorrido por el casco antiguo lleva inevitablemente a la Casa del Flautista de Hamelín, también una esplendorosa construcción renacentista. Se llama así desde el año 1900 debido a una inscripción en una viga a un lado de la casa. En ella se habla de un silbador “de coloridos ropajes" que una vez se llevó a 130 niños.
Imagen: picture-alliance/dpa
'Merchandising' de la rata
En cada esquina encontramos 'souvenirs' de la ciudad para los visitantes. Hamelín ha adoptado al flautista como su marca de identidad y todo lo relacionado con la leyenda supone un éxito de ventas: desde la absenta, rebautizada como "matarratas", o el conocido licor de hierbas Rattentrunk, hasta los camisetas o el material de oficina con su imagen impresa.
Imagen: DW / Nelioubin
Representación al aire libre
La leyenda de El Flautista de Hamelín cobra vida todos los domingos, desde mayo a mediados de septiembre. Ochenta personas, entre adultos y niños, se enfundan sus disfraces para recrear la historia en una representación al aire libre que inunda durante media hora el casco antiguo de la ciudad. El espectáculo gusta mucho a los dos mil visitantes de media que se acercan cada domingo a verlo.
Imagen: picture-alliance/dpa/dpaweb
Vista panorámica
El río, al que se supone que el flautista atrajo a los roedores, es el Weser. Pasa por mitad de la ciudad. Por la noche, se disfruta desde el monte Klut de una vista fabulosa. Hamelín es, gracias a la historia del flautista, parte de la extensa tradición alemana de los cuentos de hadas.
Imagen: Hameln Marketing und Tourismus GmbH
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Jardines Herrenhausen
El Gran Jardín se remonta a la época en que Hannover era la capital real. Es el corazón de 50 hectáreas de los jardines Herrenhausen y un testimonio vivo del esplendor del jardín barroco con una fuente de agua de 80 metros de altura.
Paraíso verde: los jardines de Herrenhausen
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Castillo Hämelschenburg
En las colinas de Weserbergland, en el sur de Baja Sajonia, un estilo arquitectónico especial domina las ciudades y pueblos de entramado de madera: el Renacimiento de Weser, una variante del Renacimiento italiano del norte de Alemania. Una obra maestra es el castillo con foso "Hämelschenburg".
Weserbergland - de Höxter a Hamelín
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Su viaje a Alemania
¿Busca ideas para su visita a Alemania? Las tenemos: consejos para visitar Alemania, estado por estado.