Alemania y sus 16 estados: Renania del Norte-Westfalia
Renania del Norte-Westfalia, en el extremo oeste de Alemania, es el estado con la mayor población y la mayor contribución a la economía nacional (21 por ciento), a pesar de que las otrora pujantes industrias del carbón y el acero han pasado a ser historia.
Alemania: el fin de la minería del carbón
Tras más de 150 años se acabó la extracción industrial de carbón en Alemania. Este viernes 21 de diciembre de 2018 por última vez se trabajó el "oro negro" en la mina Prosper-Haniel en Bottrop.
El último turno
Sin duda, la Navidad de 2018 fue melancólica para la gente de Bottrop, especialmente para los últimos mineros y sus familias: tres días antes de Nochebuena, la mina de carbón Prosper-Haniel, la última de su especie en Alemania, dejó de producir. En presencia del presidente Frank-Walter Steinmeier vio la luz el último carro cargado de "oro negro".
El tetraedro
No muy lejos de Prosper-Haniel se encuentra el Tetraedro, como todos conocen a este mirador en la zona del Ruhr. La "prámide triangular" se encuentra sobre una escombrera y ofrece una vista panorámica extraordinaria del área noroccidental del Ruhr. Los escombros son más que nada material sobrante del carbón, ese que los mineros llaman "ganga".
Oro negro
Al comienzo, el carbón era almacenado durante días, como se ve en la imagen. Normalmente la carga era llevada en trenes al puerto más cercano. Allí, desde barcazas era transportada a buques, que llevaban el carbón al extranjero. El carbón alemán tenía una alta demanda en el mercado, en gran medida por su bajo precio.
Orgullo y unión
El trabajo en Pütt (la mina de carbón) no solo era bien pagado, sino que los mineros disfrutaban además de buena reputación. Su trabajo, agotador, sucio y peligroso, unió más a los trabajadores. Hasta hoy entre ellos se llaman "compadres", incluidos estos mineros de la mina Prosper-Haniel, que ven en la camaradería una razón más para sentir orgullo por su labor.
Trabajar y vivir
Las empresas extractoras levantaron campamentos para los mineros cerca de las vetas. En los jardines se criaban pollos y cerdos, y también había espacio para bodegas. Con el tiempo, estos asentamientos se volvieron muy populares. Si se combinan las dos mitades de una casa, se obtiene mucho espacio y un jardín en la ciudad nunca está de más.
Integración antes del carbón
No solo alemanes trabajaban en las minas. Es muy probable que alguno de los mineros de la foto (que es de fines del siglo XIX) sea polaco. Había mucho que hacer y los trabajadores escaseaban. Los mineros polacos y sus familias forman parte de la vida de esta zona desde hace unos 150 años. Nombres que hoy son comunes, como Kuzorra y Libuda, Niepieklo, Koslowski y Urban, dan muestra de ello.
Primeras señales
Ya en las décadas del 50 y 60 del siglo pasado podían verse las primeras señales del próximo fin de las faenas. El carbón que antes estaba a ras del suelo ahora había que sacarlo excavando más y más, hasta los 1.500 metros de profundidad. Eso convirtió el proceso en algo más oneroso. Tanto, que rápidamente el carbón alemán dejó de ser competitivo.
Desaparecen los clubes
Durante años, los barones del carbón apoyaron generosamente al fútbol. Con la caída de las ventas, esos aportes desaparecieron. Clubes como Hamborn 07, SV Sodingen, Sportfreunde Katernberg o Schwarz-Weiß Essen y Westfalia Herne (en la foto) se diluyeron en la insignificancia. Lo mismo pasó con minas tradicionales, como Presidente, Ewald, Hugo y después también Augusto Victoria y Prosper-Haniel.
Alta tecnología
"El lugar" o "por la noche", como llamaban los mineros a sus puestos de trabajo, donde nunca brilla el sol, eran sitios muy bulliciosos. A la suciedad y el calor se sumaron también las ruidosas maquinarias con las que los propietarios de las minas intentaron mantener bajos los costos de producción. Al final fue en vano: el carbón alemán seguía siendo demasiado caro.
Contaminación ambiental
Durante décadas, la zona del Ruhr fue conocida por su aire contaminado. Especialmente responsables de ello eran las plantas de carbón coque, como las de la foto, en Oberhausen. El asunto era tan serio que la ropa se secaba tras el lavado, pero quedaba manchada por la suciedad del aire. Si hay algo que nadie extraña de esos años es precisamente eso, la contaminación.
Nunca dejen de bombear
En los últimos 150 años, la zona del Ruhr se ha hundido hasta 25 metros (!). Si las minas fueran abandonadas a su suerte, las aguas subterráneas subirían y convertirían la región, donde viven más de cinco millones de personas, en un enorme lago. Así que el agua debe ser bombeada. Siempre. Por eso se dice que el Ruhr es una "carga eterna".
¿Qué queda de la minería del carbón?
Veremos cuánto tiempo sobreviven las capillas y coros de mineros. Buena parte de la infraestructura ha sido demolida, dejando que la naturaleza gane terreno sobre ella. Varios monumentos industriales, y en el Rurh hay montones, se han convertido en zonas atractivas para el turismo. Un ejemplo lo vemos en Essen, donde el complejo industrial Zollverein ahora es patrimonio mundial de la Unesco.
Colonia: metrópoli renana
Catedral de Colonia, eterna obra en construcción
Desde hace casi 800 años se está trabajando para refaccionar la Catedral de Colonia. Ahora se le quitaron los andamios, pero las obras aún no han finalizado.
Libertad para la torre norte
Una grúa gigantesca levanta el andamio de 25 metros de alto, retirándolo de la torre norte, y lo deposita en el suelo desde 100 metros de altura. El andamio fue colocado hace más de diez años, después de que se cayera de la torre una pieza de roca de tres metros de largo. Por eso, ahora todas las decoraciones en hierro y latón fueron remplazadas por otras de acero inoxidable.
Seis horas de trabajo
Si se hubiera desarmado el andamio y se hubieran bajado sus partes una a una, eso habría demorado alrededor de seis meses. Con la grúa de 750 toneladas, solo tardó algunas horas, además de ser la atracción de cientos de personas en Colonia.
"En las manos de Dios"
“Todos estamos en las manos de Dios”, dijo el ingeniero Michael Hauck cuando sus operarios montaron el andamio sobre la grúa y lo desprendieron de la catedral. Por suerte, no hubo vientos fuertes este día, algo que redujo el peligro, tanto para los trabajadores como para las piezas y figuras filigranadas de la torre.
El maestro de obras de la catedral
Desde hace un año, el ingeniero Michael Hauck es maestro de obras y jefe de 60 trabajadores, entre ellos, marmolistas, albañiles y estucadores. “Puedo sentir la catedral”, dice Hauck, responsable de que este antiguo monumento no se desmorone.
Andamios omnipresentes
Siempre hay algún andamio en algún lugar de la majestuosa Catedral de Colonia. Casi nadie puede recordar alguna época en la que no hubiese ninguno. “Es normal”, dicen los colonienses, que ven a su catedral como una obra de arte en perpetua construcción.
300 años de pausa
La Catedral de Colonia es un monumento antiguo y nuevo al mismo tiempo. Se comenzó a construir a comienzos del siglo 13, pero en el año 1510 ya no hubo recursos para continuar, por lo que la obra quedó suspendida durante 350 años, sin torres, como muestra esta fotografía de 1853. Las torres dobles se concluyeron en 1880, fieles al detalle gótico de los planes de 1248.
Cicatrices de guerra
Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Colonia fue prácticamente arrasada por los bombardeos. La catedral sufrió graves daños, pero se mantuvo firme pese a los casi 70 ataques de los que fue objeto. Las obras de reparación duraron décadas, y hoy se notan en las ventanas de vidrio opaco que reemplazana a las anteriores, de vidrio plomizo.
Vitrales de Gerhard Richter
Los vitrales de la catedral son obra del artista coloniense Gerhard Richter, y se colocaron hace seis años. Richter refaccionó el ventanal de 113 metros cuadrados en el ala sur de la catedral, destruido durante la guerra, con un collage de colores muy particular.
El halcón y las palomas
Entre los mayores peligros que acechan a la Catedral de Colonia se hallan las palomas, cuyas deposiciones erosionan la sensible piedra arenisca. Para contrarrestar la presencia de las palomas se utiliza un halcón, posicionado en la la torre norte, que se encarga de que esas aves no tomen posesión del monumento gótico.
Postal nocturna de Colonia
La ciudad de Colonia, cuyo nombre romano es Colonia Claudia Ara Agrippinensium, fue la capital de la provincia romana de Germania Inferior. Es la cuarta mayor ciudad de Alemania, y el río Rin baña sus orillas. Además de contar con la renombrada Universidad de Colonia, fundada en 1388, se caracteriza por su ambiente distendido y cordial. En la foto, una típica imagen nocturna de la Catedral.
La mayoría de los residentes de este estado federado alemán no viven en la capital regional, Düsseldorf, sino en Colonia. Los renanos son considerados alegres, cosmopolitas y tolerantes. El símbolo de lColonia, además del carnaval, es su catedral gótica.
Diez razones para amar Colonia
Arte, cultura y el carnaval es lo que le espera a las personas que visiten Colonia. Eso, y mucho más: ruinas con más de 2.000 años de historia, ferias, museos y una gran vida nocturna para disfrutar con los renanos.
La catedral, obra maestra de la arquitectura gótica
Es uno de los destinos preferidos en Alemania: cerca de 20.000 personas visitan la ciudad cada día. La catedral tiene más de 700 años, y aún no se ha terminado de construir. En 1996 se convirtió en Patrimonio Mundial de la UNESCO como obra maestra de la arquitectura gótica.
Altstadt, centro histórico y moderno
El casco antiguo (Altstadt) de Colonia quedó prácticamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Muchas de sus históricas fachadas, como estas en el Fischmarkt (Mercado del Pescado), fueron reconstruidas y comparten espacio con edificios funcionales de la década de 1960. Esta parte de la ciudad cuenta con numerosos restaurantes, bares y cervecerías.
Especialidad: cerveza Kölsch
En las cervecerías se puede disfrutar de un pedazo de la forma de vivir de los colonienses: la cerveza Kölsch. Sólo se puede producir en Colonia y sus inmediaciones. Servida en un fino vaso de tubo de 0,2 L, esta cerveza clara combina perfectamente con el clásico "Himmel und Äad", un plato de puré de patatas con compota de manzana y morcilla típico de la región.
Museos, desde la antigüedad hasta hoy
Los amantes del arte tienen mucho por descubrir en Colonia. Multitud de galerías y casas de exposiciones, como el Museo Ludwig, combinan cuadros impresionistas y del Pop Art con obras de arte contemporáneo. En Colonia todo el mundo encuentra "su" museo, con temáticas tan dispares como el arte romano, la edad media, la tecnología e, incluso, el chocolate.
Iglesias, testimonio de un esplendor anterior
En la Edad Media Colonia era una de las ciudades más grandes del mundo germano-hablante y un centro católico muy importante. Multitud de construcciones sagradas son visibles aún hoy en día. No en vano, la ciudad cuenta con 12 iglesias romanas. El capitolio de Santa María es la más grande de todas ellas. Data del siglo XI.
Rheinpark, inmenso parque de juegos
Justo enfente de la catedral y pegadas al río se extienden las 40 hectáreas que ocupa el gran Rheinpark. Construido en 1912, en 2007 fue reconocido como el más bonito de Alemania. Sus inmensas explanadas de hierba albergan torneos de fútbol y se convierten en el espacio ideal para hacer barbacoas en los días de verano. El funicular ofrece una vista espectacular del río y del zoo de la ciudad.
Carnaval, la quinta estación del año
Colonia entra en estado de excepción una semana al año. El carnaval de la ciudad es una de las fiestas de carnaval más conocidas del mundo. Curiosas palabras como "Alaaf" (saludo típico de la festividad), "Kamelle" (dulces lanzados desde las carrozas) y "Bützje" (besos) invaden las calles de la metrópolis renana en febrero.
Ferias, de Gamescom a Art Cologne
Colonia es conocida mundialmente por sus ferias. En la de videojuegos Gamescom, por ejemplo, fabricantes de todo el mundo presentan todos los años sus últimos modelos de hardware y software. En Art Cologne, sin embargo, se intercambian obras de arte para todos los bolsillos. Ah, y cada dos años se celebra en la ciudad Fotokina, la feria de fotografía más importante del mundo.
Sinónimo de diversidad
La ciudad renana es, además, la capital alemana de los gays y las lesbianas. Una vez al año se celebra el ColognePride, un evento de dos semanas en el que homosexuales y transexuales reclaman sus derechos. Además de ser el más grande de Europa, el evento se ha convertido en una fiesta de tres días que, año tras año, llena de color las calles de la ciudad durante el primer fin de semana de julio.
Las bondades del Rin
Una característica imbatible de la ciudad es su localización, pegada al Rin, el río más largo de Alemania. Ya entonces los romanos se dieron cuenta de su potencial. En el año 19 a.C. fundaron el primer asentamiento. El río es navegable. Mientras que algunos disfrutan de las vistas desde un barco, otros prefieren hacerlo remando.
Capital del estado: Düsseldorf
¿Qué tiene Düsseldorf que no tiene Colonia? El itinerario incluye, por ejemplo, compras, una visita a la comunidad japonesa y, por supuesto, disfrutar de una cerveza oscura local, "Alt", en el bar más largo del mundo.
Diez razones para visitar Düsseldorf
Düsseldorf es cosmopolita, amante de la moda y con vecinos que adoran su ciudad. Un lugar de contrastes que bien vale la pena recorrer. ¿Nos acompañan?
Medienhafen
Düsseldorf tiene el tercer puerto interior más grande de Alemania. En los noventa, parte del puerto fue reconvertido en una zona de oficinas. Reconocidos arquitectos como Frank O. Gehry, David Chipperfield y Jo Coenen crearon obras de aspecto futurista que fueron instaladas entre viejos almacenes. El llamado "Medienhafen" es ahora uno de los íconos de la ciudad.
Templo del consumismo
Comprar en Düsseldorf es toda una experiencia. Hay una enorme cantidad de tiendas de departamentos que impresionan con su extraordinaria arquitectura. Desde el art deco al modernismo, hay para todos los gustos. En el último tiempo este complejo conocido como Kö-Bogen fue el comidillo en la ciudad. Es una obra del arquitecto Daniel Libeskind y cambió la fisonomía del barrio donde fue instalada.
Escena artística
Los amantes del arte pueden elegir entre 26 museos y más de 100 galerías. Düsseldorf se asocia de inmediato con grandes nombres del arte y la fotografía contemporáneos, como Beuys, Richter, Gursky y Höfer. Una buena forma de descubrir a los talentosos del futuro es ir a la mundialmente reconocida academia de arte, donde una vez al año los estudiantes presentan sus proyectos de graduación.
Carnaval
Junto a Colonia y Mainz, Düsseldorf es uno de los principales centros de celebración del carnaval. Todos los 11 de noviembre, a las 11.11 horas, se declara abierta la temporada de carnaval. Al comienzo esta celebración es puertas adentro, con fiestas de disfraces y shows. Al final vienen los festejos en las calles, que se extienden por seis días: empiezan el jueves antes del Miércoles de Cenizas.
Día de Japón
Düsseldorf es el hogar de la única comunidad japonesa de Alemania, que además es la tercera más grande de Europa. Una vez al año se celebra el Día de Japón. Uno de los puntos altos de la celebración es la reunión de cosplayers venidos de todo el continente. Vestidos para parecerse a sus ídolos del manga, se toman la ribera del Rin. Se trata de una jornada que atrae a medio millón de visitantes.
El Rin
¿Qué sería de Düsseldorf sin él? El Rin es una especie de guía para la ciudad, en todo sentido. En 1990, con la inauguración del paseo en la ribera del afluente, la gente de la ciudad al fin pudo disfrutar de un paseo a lo largo del río, del que se hace un uso intensivo durante todo el año. En la orilla opuesta, por ahora, hay prados y terraplenes.
Feria de diversiones del Rin
Paseos, una noria y otras atracciones destacan en la feria de diversiones que con sus 165 mil metros cuadrados es la mayor a lo largo del Rin. Se instala en anualmente en Oberkassel y durante 10 días los shows musicales, las fiestas y una amplia gama de delicias culinarias se apoderan del ambiente durante la tercera semana de julio. Al final, todo se engalana con un espectáculo pirotécnico.
Casco antiguo
La atracción más popular de la ciudad es su casco antiguo. Esto quizás tenga que ver con sus tabernas (dicen que hay más de 250). O con su belleza arquitectónica. En Düsseldorf se dice que el centro es el bar más grande de la urbe. Acá la Altbier -una cerveza negra fermentada- es la reina. Los que visitan Düsseldorf por primera vez harían bien en darse una vuelta por la fábrica de cereveza.
Königsallee
Düsseldorf es una ciudad fashion y la Königsallee es su pasarela. La zona comercial en el centro es una especie de respuesta renana a los Campos Elíseos de París. Es un amplio boulevard que, a la sombra de enormes árboles, dispone de numerosos restaurantes y cafés, además de locales lujosos y una seguidilla de tiendas de departamentos donde la compra se convierte en una experiencia excitante.
Puentes del Rin
Muchos caminos llevan a Düsseldorf. La capital del estado federado de Renania del Norte-Westfalia tiene el tercer aeropuerto internacional más grande de Alemania. Sin embargo, la forma más pintoresca de llegar es cruzando alguno de los seis puentes que atraviesan el Rin. Estos también interesan a los amantes de la fotografía, porque junto a la torre de televisión componen un escenario imperdible.
Düsseldorf, metrópolis del Rin.
Münster, ciudad ciclista
La vegetación de Westfalia está en marcado contraste con Renania y sus grandes ciudades. Aquí es donde se encuentra la capital alemana de ciclismo, Münster. El ciclismo es una parte integral de la vida en esta ciudad universitaria, y no solo para los estudiantes. Desde el alcalde hasta el obispo, todos andan en bicicleta.
Münster, la ciudad de las bicicletas
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Catedral de Aquisgrán
En el extremo oeste, en la frontera con los Países Bajos y Bélgica, se encuentra la antigua ciudad real de Aquisgrán. Aquí es donde se encuentra el primer sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO de Alemania, la Catedral de Aquisgrán. Es parte del palacio imperial construido por Carlomagno a finales del siglo VIII, y fue durante muchos siglos la iglesia donde los reyes alemanes fueron coronados.
Patrimonio de la UNESCO en Essen
Un testimonio especialmente impresionante del apogeo de la industria en esta región es el complejo de minas industriales Zollverein, en Essen, un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Como Colonia sería impensable sin su catedral gótica, la mina de Zeche Zollverein es parte de Essen. Su sorprendente torre sinuosa es el hito y el símbolo de la era del carbón en toda la región. En lugar de extraer hoy tres millones de toneladas de carbón por año, allí se produce arte, eventos culturales y conciertos, en medio del contexto industrial.
Su viaje a Alemania
¿Busca ideas para su visita a Alemania? Las tenemos: consejos para visitar Alemania, estado por estado.
(rml/ers)