Viñedos en las riberas del Mosela y del Rin, monumentales huellas del Imperio Romano en la ciudad más antigua del Alemania: Tréveris. Renania Palatinado tiene mucho que ofrecer a los amantes de la cultura y del vino.
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Este estado en el oeste de Alemania es una de las regiones turísticas más antiguas del país. Los ríos Rin y Mosela, y sus alrededores, han atraído a turistas desde principios del siglo XIX. Hay más de 500 castillos y palacios para descubrir en Renania-Palatinado, bosques, y un campo fértil que es famoso por sus vinos, desde el Riesling del Palatinado hasta el vino espumoso de la región del Mosela.
Palatinado: tres sugerencias
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Naturaleza romántica en los Bosques del Palatinado
El Bosque del Palatinado no tiene nada que envidiar a los bosques de Canadá ni de la estepa de Mongolia. Con casi 1.600 kilómetros cuadrados, es el área boscosa más grande de Alemania.
Imagen: DW/A. Staudacher
Naturaleza por donde se mire
Con la mochila al hombro y equipados con una tienda de campaña, en el Bosque del Palatinado se puede emprender un viaje revitalizante y pleno de tranquilidad, y disfrutar de paisajes tan espectaculares como el de la foto.
Imagen: DW/A. Staudacher
Ruta para caminantes
En 2009 se crearon los primeros campamentos de senderismo en el bosque. Hoy ya existen diez campamentos con lugar para que pernocten seis grupos de tres personas cada uno, que funcionan desde abril hasta octubre.
Imagen: DW/A. Staudacher
Ruinas de Landeck
Los caminos atraviesan la campiña y el bosque, donde se ocultan los campamentos, lejos de los senderos, por lo cual solo se pueden encontrar con la ayuda de un guía. Con un poco de suerte, se puede observar a los ciervos, zorros rojos y jabalíes, así como a los mapaches, también en el lugar de la foto, las Ruinas de Landeck.
Imagen: DW/A. Staudacher
Excursión a los viñedos
Claro que los senderistas que acampan en el bosque también pueden hacer una excursión por la zona contigua al Bosque del Palatinado, un verdadero lujo, ya que no solo se pueden visitar los pueblitos aledaños, sino también los viñedos.
Imagen: DW/A. Staudacher
Vinos deliciosos
Ya que hablamos de lujos, en verano, las vides absorben todo el sol que necesitan para producir un vino excelente. A partir del final del verano, en los viñedos ya se puede deleitar un vino nuevo (Federweiße), que tradicionalmente se toma acompañando un pastel de cebollas.
Imagen: picture alliance / dpa
Castillo de Landbeck
Muchos caminos del Bosque del Palatinado están rodeados de castillo y ruinas medievales. A algunos de ellos solo se puede llegar a pie. Pero la subida vale la pena: desde allí arriba, los caminantes gozan de una bella panorámica. Algunos castillos están habitados y se los puede visitar, como el Castillo de Landeck, cerca de Klingenmünster, en la foto.
Imagen: DW/A. Staudacher
Ruinas de Lindelbrunn
Las ruinas de Lindelbrunn se pueden recorrer a pie. Los antiguos muros y el paisaje que se extiende a lo largo de bosques y campos son ideales para quien gusta de conocer un poco de historia y rodearse de bellezas naturales.
Imagen: DW/A. Staudacher
Atardecer romántico
El mejor momento de un día de caminata, después de andar varios kilómetros, es poder quitarse la mochila, armar la tienda y probar el colchón inflable en medio de un concierto de pájaros, y contemplar un bello atardecer. Y después de descansar un poco, comer cerca de la fogata.
Imagen: DW/A. Staudacher
Pura naturaleza
El Bosque del Palatinado tiene un encanto especial y rústico. Además de la fogata, la tienda y un servicio, no hay nada: ni teléfonos ni pantallas, ni siquiera libros. Solo lo necesario para volver a la naturaleza.
Imagen: DW/A. Staudacher
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Ruta alemana del vino
La ruta alemana del vino alemán es una ruta turística temática que atraviesa el suroeste de Renania-Palatinado. Desde las flores de almendro en primavera hasta la cosecha de uva en otoño, el bucólico y multifacético paisaje campestre es siempre encantador. Buen vino, deliciosa comida, románticos pueblos vitícolas y castillos.
El castillo de Hambach está en esta ruta del vino y es una de las atracciones turísticas más populares de Alemania. Además, es considerado como la cuna de la democracia alemana.
La cuna de la democracia alemana
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Recorriendo la ruta del vino alemán
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Maguncia
Maguncia fue destruida casi en su totalidad durante la Segunda Guerra Mundial, algo que resulta casi imposible de imaginar hoy. Con su centro histórico fielmente reconstruido, esta metrópoli a orillas del Rin es la altiva capital del estado de Renania Palatinado. Una atracción para el visitante, y no solo por su carnaval.
Maguncia: romanos, Gutenberg y el carnaval
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Trier o Tréveris
Anfiteatro, la puerta de la ciudad, baños: hace 2.000 años, los romanos vivían en Tréveris (Trier, en alemán), en el extremo oeste de Renania-Palatinado. Construyeron una ciudad con todas las comodidades imaginables, y con ella, estructuras importantes que ahora tienen el estatus de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Navegando río Mosela abajo
Descubra Alemania a través de un crucero virtual de Trier a Coblenza siguiendo el curso del río Mosela (en alemán, Mosel). Viñedos, castillos o pueblos pintorescos, surgen tras cada meandro del río.
Imagen: picture-alliance/Fritz Ganzhübner
Tras la curva
El Mosela es el mayor afluente alemán del río Rin. Grandes cargueros lo recorren de arriba a abajo -después de todo, el trazado del río supone una importante ruta comercial- mientras pequeños ferrys completan sus idas y vueltas entre los muchos pueblos pintorescos a una y otra orilla del río, a medida que la corriente desciende de Trier a Coblenza.
Imagen: picture-alliance/dpa
Herencia romana
Augusta Treverorum, o Trier, en alemán y Tréveris, en castellano, mira orgullosa sus más de dos mil años de historia como ciudad ininterrumpidamente poblada. Los arqueólogos han datado su antiguedad por la de los restos de los pilotes de madera de un puente sobre el río Mosela encontrados. Un imán turístico es la Porta Nigra, una gran puerta de piedra negra que data aproximadamente del 180 a.C.
Imagen: picture-alliance/dpa
Hijo predilecto
Bernkastel-Kues, o Cusa, es en realidad dos ciudades separadas por el río y unidas por un puente. Salpicado de casas de madera coloridas y calles estrechas y sinuosas, es el lugar de nacimiento de un reconocido filósofo, científico, académico, cardenal y reformador del siglo XV: Nikolaus von Kues, más conocido como Nikolaus Cusanus o, simplemente, como Nicolás de Cusa.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Tradición vinícola
Cuenta la leyenda que en Zell, hace mucho mucho tiempo, un grupo de comerciantes decidió adquirir, de los muchos que había, el barril de vino en el que se había sentado un gato negro. Bufaba y enseñaba las uñas, pareciendo codiciar el barril. Los comerciantes pensaron que el gato estaba protegiendo el mejor vino que había, así que lo compraron para sí mismos...
Imagen: picture-alliance/dpa
Gato negro
...el gato demostró tener un gusto impecable para el vino, al parecer, porque los comerciantes volvieron a por más. "Zeller Schwarze Katz", 'el gato negro de Zell', sigue siendo un vino muy popular hoy en día. El gato negro se ha convertido en el símbolo y la mascota de la aldea.
Imagen: picture-alliance/DUMONT Bildarchiv
La vendimia
La recolecta de la uva es el tiempo de la fiesta del vino. El otoño atrae a hordas de turistas a las numerosas catas y a las fiestas de los pueblos a todo lo largo del río. Los vinos blancos, conocidos como Riesling, son los más populares de la región. Seco, semiseco o dulce, es mejor degustarlo con un aperitivo en las tabernas de temporada de los viticultores privados.
Imagen: hagenvontroja/Fotolia
El viñedo más empinado de Europa
Imagine el cultivo de uva en una escarpada pendiente de pizarra con la increíble inclinación de 65 grados: el Calmont es el viñedo más empinado de Europa y atrae a turistas de todo el mundo. La gente ha cultivado uvas aquí desde el siglo VI. Los visitantes suben la ruta de senderismo Calmont por sus impresionantes vistas.
Imagen: picture-alliance/dpa
Plácida belleza
Beilstein es la Bella Durmiente del Mosela. Por sus pintorescas callejuelas y la plaza del mercado medieval pululan los turistas durante todo el día, pero por la mañana temprano y al caer la noche, los 160 habitantes del pueblo tienen su pequeña localidad, a la que solo se puede llegar en barco, para ellos solos.
Imagen: picture-alliance/DUMONT Bildarchiv
Residencia de verano
El Castillo de Cochem, construido alrededor del año mil, fue escenario de intrigas medievales y luchas de poder durante siglos, antes de que un incendio lo hiciera explotar, destruyéndolo, en 1689. Reconstruido al estilo neogótico en el siglo XIX como residencia de verano de propietario, se ha convertido en una popular atracción turística.
Imagen: picture alliance/Arco Images GmbH
La esquina alemana
En Coblenza, la 'esquina alemana', ondean las banderas de los estados alemanes, la Unión Europea y los Estados Unidos. Aquí el río Mosela desemboca en el Rin, bajo la atenta mirada del emperador Guillermo I que, en forma de estatua erigida en su honor, domina la estampa.
Imagen: picture-alliance/Fritz Ganzhübner
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Valle Superior del Medio Rin
El Valle Superior del Medio Rin, entre Coblenza y Bingen, en el norte de Renania-Palatinado, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2002. Con sus pintorescos castillos y sus empinadas laderas cubiertas de enredaderas, se considera una de las secciones más hermosas a lo largo de todo el río.
El valle del Rin: romanticismo y Patrimonio Mundial
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Su viaje a Alemania
¿Busca ideas para su visita a Alemania? Las tenemos: consejos para visitar Alemania, estado por estado.