Playas, islas, puertos, faros rojiblancos y una brisa constante dan forma a Schleswig-Holstein. El estado costero del norte alemán cuenta con dos mares para explorar: el Mar del Norte y el Mar Báltico.
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El más septentrional de todos los estados alemanes se llama a sí mismo la tierra entre los mares. Mientras la costa del Mar del Norte está más bien poco poblada, las tres ciudades más grandes del estado, Flensburg, Kiel y Lübeck, se ubican en la costa del Mar Báltico. Un estado verde y plano, rico en reservas naturales protegidas, se extiende entre los mares del Norte y Báltico.
Visión panorámica de Schleswig-Holstein
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10 maravillas de Schleswig-Holstein
Es el estado federado que se ubica entre el Mar Báltico y el Mar del Norte, a lo que le debe su carácter marítimo omnipresente. Schlwesig-Holstein cautiva por sus playas, islas y puertos.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Reinhardt
Capital cultural del norte alemán
El encanto marítimo de Schleswig-Holstein impregna también a la ciudad hanseática de Lübeck, con su casco antiguo rodeado de agua. Con cerca de 1.800 edificaciones declaradas como monumentos, además de sus callejuelas históricas, Lübeck forma parte del Patrimonio de la Humanidad. La Holsentor, que aparece en la imagen, es el sello distintivo de la ciudad.
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Nowottnick
¡Ahoi al barco!
Kiel, la capital del estado federado, se ubica en la costa del Mar Báltico. Acapara la actividad turística una vez por año en la competencia de veleros "Kieler Woche". El espectáculo atrae a cerca de tres millones de visitantes. El punto culminante es el desfile "Windjammerparade", en el que participan 100 navíos de vela.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Rehder
Sylt: una isla de fiesta
Es bohemia, maravillosa y, en verano, está completamente ocupada. La isla de Sylt, en el Mar del Norte, es una de las preferidas de los alemanes. De día, los turistas se amontonan en la playa de Westerland. De noche, los paseantes atiborran los clubes y bares. Es el lugar favorito de muchas celebridades de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Rehder
A pie por el mar
Sylt está rodeada del Mar de Wadden, uno de los parajes con mayor biodiversidad en el mundo, que en 2009 fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Con marea alta, solo las islas se asoman entre las aguas. Con bajamar, el desierto de cieno parece extenderse hasta el horizonte. Durante las caminatas, los turistas pueden observar de cerca especies de cangrejos, y moluscos.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Charisius
Sillón de playa, mar, arena blanca
Del otro lado de Schleswig-Holstein, el Mar Báltico despliega su clima templado y sus numerosas playas. En la isla de Fehmarn hay 20: playas tranquilas para relajarse, o acantilados para los aventureros. Con cerca de 2.200 horas de sol al año, la isla es de las regiones más soleadas de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Warmuth
Alegría de pescadores
También en el interior del estado federado, el agua juega un papel importante. La llamada "Suiza de Holstein" incluye más de 200 lagos, rodeados de montañas y bosques. El paisaje es muy diverso, y en él se alojan especies muy singulares, como el águila marina. El agua es rica en oxígeno, por lo que la cantidad de peces es ingente. Todo un paraíso para los pescadores.
Imagen: R. Nher/TZHS
Paz y descanso en el Schlei
Lo que se ve como un río, es en realidad un brazo de mar que se ha abierto paso 43 kilómetros tierra adentro. El fiordo Schlei ofrece reposo para quienes intenta descansar del bullicio citadino. Ahí se puede practicar el senderismo, andar en bicicleta, o navegar en lancha. El Schlei surgió durante la Era de Hielo, hace 115.000 años, y es considerado como uno de los paisajes más bellos de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Rose
Encuentro con los vikingos
A orillas del Schlei yace Haithabu, uno de los centros más importantes del comercio vikingo entre los siglos IX y XI. Fue también una de las primeras ciudades del norte de Europa. Ahí vivían en esa época cerca de 2.000 personas de diversas culturas: sajones, frisios, eslavos y escandinavos. La historia puede vivirse de nuevo en el Museo Haithabu.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Pfeiffer
Viejo Oeste en Bad Segeberg
En Bad Segeberg, otro viaje a través del tiempo nos lleva, no a la época de los vikingos, sino a la del Viejo Oeste. Desde 1952, ahí se escenifican las aventuras del autor alemán Karl May.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Scholz
La sequedad frisia
Los habitantes de Flensburg tienen la fama de ser de pocas palabras. No sorprende, pues quien vive aquí debe lidiar con un clima poco amable. Pero éste también aumenta las ganas de una cerveza amarga. En Flensburg se destila la famosa "Flens", una de las cervezas tipo Pils más amargas de Alemania. Se caracterizan por el sonido del tapón al abrir la botella de la cerveza.
Imagen: Flensburger Brauerei
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De isla en isla: Sylt y Heligoland
Vacaciones en el Mar del Norte: en la isla de Sylt, entre el lujo estrepitoso y la comodidad frisia, entre el surf salvaje y el apacible Mar de Frisia (conocido también como Mar de Wadden), los huéspedes pueden relajarse maravillosamente. Ya a mediados del siglo XIX, los primeros visitantes llegaron a la isla del Mar del Norte para nadar; hoy hay casi un millón de visitantes anualmente.
Además de Sylt, Alemania tiene muchas islas, pero solo una de alta mar: Heligoland. A 70 kilómetros de distancia de tierra firme se levanta este peñasco en el Mar del Norte.
De isla en isla: días de sol en Sylt
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Heligoland: vacaciones en el Mar del Norte
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Ciudad hanseática de Lübeck
Hace 600 años, Lübeck era uno de los centros comerciales más importantes del norte de Europa. El agua, las magníficas casas de ladrillo rojo y las iglesias siguen formando parte del paisaje urbano actual. Lübeck cuenta con tres museos dedicados, cada uno, a un ganador del Premio Nobel: allí se recuerda a los escritores Thomas Mann y Günter Grass, así como al excanciller y Nobel de la Paz Willy Brandt. Además, la ciudad es mundialmente famosa por una especialidad culinaria: el mazapán.
Diez razones para visitar Lübeck
Acá, donde floreció el comercio y la navegación, huele a mazapán. Lübeck ofrece al visitante historia marítima y literatura. Su casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Imagen: picture-alliance/dpa
Isla en el río
El casco antiguo de Lübeck está en una isla ubicada en medio del río Trave, que desemboca en el mar Báltico a unos 20 kilómetros de la urbe. Varios barcos históricos se encuentran en el Museo Marítimo del Puerto, entre ellos navíos de vela tradicionales. Los turistas pueden hacer viajes en algunos de ellos.
Imagen: picture-alliance/dpa/F.Röder
La puerta de Holsten
Es el principal hito turístico de Lübeck, y además una estructura tan famosa que aparece desde 2006 en las monedas de 2 euros acuñadas por el estado federado de Schleswig-Holstein. La puerta fue erigida en el siglo XV para proteger la ciudad de conquistadores. En la actualidad, sus muros, algunos de los cuales tienen un grosor de 3,5 metros, albergan un museo que relata la historia de la ciudad.
Imagen: picture alliance/Arco Images/W. Wirth
Edificios de ladrillos
El casco antiguo de Lübeck tiene varios edificios de ladrillos bellamente ornamentados, como la Burgtor, la entrada norte a la ciudad. Todo el casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad de Unesco desde 1987. El uso de ladrillos horneados como material de construcción llegó a Europa en el siglo XII. Con ellos surgió el estilo arquitectónico gótico báltico.
Imagen: picture-alliance/dpa/W.Rothermel
Callejones y patios
La navegación y el comercio hicieron de Lübeck una urbe potentada en la Edad Media. Cada vez más personas acudían a la ciudad, pero como el espacio de la isla era limitado, se usaron los patios para construir nuevos edificios. Como resultado, surgieron pequeñas construcciones de dos pisos ubicadas en calles estrechas. Hoy, esos laberínticos caminos son ideales para recorrer y explorar la ciudad.
Imagen: picture-alliance/Arco Images/K.Wothe
Tradición marina
Los capitanes de las embarcaciones de Lübeck solían encontrarse aquí. La Sociedad de Marineros es el hogar de los viejos marinos. Hoy, este edificio, que data de 1535, alberga un restaurante de temática marítima donde se sirve comida regional. Por supuesto, esto incluye numerosas variaciones de platos de mariscos.
Imagen: picture-alliance/dpa/K.Kreder
Mazapán
Este dulce hecho de almendras y azúcar es originario de Oriente, pero tiene una larga tradición en Lübeck. Aquí los confiteros tenían siempre a mano los ingredientes necesarios, porque la ciudad era un importante centro de comercio. Productos de todo el mundo estaban disponibles. Hasta hoy, Lübeck debe parte de su fama a los mazapanes.
Imagen: DW/C.Deicke
Thomas Mann
A la temprana edad de 22 años, Thomas Mann escribió "Los Buddenbrook”, una novela sobre el ascenso y la caída de una familia de mercaderes de Lübeck. Años después, Mann ganaría el Premio Nobel de Literatura. Un museo rinde tributo al escritor en Lübeck y la casa Buddenbrook está decorada tal como aparece en la novela.
Imagen: picture-alliance/dpa/A.Warmuth
Museo Europeo de la Liga Hanseática
Lübeck es considerada la "reina de la Liga Hanseática". En la Edad Media la ciudad jugaba un papel importante en la confederación de comerciantes del norte de Alemania. Por eso no sorprende que en 2015 el Museo Europeo de la Liga Hanseática abriera sus puertas en Lübeck. Habitaciones especialmente decoradas muestran cómo era la vida en esos buenos años.
Imagen: picture-alliance/dpa/M.Scholz
Cerca del mar Báltico
Lo que era bueno para los comerciantes de la Liga Hanseática aún es bueno para Lübeck: su cercanía al mar. La localidad costera de Travemünde es un distrito de Lübeck. Como su nombre lo indica, se halla en la desembocadura del río Trave, donde se une con el mar Báltico. Después de visitar la ciudad, consiga una Strandkorb (una silla de playa con techo de mimbre) y disfrute de la brisa marina.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Marks
Paraíso navideño
Lübeck es considerada la ciudad navideña del norte de Alemania. Numerosos mercados invitan al visitante a comprar, regalos y beber vino caliente, el principal de los cuales se encuentra frente al ayuntamiento. El edificio, que data de 1308, da identidad al decorado del mercado navideño.
Imagen: picture-alliance/dpa
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Lübeck: tres hombres, tres museos
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Adviento en Lübeck: mazapán y Edad Media
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Kiel, la capital del estado
Es un espectáculo impresionante ver a los grandes cruceros arribar a Kiel y echar amarras casi en el centro de la ciudad. Un número creciente de turistas visita la ciudad por esta vía. Cada año, unos 130 buques de lujo atracan en la capital de Schleswig-Holstein, cuya cercanía al mar es constantemente evidente en tierra.
Kiel: destino portuario en el mar Báltico
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Flensburgo y el Schlei
El comercio de ron y azúcar de las colonias del Caribe hizo ricos a los comerciantes de Flensburgo. En el siglo XVIII, esta ciudad del norte de Alemania era considerada la capital europea del ron. Beber ron en Flensburgo y navegar por el Schlei, un fiordo de 42 kilómetros en el Mar Báltico, donde antes vivieron vikingos y hoy se hace vela, es parte de la ruta turística a través de Schleswig-Holstein.
Náutica y ron: Flensburgo y el Schlei
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Su viaje a Alemania
¿Busca ideas para su visita a Alemania? Las tenemos: consejos para visitar Alemania, estado por estado.