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Alemania y sus murciélagos

Enrique López Magallón / jov3 de marzo de 2009

Este martes se celebra el Día Mundial de la Protección a las Especies Amenazadas. América Latina se preocupa por sus maderas preciosas. Alemania, por sus enormes colonias de murciélagos.

Un murciélago otea la ciudad de Dresde.Imagen: picture-alliance/ dpa

Hace exactamente 35 años, el 3 de marzo de 1973, 80 países firmaron las bases Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CETIS), durante una reunión celebrada en la ciudad de Washington. El documento entró en vigor en Alemania el 20 de junio de 1976. Actualmente permite proteger a cerca de 8.000 especies de fauna y 40.000 de flora en todo el mundo.

La madera es uno de los recursos naturales a proteger.Imagen: AP

Las maderas sudamericanas

La conferencia más reciente sobre este instrumento internacional se llevó a cabo en la ciudad de La Haya, en 2007. En ella, Alemania impulsó un acuerdo multinacional y vinculante para regular el comercio con tres especies de madera tropical presente en Centro y Sudamérica: Gonystylus spp. (ramin), Pericopsis elata (acacia) y Swietenia macrophylla (caoba).

Los países originarios se comprometieron a realizar un inventario de los recursos de estas maderas preciosas, así como a proporcionar datos relacionados con el comercio de estos productos. En la próxima conferencia sobre el Convenio CETIS se propondrán medidas concretas para garantizar la preservación y el uso sustentable de estas especies arbóreas.

El costo de las especies

De igual modo, el ministerio alemán de Medio Ambiente y el comisario europeo del mismo rubro, Stavros Dimas, encomendaron un estudio a gran escala a fin de establecer los costos económicos que acarrea la pérdida de diversidad biológica en el mundo.

Los primeros resultados fueron elocuentes. De los 25 medicamentos más exitosos del planeta, diez son elaborados a partir de bacterias, plantas, animales u hongos. Así, con cada especie desaparecida se pierde también la posibilidad de elaborar un medicamento útil, afirma el estudio.

“La preservación de la biodiversidad es una obligación ética y moral; con cada especie que desaparece, perdemos también parte de nosotros mismos. Conservar la biodiversidad es una tarea central e indispensable desde el punto de vista económico”, afirmó Dimas.

Existen programas a nivel europeo para proteger a murciélagos.

Alemania cuida sus murciélagos

Un ejemplo de biodiversidad amenazada en Alemania es el de los murciélagos de Renania-Palatinado. En el norte de ese estado federado existen antiguas minas de basalto que hoy conforman un complejo sistema de galerías subterráneas.

Ahí han encontrado refugio numerosas especies de murciélagos, con una población de cientos de animales por cada especie, principalmente a lo largo de la temporada invernal.

El gobierno federal alemán incrementó de 7 a 15 hectáreas el área de protección a estas especies de murciélagos. Además, se implementó un programa a largo plazo con un costo superior a 3,1 millones de euros a fin de garantizar el refugio de estos animales.

En total, Alemania destina 14 milliones de euros cada año al cuidado de sitios considerados como patrimonio natural del país.

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