Alepo, a punto de caer en manos del Ejército sirio
12 de diciembre de 2016
Los rebeldes de la parte este de Alepo están a punto de caer ante el avance del Ejército sirio y sus aliados."Vemos el fin de los combates en Alepo", dijo hoy el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Publicidad
Rami Abdelrahman, el director del Observatorio Siria de los Derechos Humanos (OSDH), dijo este lunes (12.12.2016) también que "las áreas aún bajo control de la oposición son muy pequeñas y podrían caer en cualquier momento".
En medio de los avances constantes de las fuerzas de Gobierno e intensos bombardeos, los activistas situados en la parte aún bajo control rebelde no han dejado de enviar pedidos de auxilio al mundo exterior en los que aseguran temer por sus vidas. Las defensas insurgentes colapsaron el mes pasado después de cinco meses de sitio.
A diferencia de ocasiones anteriores, las fuerzas armadas no publicaron este mensaje en medios de comunicación oficiales sirios, sino que lo difundieron por SMS. "El Ejército sirio ha ganado el 98 % del este de Alepo", dice la escueta nota .
Unidades militares "restauraron la seguridad"
La agencia de noticias oficial siria, SANA, precisó que unidades militares avanzaron hoy frente a "organizaciones terroristas takfiri" (musulmanas radicales) en el este de Alepo y "restauraron la seguridad y la estabilidad en el barrio de Al Sheij Said".
La agencia, que citó una fuente militar, agregó que los soldados, en cooperación con sus aliados, retomaron también el dominio de los distritos de Al Shahadín, Karam al Afandi, Karam al Dada y Al Salhín, y que han alcanzado Yisr al Hach, Al Yalum, Bab al Maqam, Al Firdús, la ciudadela y Al Sahrif.
La fuente destacó que las fuerzas armadas están progresando hacia los barrios de Al Kalasa, Bustán al Qasr y Suq al Hal, y están persiguiendo a los terroristas que han huido hacia Al Sukari, Al Ameriya y Al Ansari.
El presidente sirio, Bachar al Asad, afirmó hoy que "Siria y su pueblo está determinados a restaurar la seguridad y la estabilidad" y que continuarán con las "reconciliaciones" porque, a su juicio, es la mejor manera de lograr este objetivo, durante una reunión con el nuncio del Vaticano, cardenal Mario Zenari, en Damasco.
CP (dpa, efe, rtr)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.